LOS BENEFICIOS DE NADAR
Los efectos de la natación son efectivamente múltiples y conciernen tanto en lo físico y mental. Además, esta actividad adiciona hacer ejercicios sin impactos, desarrolla los grupos musculares, aporta seguridad y sobre todo, es un deporte fácil de practicarlo.
4 DIFERENTES ESTILOS de esta disciplina
PECHO
Es el primer estilo que generalmente los nadadores
aprenden. Es considerado el más lento, pero a la vez el más accesible. Para practicar este estilo, el nadador flota horizontalmente boca abajo apuntando al frente y las palmas juntas. Posteriormente, se apartan los brazos para formar una diagonal con el cuerpo. Después, se ponen las manos junto al pecho, sacando la cabeza del agua para respirar y doblando las piernas hacia el trasero. A este movimiento, se añade el impulso de las piernas hacia atrás para avanzar hacia delante.
LIBRE
Es el estilo de natación más rápido, debido a la acción constante y alternativa de piernas y brazos, lo que genera una continuidad en la propulsión. La posición del cuerpo debe ser horizontal y se caracteriza por el batido de piernas y la rotación de brazos fuera del agua. En primer lugar, los brazos tienen que estar alargados en la superficie del agua. Después, un solo brazo se trae al nivel del hombro y de ahí, el mismo se lo lleva hacia el muslo. Finalmente, se saca el brazo del agua, posesionándolo al lado del otro brazo. El movimiento de las piernas es constante. En lo que se refiere a la respiración, ésta se da de forma lateral y su frecuencia es variable.
ESPALDA
Este estilo consiste en nadar boca arriba, es decir de espalda, propulsándose con la ayuda de un movimiento alternativo de los brazos y un batido de piernas. Al contrario de los otros estilos, éste no presenta problemas en cuanto la respiración se refiere, debido a que la cabeza permanece fuera del agua. Sin embargo, el nadador debe tener puntos de referencia para ubicarse, ya que el mismo no puede ver por dónde va.
MARIPOSA
Es uno de los estilos más complejos de la natación. La mariposa exige técnica y coordinación, sin las cuales es físicamente agotador por su intensidad y fuerza. Consiste en un movimiento ventral, donde los brazos y piernas actúan simétricamente. Los brazos ejercen una tracción hacia atrás y luego un empuje propulsando el cuerpo hacia delante. El retorno de los brazos se efectúa lanzándolos fuera de la superficie del agua hacia delante. Este estilo se caracteriza porque el cuerpo presenta una acción de ondulación similar a la de un delfín.
UN EJEMPLO DE VOLUNTAD Y GANAS DE TRIUNFAR
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F. Andres Sabat
Editor Salud
Karen Torrez es una de las nadadoras aventajadas de Bolivia y ha logrado importantes sitios en diferentes competencias nacionales e internacionales. Además de ser reconocida por su participación en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
A simple vista es una joven de figura menuda y refinada, pero en realidad estamos frente a una deportista que combina fuerza física y voluntad en
uno de los deportes más exigentes como es la natación. Tal vez de niña sus sueños hubiesen discurrido entre los de las muchachas que buscan acercarse más al arte, a la literatura y otras disciplinas, que sin dejar de ser importantes, marcan la vida en una determinada edad. Pero, de pronto le atrae el agua como una forma de vida y de libertad. Porque nos dice “cuando estoy en este espacio me siento libre, al principio en mis competencias tengo temores, tengo miedos y fantasmas, pero luego venzo y en lo único que pienso es en mi propio desafío”. Hizo desde muy niña una forma de vida. Una vida que no fue común a la de otras niñas. La natación la subyugó y a partir de ese momento, su constancia, personalidad y su vida misma le marcaron en sus valores, algo que tal vez desde lo más profundo de su niñez ya estaba decidido.
Cuando ingresamos a la piscina Victoria, institución que brinda en su infraestructura oportunidades para la natación que aún no compite con los deportes tradicionales y que tienen mayor preferencia en este ámbito, percibimos que estamos en uno de los escenarios deportivos más importantes. Allí resalta la figura de Karen que día a día entrena, destacándose por su alto nivel competitivo, porque tiene el compromiso por superarse y hacer mejor las cosas. Aunque también nos damos cuenta que en los intermedios de estas jornadas no deja de faltar la amistad y la confraternización entre los nadadores. Karen Torrez con su sonrisa que la caracteriza, recuerda que empezó la natación a sus 5 años, que lo hizo con el único objetivo de aprender a nadar como otros niños. Poco después, se dio cuenta que este deporte era de su preferencia y se propuso ir a nadar todos los días para lograr el profesionalismo e ingresar a los campeonatos. A sus 10 años obtuvo su primer récord y a los 12 participó de su primer campeonato internacional. “Competir en el exterior ha representado para mi una experiencia inolvidable y al mismo tiempo me ha hecho sentir segura de mi misma”. Una de las mayores satisfacciones en la vida deportiva de Karen han sido los viajes. Nunca soñó salir tan joven del país. Ésta fue una de las principales experiencias de su vida, experiencia en los aeropuertos, recorriendo las calles, viendo otros rostros que nunca se imaginó, porque su vida había discurrido en su pequeño y gran mundo de su familia. El deporte es el reflejo del pensamiento de esta nadadora y que de algún modo se refleja en el dicho de los griegos, cuando hablaban sobre las antiguas y remotas olimpiadas y decían: “mente sana en cuerpo sano”.
Karen Torrez desde niña se propuso triunfar y ciertamente que lo está consiguiendo.
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