El aprendizaje de la natación consiste en que el niño adquiera movimientos para poder mantener su cuerpo en la superficie del agua y desplazarse en el medio acuático. Este deporte es muy completo, ya que refuerza el desarrollo muscular de los infantes, protege su sistema cardiovascular, regula el colesterol y previene la obesidad. También favorece la flexibilidad, coordinación y agilidad. Es recomendable que los pequeños que sufren diabetes practiquen natación porque mejora su metabolismo, reduce el nivel de glucosa en la sangre y aumenta la producción de insulina. Asimismo, nadar puede ser benéfico para los menores que tienen problemas neurológicos y parálisis cerebral, debido a que es una excelente técnica de estimulación.
Generalmente, se recomienda iniciar este aprendizaje a los 5 años de edad. Sin embargo, es esencial familiarizar al niño con el medio acuático desde su nacimiento para disminuir el miedo que pueda sentir frente al agua.
ETAPAS CLAVES QUE SE DEBEN SEGUIR
ESTIMULACIÓN
Durante los 9 meses de embarazo, el bebé crece en un medio acuático, el cual es acogedor y estimulante. Se recomienda seguir con la estimulación acuática luego del parto para proporcionar al niño un mejor desarrollo de la motricidad. Asimismo, contribuye a evitar que tenga miedo al agua. También tiene beneficios sobre las funciones cognitivas, comunicación, socialización y aspecto afectivo. Se puede iniciar desde el nacimiento. Sin embargo, debes acudir a un centro especializado para tener efectos positivos y acompañar al pequeño durante los ejercicios.
CASA
A partir de los 5 años de edad, se sugiere iniciar el aprendizaje de la natación, ya que el niño puede controlar sus movimientos. Sin embargo, debes prepararlo para esta etapa. En la casa, llena la tina con agua a una temperatura que se asemeja a la de la piscina. Enseña a tu hijo a mojar su cabello, sumergir su cabeza en el agua y mover los pies. Asimismo, acuéstalo boca arriba en el agua. También puedes enseñarle a inspirar por la nariz y expirar por la boca.
ACCESORIOS
Antes de llevar a tu hijo a clases de natación, debes acostumbrarlo a estar en una piscina para que no tenga miedo durante el aprendizaje. Toma en cuenta que su seguridad es fundamental. Por eso, debes utilizar accesorios de flotación. En primer lugar, colócale flotadores. Existen modelos de traje de baño que los incluyen. Esto permite que el pequeño no pueda sacarlos. Debes sujetar a tu hijo en tus brazos y progresivamente soltarle, mostrándole que no corre peligro. Luego, puedes utilizar otros accesorios como los churros de piscina, por ejemplo.
CLASES
Lo ideal para que tu hijo aprenda a nadar consiste en que tome clases con un profesional. Es la mejor manera para que pueda adquirir los diferentes movimientos y controle su respiración. Existen sesiones colectivas o individuales. Según la reacción de tu hijo frente al agua, elige la opción que sea conveniente. Toma en cuenta que puede ser necesario que acudas a las clases para que el niño se sienta en confianza. No dudes en pedir consejos al profesor para que el aprendizaje se efectúe en las mejores condiciones.
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