El reloj biológico apretaba y Marlen Lorberg decidió estudiar una carrera universitaria. Sin embargo, una visita de la reconocida entrenadora de la selección brasileña de Gimnasia Rítmica, Ana Kleman, le dio a Lorberg una frase que hoy repite y suena a cada instante en su corazón.
"Es hora de la gimnasia". A sus 21 años la cruceña, actual campeona sudamericana, tiene el privilegio de ser la primera boliviana en entrenar con una de las potencias de la disciplina.
Una oportunidad de oro. "Anita (Kleman) estuvo en Cochabamba dando unas clínicas, de las cuales yo fui partícipe. Luego de un par de días ella me dijo que quería llevarme a Brasil. Pero al cabo de las clínicas me confirmó que quería entrenarme por un año. Era tanta la alegría que no podía creerlo, todavía sigo sin poder entender esta oportunidad", explica alegre Lorberg.
Marlen es la cara y el reflejo de la gimnasia cruceña, por eso luego de varios años de esfuerzo le llega una oportunidad única.
"Viajo el 25 de este mes, voy a tener hospedaje y traslados gratis, para enfocarme totalmente en la gimnasia", agrega Marlen. Pese a la buena noticia, la cruceña deberá viajar cada vez que haya un nacional para revalidar su título, demostrando la falta de apoyo por parte de la Federación nacional de esta disciplina, ya que ni siquiera le ha dado apoyo en pasajes o viáticos.
Lorberg va en busca de un sueño, ya que es otra de las esperanzas bolivianas en un ciclo olímpico que recién comienza y que tiene como fin Río de Janeiro 2016. Marlen ya está allá y busca representar a Bolivia.
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