En medio el acto de clausura, se dio la entrega simbólica de la bandera de los Juegos. Cochabamba le pasó la “posta” a la ciudad peruana de Arequipa, que en 2018 acogerá la versión XXIV de los Juegos Sudamericanos Escolares.
El momento simbólico se dio en el escenario principal, mismo en el que se ubicó también el presidente Evo Morales, junto a las autoridades departamentales y dirigentes del continente.
La edición XXIII del evento se distribuyó en 10 escenarios deportivos de Cochabamba, repartió 257 metales y contó con 260 voluntarios que se alistan para ser considerados en los Juegos de 2018.
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