06 mayo 2013

En ajedrez, ‘fuera de Zambrana no hay otro’



El ajedrez boliviano no tiene futuro por falta de ayuda. A los más jóvenes se les apoya hasta por ahí; a los de élite, en cambio, prácticamente se los ha echado al olvido y así va a ser difícil conquistar grandes cosas, dice Osvaldo Zambrana, el número uno de Bolivia.

Es el único Gran Maestro que tiene el país, uno entre los 1.000 que hay en el mundo. Pero después de llegar a la cúspide le ha costado continuar, no por falta de condiciones, sino de apoyo.

Por eso practica menos que antes. Ya no es aquel jugador que todo el año andaba de un torneo para otro en distintas partes del mundo, es que entonces tenía respaldo; ahora va sólo adonde le invitan y le pagan todo.

Debido a una política del Viceministerio de Deportes, dejó de existir el presupuesto para los deportistas de élite en el país y más de 30 deportistas dejaron de recibir apoyo directo para realizar sus actividades.

Según Zambrana, en el ajedrez boliviano “hay una mejora en sentido de que ya ganamos Sudamericanos infantiles y Panamericano Sub-20, pero se descuidó el aspecto competitivo absoluto. Se está motivando mucho las categorías inferiores, sin embargo antes de que entre la actual dirección (se refiere al viceministro Miguel Ángel Rimba) habían deportistas de élite, que éramos 34, y teníamos nuestro propio presupuesto, no dependíamos de la Federación, es decir que había una relación directa entre deportista-viceministro. Evaluaban nuestros resultados, teníamos un trabajo más serio a nivel individual”.

En cambio, lo que se hizo ahora “fue reducir el presupuesto y destinar algo a un deportista de alto rendimiento. Pero ni eso alcanza para cubrir todas las necesidades de los atletas”.

A diferencia de lo que ocurría cuando él era de élite, “hoy los deportistas sólo pueden sacar (el apoyo que les dan las autoridades) para pasajes, lo demás sale del bolsillo”, entonces se hace más difícil asistir a certámenes internacionales.

Un claro ejemplo está en lo que le ocurre a él, que “en estos momentos debería estar participando en Brasil, en un campeonato zonal, un torneo entre Perú, Bolivia y el anfitrión, que lo jugué siempre; pero este año la Federación sólo podía darme pasajes, cuando se debe pagar inscripción, estadía, impuestos, etcétera; entonces ahora sólo participo en los campeonatos donde me pagan todo”.

El Gran Maestro considera que, si bien hay buenos resultados entre los más jóvenes, “todo se va a cortar a los 18 años”, es decir cuando los ajedrecistas lleguen a esa edad y se encuentren con que no hay más respaldo.

“Eso está pasando con el ajedrez, donde fuera de Osvaldo Zambrana no hay otro, así de simple. El mejor que tenemos es el campeón panamericano Sub-20 José Daniel Gemy, a ese chico no le dan nada, quizás le facilitan uno o dos pasajes al año, pero sólo eso, no le dan impuestos, viáticos, nada y así cómo va a llegar a ser Maestro. Yo tuve la suerte de que en cierto momento conseguí un patrocinio, mis padres también ayudaron; pero él no tiene esas posibilidades, de manera que ahora está estudiando Derecho y seguramente será abogado, de manera que de aquí a unos años dejará este deporte”.

Zambrana, en todo caso, destaca la labor que está llevando a cabo la Federación Boliviana de Ajedrez. Una muestra —dice él— es la organización de eventos internacionales, como el que se realizará a partir de hoy en Cochabamba, un torneo Continental con la presencia de más de diez Grandes Maestros, entre ellos él.

En la actualidad, Zambrana tiene un club de ajedrez en Sucre, da clases, trata de formar a nuevos valores. “Por ejemplo tengo una niña que salió campeona nacional Sub-8, eso (la de continuar en el deporte y enseñar) es más que todo por pasión, pero para vivir a lo que me dedico es a bienes raíces y también tengo una venta de madera” en la capital.

El deportista ya no se entrena como antes. El ajedrez “ya no tiene mi total atención y sólo participo en certámenes internacionales en los que el país organizador me costea todo: estadía, comida, pasajes y mis honorarios por jugar, porque pedirle al Viceministerio es tener que rogar. Para eso prefiero competir sólo cuando me pagan”.

Entre 2003 y 2008, cuando era considerado un deportista de élite dentro del programa del Viceministerio de Deportes, Osvaldo Zambrana participaba en unos 20 certámenes al año. Manejaba un presupuesto de 120.000 bolivianos anuales y vivía prácticamente fuera del país por sus constantes viajes.

Hoy, a lo mucho está en cinco torneos al año y cobra 1.000 dólares por jugar en cada uno de ellos. Es que los tiempos han cambiado…

Bajó 100 kilos para lograr el título de Gran Maestro

Osvaldo Zambrana es Gran Maestro desde 2005. Se trata del mayor título a nivel mundial que puede obtener un ajedrecista, otorgado por la Federación Internacional de Ajedrez. “Sólo hay 1.000 Grandes Maestros en el planeta, entre activos e inactivos”, se encarga de recalcar.A él le costó sobremanera conseguirlo. Antes fue Maestro FIDE y Maestro Internacional.

“Para ser Gran Maestro hay que ganar tres torneos importantes a nivel mundial, yo gané uno en Brasil y dos en España”, entre los muchos que le tocó disputar.

Rememora que, entre otras cosas, tuvo que bajar de peso porque tal como estaba no le ayudaba en la disciplina.

“Fue cuando entrenaba con mis maestros cubanos y si quería alcanzar el máximo nivel competitivo tenía que bajar de peso, lo hice, creo que bajé unos 100 kilos, porque al momento en que me titulé como Gran Maestro había disminuido ese peso en dos años. Antes pesaba 195 kilos”.

El ajedrez es una disciplina en la que, a pesar de que el deportista debe estar sentado, “exige físicamente, visualmente no es lo que refleja, pero no es fácil sentarse seis horas manteniendo la misma intensidad. Tienes que estar en condiciones físicas excepcionales para poder mantenerte sentado y para poder soportar la tensión nerviosa que exige el ajedrez”.

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