10 junio 2012

Jugar fuera de la ciudad de La Paz trae más ingresos

Hace dos años, Ramiro Nina, en ese entonces de 26, fue contratado por un equipo para jugar dos días en un torneo de fútbol en Tambo Quemado. A cambio recibió 400 bolivianos.

Dice que fue el pago más elevado que ha recibido hasta el momento, ya que por lo general gana hasta 70 bolivianos por cada partido los fines de semana.

Jugar fútbol en ligas provinciales garantiza mayores ingresos para las personas que se dedican a esta práctica.

Por ejemplo, a Vladimir Rivero hace dos años, cuando tenía 27, le costó creer la oferta que le hicieron para jugar en Ocobaya, en Sud Yungas.

“Me llegaron a pagar 420 bolivianos por partido jugado. Fue lo más que recibí. Recuerdo que jugué unos seis partidos, pero como fuimos desclasificados muy rápido, pues pedí que me redujeran el monto. En ese momento no estaba en un buen nivel”, reconoció el mediocampista.

En El Alto los equipos de barrio pagan hasta 150 bolivianos, según los entrevistados.

“En El Alto hay campeonatos muy competitivos. Además corre mucho dinero, es por eso que a veces son muy rudos”, comentó Rivero.

“No sé, sin embargo, si estamos haciendo bien al fútbol con este tipo de incentivos monetarios”, añadió.

El ex arquero profesional Gualberto Villarroel opinó que para los jóvenes esta actividad “no es buena”.

“Al darles dinero, los chicos llegan a acostumbrarse y se quedan en las ligas barriales, siendo que pueden llegar más lejos”, relató el ex militante de la Universidad del Beni y Orcobol de Cochabamba, entre otros equipos.

Villarroel afirmó que en estos torneos, los jóvenes son propensos a lesiones “de por vida”.

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