05 junio 2014

La equitación, una opción terapéutica y entretenida

Una disciplina que ayuda a conseguir un perfecto equilibrio del cuerpo y la mente a través del contacto con el caballo y la naturaleza. Además, esta apasionante actividad deportiva no conoce edades ni condiciones físicas.
6 RAZONES PARA PRACTICARLA
naturaleza

La equitación se practica generalmente al exterior, lo que permite aprovechar del aire libre y oxigenarse al máximo. Es un excelente medio para alejarse de los ruidos y obligaciones cotidianas. Asimismo, es un remedio perfecto para disminuir el estrés. Además, esta actividad sensibiliza y enseña a respetar el medioambiente, la fauna y flora, además ayuda a relajarse de manera óptima.

compartir

Este deporte consiste en estar constantemente en contacto con el animal. Por lo tanto, la equitación desarrolla una dimensión afectiva importante. La relación con el caballo representa una de las grandes cualidades de este deporte, ya que el jinete debe tenerle confianza para poder manejar de manera correcta las situaciones imprevistas y los comportamientos del animal. Por eso, es primordial aprender a compartir con el caballo.

ejercicio físico

Aunque el principal atleta es el caballo, el jinete se tonifica muscularmente. De hecho, se solicitan los hombros, muslos, abdominales, glúteos y músculos dorsales según la velocidad y el paso del caballo. Generalmente, se puede gastar entre 400 y 600 calorías durante una hora de equitación, lo que permite moldear la silueta y mantener un peso saludable. Asimismo, al contrario del comúnmente pensado, este deporte puede ser saludable para la espalda si se adopta una posición adecuada.

resistencia

El trabajo muscular exige tener resistencia física para practicar equitación en buenas condiciones. Que sea en caminata o en saltos de obstáculos, este deporte desarrolla las facultades respiratorias. Esta actividad es excelente para los pulmones y el corazón, lo que permite protegerse del desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

equilibrio psíquico

La equitación tiene un impacto positivo sobre el equilibrio mental. Esto es debido a la comunicación permanente con el animal. Gracias a este deporte, se desarrolla la paciencia, respeto, humildad y confianza. Algunos terapeutas recomiendan acudir a la equitación para que las personas con depresión o problemas psíquicos se sientan mejor. El hecho de aprovechar de la naturaleza es otro factor importante para estar bien psicológicamente.

emociones

Gracias a la relación con el caballo, el jinete aprende a controlar sus emociones, ya que el animal las percibe. De hecho, sentir ansiedad perturba al caballo, lo que impide que obedezca las instrucciones. Por lo tanto, el jinete puede perder el control del animal y las caídas suelen ser graves hasta fatales. Por eso, es esencial controlarse emocionalmente para crear esta relación de confianza con el caballo. Además, el dominio de las emociones repercute en la vida cotidiana.

PARA LEER EN PROFUNDIDAD
equinoterapia

Es una actividad terapéutica practicada con el caballo. El objetivo es responder a una demanda de ayuda, cuidado o desarrollo personal.

La equinoterapia incluye a 3 miembros: el paciente, el caballo y el terapeuta. Tiene diferentes propiedades. Puede complementar tratamientos de fisioterapia. En este caso, el caballo se convierte en el actor principal de la reeducación, gracias a su calor, movimientos, ritmo, tamaño y prestancia. Permite ayudar a las personas que sufren de discapacidades físicas leves o graves.

También se puede practicar equitación adaptada, la cual consiste en enseñar esta disciplina a una persona discapacitada física o mental, con trastornos del comportamiento, del desarrollo o deficiencia intelectual. En estos casos, se enseña la equitación de manera diferente con métodos pedagógicos adaptados que se adecuan con las necesidades de los pacientes. Asimismo, las clases consisten en actividades educativas para favorecer la comunicación, memoria, comprensión, gestión de emociones, reforzamiento de las nociones espaciotemporales, integración social, aprendizaje, entre otros. Se recomienda esta terapia para personas de todas las edades. Además, el caballo ayuda a relajarse, desarrollar confianza en sí mismo y mejorar las facultades psicomotrices.

Montar a caballo comprende precauciones y una capacitación apropiada

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F. Andres Sabat

Editor Salud

La equitación es un emblema de la guerra y de la caza. Por eso es, sin duda, uno de los deportes más famosos de la historia. Como iniciante, se practica principalmente 3 pasos, los cuales son el paso propiamente dicho, el trote y el galope. Luego, cuando se adquiere practica se pueden empezar los otros pasos y el salto de obstáculos.

Este deporte ayuda a desarrollar capacidades de atención, observación, confianza en sí mismo y paciencia. Además, el contacto con el caballo y la naturaleza aporta beneficios psicológicos y terapéuticos. De hecho, es una disciplina polivalente, ya que provee bienestar tanto físico como mental y social. La equitación también permite reforzar la musculatura de los muslos, brazos, glúteos y abdominales.

Sin embargo, esta actividad comporta riesgos. Por eso, es importante tomar algunas precauciones para evitar accidentes, los cuales pueden tener consecuencias graves. La clave es que el jinete cree una complicidad profunda con el caballo. Por otro lado, tener material de calidad minimiza las caídas. Esto incluye el equipamiento, pero también la vestimenta. Es fundamental utilizar un casco para proteger la cabeza y así, evitar sufrir de lesiones severas. Asimismo, las botas de equitación son importantes, ya que ayudan a controlar los estribos. En cuanto a los pantalones, deben ser cómodos porque entran en contacto con el caballo y pueden dañar tanto al jinete como al animal. Se recomienda usar un chaleco de seguridad, el cual amortigüe los golpes en la columna vertebral y proteja las costillas en una posible caída. Finalmente, debes utilizar guantes y fusta, lo que facilitan el control del animal, impiden el desarrollo de ampollas y son una protección destacable para las manos.

Otro punto importante consiste en mantener la calma cuando se acerca a un caballo para poder crear una relación de confianza con el animal. Por otro lado, antes de montar a caballo, es primordial realizar un calentamiento óptimo para evitar heridas musculares y otros dolores. Sin embargo, aunque estés perfectamente equipado y de temperamento prudente, no se puede practicar equitación sin haber recibido una formación adecuada de un monitor capacitado. Al contrario, sería un verdadero peligro, ya que esta actividad es considerada como un deporte que puede acarrear complicaciones graves hasta irremediables en casos de caídas.

Entonces, es esencial que los jinetes novatos estén bien asesorados y guiados por profesionales experimentados, tomen sus precauciones y tengan suficiente paciencia para aprender esta disciplina. De esta manera, podrán disfrutar de la equitación, sacándole el máximo provecho para su salud y bienestar.


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