01 abril 2013

Bolivia alista equipo de rugby en silla de ruedas

Una de la tarde de un día soleado de domingo. Cecilia Tamayo, de 34 años, ingresa al coliseo de Villa Victoria apoyada en un bastón, su compañero de calle. Sube por una rampa a un lugar al que poco a poco llega otra gente con muletas y bastones.

Cecilia recibe una silla de ruedas con las llantas inclinadas hacia dentro, asiento pequeño y minúsculas llantas de apoyo atrás y adelante. Es su primer entrenamiento. Dice que está emocionada y “nerviosa a la vez”.

Ella es parte de la primera selección nacional de rugby en silla de ruedas. Sus compañeros se alistan e ingresan a la cancha de parqué rojo, descascarado y de tablones sueltos. Entrenarán durante los próximos meses para participar en dos campeonatos sudamericanos. El primero será del 21 al 26 de mayo en Brasil y el segundo en noviembre, en Chile.

Ocho jugadores conforman el equipo hasta el momento: Carlos Mena, Fernando Bonilla, Zulema Guarachi, Freddy Gutiérrez, Mario Guachalla, Cecilia Tamayo, Juan José Jemio y Kevin Limachi.

Los jugadores saben que representarán al país y están felices. “Daremos todo nuestro esfuerzo para mejorar”, afirmó Juan José, del equipo.

Los pies de Cecilia Tamayo están apoyados en dos trozos de madera, atados con cinta adhesiva a los fierros de la silla. Vino al mundo con una disfunción cerebral infantil. Sus neuronas motoras se dañaron por falta de oxígeno y perdió parcialmente la capacidad de movimiento, postura y equilibrio.

Teme caerse de la silla. “Cuando eso pase lo único que puedo hacer es levantarme. Como siempre, he caído y me he parado”, sostiene.

El rugby en silla de ruedas es un deporte paralímpico que surgió en Canadá a fines de los años 70. Compiten personas que tienen discapacidad severa, calificada en categorías que van desde el 0.5 hasta el 3.5, puntos que miden la capacidad de movimiento y coordinación de los participantes.

Quien compite en esta disciplina debe ser cuadrapléjico, cuadriamputado o carecer de movimiento en tres de sus miembros. Para que los equipos contrarios se mantengan nivelados, ninguno puede exceder los ocho puntos de la suma total de las categorías de sus jugadores participantes. Como el juego es mixto, la mujer al entrar en cancha baja en 0.5.

El 28 de febrero se firmó un convenio entre el gobernador de La Paz, César Cocarico, y la Fundación Arcángeles, con el fin de promover acciones dirigidas a la inclusión de personas con discapacidad por medio de eventos deportivos.

Para abril se espera la donación de 15 sillas, valorada cada una en 4.000 dólares aproximadamente.

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