01 agosto 2016

Ni pensar en medallas olímpicas



El deporte boliviano no tiene condiciones para obtener medallas en unos Juegos Olímpicos ni las va a tener mientras no existan políticas sostenidas de apoyo a los deportistas, concluyeron ayer los invitados del programa Piedra, Papel y Tinta de La Razón, emitido por Cadena A.

Dentro de cinco días se pondrán en marcha en Brasil los Juegos Río 2016 (del 5 al 21 de agosto), donde el país asistirá con una delegación de 12 deportistas, ocho de ellos tras haber logrado las marcas mínimas, lo que ya es un paso importante que nunca antes se había dado, pues en anteriores ediciones la mayoría iban en condición de invitados.

El exatleta de fondo Policarpio Calizaya, con tres participaciones en Juegos Olímpicos (Seúl 1988, Barcelona 1992 y Atlanta 1996), sostuvo que “la realidad del deporte boliviano hace que no pensemos en medallas y ni siquiera estar entre los mejores 20 o 10 de cada prueba”.

La periodista Lucía Sauma, conductora del programa televisivo, preguntó si los deportistas pueden ir a una competencia “conscientes de que es imposible llegar al podio, o sea ya derrotados en vez de tener aspiraciones de llegar a lo más alto”.

El periodista Ramiro Siles, editor de los productos deportivos de La Razón (Marcas y Marcas Plus), hizo notar que las marcas de los bolivianos, así hayan superado las exigencias mínimas de sus federaciones internacionales, están lejos de las mejores; por tanto, por más esfuerzo individual que pongan es imposible aspirar a cosas grandes.

Como ejemplo expuso que la mejor marca de la abanderada boliviana, la marchista de 20 kilómetros Ángela Castro, está distante a cinco minutos de la ganadora de la anterior edición de los Juegos, realizada en Londres 2012.

Calizaya remarcó que “están yendo a Brasil los mejores deportistas bolivianos de la actualidad; sin embargo, no debemos esperar excelentes marcas. En el mejor de los casos buscarán mejorar los récords nacionales y situarse lo más arriba posible en sus pruebas, o sea hacer una digna representación”.

Con su experiencia, para ser un atleta de élite “hay que comenzar a trabajar ocho o diez años antes de un evento, es decir, cumplir ciclos; en ese tiempo primero ganar sitiales en Sudamericanos, luego en Panamericanos y, después, ir paso a paso en los Juegos Olímpicos: tratar de estar entre los 20 primeros y en una siguiente edición entre los 10”.

“A los deportistas hay que apoyarlos diez años antes, no tres o cuatro meses antes”, subrayó.

Siles destacó como un buen ejemplo la decisión asumida por la Cervecería Boliviana Nacional (CBN) de apoyar a 10 deportistas bolivianos durante un ciclo olímpico con el programa Tunkas. “El resultado de esos cuatro años de haberles otorgado condiciones verdaderas para trabajar es que cuatro de ellos se han clasificado y van a estar en Río 2016, ese ya es un gran salto, pero no se les puede pedir que traigan medallas porque en general el deporte boliviano está muy lejos de conseguirlas”.

Instó a que el Estado, las instituciones gubernamentales como el Ministerio de Deportes, la empresa privada y otras implementen “verdaderas políticas de apoyo al deporte”.

“Como dijeron los deportistas después de visitar al presidente del Estado, Evo Morales, el dinero que les ofreció el Gobierno en caso de traer alguna medalla debería más bien ser insertado en un plan de apoyo para mejorar su preparación”.

Calizaya subrayó que él fue a tres ediciones de Juegos Olímpicos, además de mundiales de atletismo y otros grandes eventos “sin apoyo, porque nunca me dieron nada. Una vez, cuando gané una medalla sudamericana, como gran cosa me dieron 1.000 bolivianos. Hoy por hoy hay algo de apoyo, los Tunkas es una gran cosa, pero debe haber mucho más si queremos alguna vez traer una medalla olímpica. Ya debería haber un plan para, por ejemplo, seguir apoyando con fuerza a esta muchacha Ángela Castro para que en los próximos Juegos, de aquí a cuatro años, ojalá esté entre las 20 mejores o en el top de las 10 mejores”.

‘Hay buenos DT, falta capacitarlos’

Los Juegos Estudiantiles Plurinacionales “son parte de una buena iniciativa” para incentivar la práctica del deporte, “pero no dan un gran resultado porque si surgen talentos no se los sigue apoyando y se pierden”.

El periodista Ramiro Siles matizó que “los Juegos se acaban cuando terminan”, en alusión a que “los deportistas salen bachilleres y así sean buenos nadie les hace un seguimiento, no hay becas para ellos, no hay atención y si no es por voluntad propia, que no es suficiente, definitivamente se pierden”.

El exatleta Policarpio Calizaya remarcó que “debería haber un programa para que esos jóvenes deportistas tengan dónde continuar su preparación” y una de las cosas que requirió es “respaldo para los entrenadores”.

“En Bolivia hay buenos entrenadores, pero falta capacitarlos, darles bastantes herramientas cada seis meses o por lo menos una vez al año para que estén actualizados. Ya sea mandarlos becados o traer del exterior”.

El editor de Marcas de La Razón hizo notar que “faltando dos años para que se realicen en Bolivia los Juegos Sudamericanos Cochabamba 2018, el país anfi trión ha descuidado la preparación de sus deportistas”.

“Tenemos infraestructura o, en ese sentido, las cosas están bien encaminadas; pero no tenemos equipo Bolivia. En 2018 vamos a contar, seguramente, con la delegación más numerosa de nuestra historia en unos Juegos Odesur por nuestra condición de locales, pero cuántos de esos deportistas van a estar capacitados para ganar medallas si no se les está prestando atención ni apoyo”.

“En casa no podemos ser quintos o sextos, tenemos que aspirar a los primeros lugares, pero eso es capacitando entrenadores, dándoles condiciones de preparación a los deportistas”, subrayó.

Los Juegos Bolivarianos se realizaron por primera vez en Bolivia en 1977, “tiempo antes, a la vez que se trabajaba en mejorar la infraestructura, los deportistas eran entrenados por técnicos extranjeros que fueron traídos para eso. Hoy, salvo una que otra disciplina, no se está poniendo atención en el equipo nacional”.

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