01 agosto 2016

Gladiadores hechos a fuerza de sacrificio



Esfuerzo, sacrificio y amor por Bolivia son el común denominador de los deportistas que del 5 al 21 de agosto representarán al país en los XXXI Juegos Olímpicos Río 2016, quienes aunque son conscientes de sus posibilidades a la hora de competir, dejarán todo en sus pruebas.
Este viernes será la inauguración de los JJOO Río 2016, fecha en la que los 12 deportistas bolivianos desfilarán junto a los mejores de todo el mundo, portando con orgullo la tricolor en sus uniformes.
Muchos podrán decir que Bolivia irá sólo a participar, porque incluso los propios atletas olímpicos son conscientes de que la posibilidad de obtener una medalla es mínima, por no decir nula. Pero antes de señalar con el dedo, es bueno conocer que nuestros deportistas lograron clasificarse a la cita deportiva más importante del mundo con un mínimo de apoyo económico. Ellos no reciben un sueldo por representar al país o por entrenar, lo hacen por el amor que sienten por el país y el orgullo que sienten al portar los colores de la patria.
“Es un sueño que estamos cumpliendo, en lo personal, aún más llevando siempre la tricolor. Siempre estaré orgullosa de llevar la bandera boliviana. Nos hemos preparado bien para esta competencia, hemos trabajado mucho, vamos a dar lo mejor de nosotros en los Juegos Olímpicos”, dijo Ángela Castro, la abanderada del Equipo Bolivia.
Pese a sus limitaciones, los deportistas nacionales sueñan con regalarle un día una medalla olímpica al país y trabajan sin descanso en busca de conseguirlo.
“En la casa, antes de decir papá, creo que dije olimpiadas, porque en la casa es de lo único que se habla, es un sueño que se me quedó en la cabeza”, dijo José Quintanilla, hijo de Katerine Moreno, que fue a cuatro olimpiadas (Seúl 1988, Sydney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008, todas por invitación).

El objetivo de Quintanilla en estas olimpiadas es llegar entre los 30 mejores, pero su meta es Tokio 2020.

“El máximo sueño al que queremos llegar es la medalla en Tokio 2020, que es mi sueño y hacía allá vamos”, dijo.

Karen Tórrez, que también asiste a los Juegos Olímpicos con marca mínima, espera ingresar a la semifinal en los 50 libre. Una hazaña, porque ningún boliviano pudo vencer la fase eliminatoria.

“Nuestro país no tiene los medios económicos que otros países y eso se refleja en los resultados. La gente a veces nos critica porque no ganamos un mundial o unos juegos olímpicos; pero no se ponen a pensar la diferencia abismal que existe en cuestión de medios, infraestructura, tecnología. Si queremos ir a competir y no a participar, tenemos que hablar de un cambio total, desde la base”, manifestó Tórrez.

La nadadora retornará al país tras los Juegos Olímpicos y analizará la posibilidad de dejar la natación. Para asistir al Centro de Alto Rendimiento en Barcelona, desde donde viajará de manera directa a Brasil, tuvo que dejar sus estudios (kinesiología), que tras los juegos retomará para titularse.

Los marchistas, “la esperanza de Bolivia en los Juegos”, como los cataloga la prensa internacional, tienen los pies sobre la tierra, saben que aunque el sueño de lograr una medalla está intacto, alcanzarla en Río no será posible.

“Sólo estamos pensando en la competencia y nada más. Nosotros asistimos más que todo bajar nuestras marcas, estamos lejos todavía de una medalla. Es nuestra primera olimpiada, iremos a ganar experiencia, vamos a ir a dar lo mejor, pretendemos entrar entre los 30 mejores”, dijo Stéfany Coronado, que a sus 19 años, junto a Quintanilla, son los más jóvenes en el Equipo Bolivia.

La mayoría de los atletas olímpicos dejaron de lado los estudios para cumplir con el sueño de llegar a unas olimpiadas, es el caso, por ejemplo, de Wendy Cornejo. “Dejamos los estudios porque nos pusimos la meta de llegar a los Juegos Olímpicos, porque con el entrenamiento extenuante y con las tareas no puedes descansar bien y eso es complicado”.

“Quiero hacer una buena representación en los Juegos Olímpicos de Río 2016, estoy seguro que junto a mis compañeros pondremos en alto el nombre de Bolivia”, dijo Marco Rodríguez, el primer marchista que logró la marca mínima para Río 2016.

“Ésta será una prueba muy dura, tal vez la más dura de mi vida, porque son 50 kilómetros, son casi cinco horas que estamos en competencia. Al igual que todos los deportistas que irán a Río, yo dejaré todo en la pista, todo por mi país”, dijo Ronal Quispe, quien requiere de varias semanas para recuperar el gasto físico que se tiene tras una prueba tan exigente.

Otra prueba extenuante es la maratón (42 km), pero Rosmery Quispe no le tiene miedo, ya que por muchos años se preparó para estos momentos. Su deseo de lograr una buena participación bajo la bandera del país es tal, que prefirió no viajar con todo el Equipo Bolivia a Río esta semana, sino que lo hará unos días antes de su prueba, para así no sufrir con el calor de Brasil, que podría generar su deshidratación. “Yo viajo unos días antes de la competencia, tengo miedo de deshidratarme y no resistir a la hora de la carrera, que es muy difícil porque a partir de los 30 km parece que sólo tu cabeza corre”.

Mientras las marchistas tendrán una mejor performance gracias a que competirán en equipo, el ciclista Óscar “Volcan” Soliz deberá hacerlo solo, con la esperanza de que las fuerzas le alcancen para dejar en alto el nombre de Bolivia. “Creo que tener un equipo es fundamental, estar entre tres o seis del mismo país. Sólo puedo hacer una fuga, pero no tardarán en alcanzarme y nos pasan de largo. De todas formas intentaré de representar dignamente a Bolivia”, dijo Soliz.

“Todo sacrificio tiene una recompensa, el perseguir mis sueños me trajo bastante sacrificios, dejar muchas cosas; sin embargo, cumplir las metas y más aún llegar a unos juegos por mérito propio, será un recuerdo que perdurará toda la vida”, dijo Martín Michel, que competirá en la categoría 90 kilogramos.

“En mi caso, yo trabajo y después de mi trabajo me voy directo a entrenar, mientras mis colegas se van a comer algo, a pasear. Lo mismo en la semana despertarte temprano para ir a entrenar. Pero cuando te gusta una disciplina, no lo ves como un sacrificio, porque sabes que es la única forma llegar lejos y cumplir con tus objetivos”, dijo Carina García, quien pese a no haber nacido en Bolivia, ama a este país y vistió sus colores en varios torneos internacionales, regalándole medallas de oro.

“Todos los que estamos en los Juegos Olímpicos se puede decir que estamos en el mismo nivel, entonces esperemos tener un buen rendimiento para así estar en una final, pero que no será fruto de la casualidad, sino del esfuerzo que se ponga al momento de competir. Éste es el fruto de años de trabajo”, manifestó Rudolf Kinjnenburg, de tiro deportivo, uno de los más optimistas del Equipo Bolivia.



SEIS ENTRENADORES EN RÍO

Seis entrenadores acompañarán a la delegación nacional que competirá en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Dos entrenadores irán en el atletismo, considerando que es el deporte que más cupos logró, seis en total. La entrenadora Martha Marín será quien acompañará a los cinco marchistas. Aunque de seguro tendrá la colaboración de Marco Luque, presidente de la Federación Atlética de Bolivia, que viajará como delegado, porque el 19 de agosto tendrá a cuatro marchistas en competencia (Ángela Castro, Wendy Cornejo, Stefany Coronado y Ronal Quispe) y tendrá que mantener hidratados a sus atletas.

Marco Antonio Condori, exatleta olímpico en maratón, viajará como el entrenador de Rosmery Quispe, que competirá en maratón.

La natación llevará dos representantes, como entrenador de Karen Tórrez irá el español Óscar Domínguez, con quien trabaja en el Centro de Alto Rendimiento en Barcelona; mientras que el padre y entrenador de José Quintanilla, que lleva el mismo nombre, el cruceño José Quintanilla Rosado, será quien lo acompañe.

El judoca Martín Michel irá con su entrenador Juan José Paz; mientras que en el ciclista Óscar Soliz irá con el colombiano Argemiro Flores, quien es parte del Movistar Team Continental, equipo para el que compite “el Volcán”.

Los tiradores deportivos Carina García y Rudolf Knijnemburg tendrán el apoyo de Mohamed Bazbazat, presidente de la Federación Boliviana de Tiro Deportivo, que viajará como delegado.

Junto a ellos completan la delegación Pedro Gonzalo como médico y Tusnelda Flores psicóloga; además de Marco Arze presidente de COB, Mario Aramayo (secretario general), Fabricio Pinto (tesorero), Kjarol Herrera (jefe de misión), Mario Quinteros (jefe de equipo), además de Carolina Rocabado y Erica Zalles.



EL DÍA DE LA PATRIA INICIAN LAS COMPETENCIAS

Óscar Soliz en ciclismo de ruta y Carina García en tiro deportivo abrirán la participación boliviana el sábado 6 de agosto en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

García participará en carabina de Aire a 10 metros de distancia del objetivo. La ronda de clasificación se llevará adelante el sábado 6 de agosto, a partir de las 07:30 (HB) en el Centro Olímpico de Tiro.

Ese mismo día, pero desde las 8:30 (Soliz) Soliz comenzará a pedalear en la prueba de fondo (253 kilómetros) en el Fuerte de Copacabana.

El siguiente boliviano en entrar en acción será Rudolf Knijnenburg, el miércoles 10 de agosto, quien iniciará su participación a las 08:00 (HB) en Pistola Libre 50 metros en el Centro Olímpico de Tiro. Ese mismo día desde las 09:00 (HB) el judoca Martín Michel estará arrancando la competencia en la división hasta 90 kilogramos en la Arena Carioca.

Los nadadores serán los siguientes en competir. El primero será José Quintanilla el jueves 11 de agosto y la segunda Karen Tórrez el viernes 12 de agosto. Ambos competirán en los 50 metros libre, en el estadio Acuático Olímpico. Desde el mediodía se llevará adelante las series de clasificación.

El mismo viernes a las 13:30 (HB) el marchista Marco Rodríguez comenzará su prueba de los 20 kilómetros, en el circuito Pontal.

Dos días (14 de agosto) después la maratonista Rosmery Quispe iniciará la prueba de la maratón desde las 13:30 (HB) en el Zambódromo.

La participación nacional finalizará el 19 de agosto con los marchistas, primero con el ingreso al circuito de Pontal, de Ronal Quispe, que desde las 07:00 (HB) en la prueba de los 50 kilómetros. Ese mismo día, horas más tarde (13:30 HB) iniciarán su prueba la marchistas Stefany Coronado, Wendy Cornejo y Ángela Castro en los 20 kilómetros.



EL APOYO FUE FUNDAMENTAL

Bolivia estuvo presente en Londres 2012 con cinco deportistas, de quienes sólo una, Claudia Balderrama, fue con marca mínima en marcha 20 km. Esta vez van 12, de los cuales sólo tres van con invitación, el resto va con mínima o clasificación por ranking.

Pero este cambio y avance en el deporte boliviano no fue obra y gracia de Dios, sino es el fruto primero del esfuerzo y sacrificio de cada deportista, que esta vez tuvo el apoyo de la empresa privada, del Estado y del Comité Olímpico Boliviano, además claro de las familias de todos ellos, lo que hizo posible esta delegación histórica.

Por ejemplo, los cinco marchistas son parte de diferentes becas, cuatro tiene una beca de nominada Tunkas que inició el 2013 con el gran apoyo de la CBN Wendy Cornejo, Marco Rodríguez y Ángela Castro la tuvieron desde un inicio, Ronal Rodríguez desde el año pasado. Stefany Coronado es parte de la becas de Herbalife Suma Anatiri, desde el 2015. Estas becas, les permitió contar con el material deportivo para entrenar, un entrenador pagado, pero sobre todo tener la posibilidad de viajar a nivel internacional para tener el rose que se requiere para subir de nivel.

Rosmery Quispe, que aunque no es parte de una beca, tuvo la posibilidad de dedicarse exclusivamente al deporte, gracias a que ganó la mayorías de las carreras 10K organizadas por el Estado, donde el premio al ganador es de Bs 14.000, haciendo alrededor de 100.000 al año.

En el caso de Karen Torrez fue parte de una beca olímpica en un Centro de Alto Rendimiento en Barcelona, que además le dio la posibilidad de estar en con+stante competencia a nivel internacional, con los mejores de España. José Quintanilla, Carina García, Rudolf Knijnemburg, Óscar Soliz y Martín Michel, tal vez no en la medida de los otros, pero si recibieron apoyo del COB y el Estado para su preparación.

Aquellos que tienen becas los 12 meses del año, por un ciclo olímpico, demostraron que en Bolivia existe talento y que sólo se requería un apoyo constante, competir a nivel internacional, para empezar a ver los frutos.

Pese a ello, falta mucho para que los deportistas nacionales de élite, tengan las mismas condiciones de los atletas de otros países que pelean en los medalleros olímpicos. “Ahora que tuve la beca de solidaridad olímpica, te das cuenta la diferencia abismal que existe. En España donde están varios de los mejores de este país, tienen un centro de tecnificación de alto rendimiento, donde además de una piscina de 50 metros, tienen todos los medios, un equipo multidisciplinario que apoya a los deportistas. Acá (por España) se valora mucho el esfuerzo del deportista, si a veces no tiene los resultados esperados, no lo van a condenar, como sucede en nuestro país, donde a veces nos dicen, que mal le fue, quedó décimo en un mundial, pero para nosotros es un gran logro, una maravilla”, comentó Tórrez.

García también hizo notar que “uno puede ser el mejor a nivel nacional, pero cuando se sale al exterior es donde estas. Sólo en la competencia constante a nivel internacional puedes lograr los resultados como para después pelear a nivel mundial. Pero tampoco puedes ir todo el tiempo, porque los viajes son caros y nosotros debemos pagarnos”.

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