Lo cierto es que la esbelta cochabambina Daniela Issa, de 29 años, logró descifrar el cerrojo de su esencia aventurera, se animó a inscribir su nombre dentro del ambiente del culturismo y ahora está a pocas horas de debutar oficialmente con el bikini, los tacones, la piel bronceada y la mirada altiva.
Lo hará arriba del escenario, frente a focos, el ojo “clínico” y atento de los jueces y, con certeza, ante las cámaras, que captarán sus poses calculadas desde más de un ángulo.
Será su primera aparición a escala nacional. Antes (el 4 de junio pasado) se convirtió en la Miss Bikini Absoluta de Cochabamba en el departamental que seleccionó a los mejores del valle, mismos que hoy viajarán a Llallagua, Potosí, para ir tras el título en el Apertura 2016.
Está ansiosa. No conoce con exactitud el grado de amenaza con el que posarán sus rivales, a diferencia de otras atletas fitness, que han hecho de la experiencia su herramienta estratégica más c.
Se olvidará, por 72 horas, de la vorágine envolvente que supone lidiar con papeles, propuestas de marketing y cuentas del céntrico gimnasio que dirige de lunes a viernes.
“Vi en el Face una frase que me encantó. Dice que la única persona a la que debes superar la miras en el espejo”, señala, no sin antes dejar resaltado, mediante una risa, que se concibe como una mujer emprendedora y dinámica. No por casualidad Daniela comanda también una pequeña empresa relacionada con el traslado de productos varios.
“Me siento muy feliz. Competir es uno de los objetivos más grandes que siempre tuve. Ahora lo estoy logrando, paso a pasito. Todo está saliendo súper bien”.
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