No por azar o algún evento fortuito el cochabambino Mario Mercado decidió ponerse la camiseta de Colombia y dar lo mejor de sí mismo en procura de sumarle una estrella más a la selección cafetalera. Lo hizo porque ha hallado un sostén económico, moral y, ciertamente, deportivo.
Así, con un panorama más que prometedor sobre su delgada figura, el raquetbolista que hasta hace menos de dos años jugaba por la Llajta dio ayer un zarpazo letal en su propia tierra y se consagró campeón del Mundial Fórmulaflow Pro Am tras derrotar por 3-1 al cruceño Carlos Keller en un partido que dejó en vilo a los espectadores. La carga de tensión en cada minuto del juego era grande y poco importaba lo que acontecía de manera ajena al cotejo.
Fue una suerte de repetición de aquello que sucedió en 2014, cuando en Cali, Colombia, Mercado se despojó de la timidez y robó el título mundial de la categoría Junior ante una afición anfitriona que fue testigo de la destreza de aquel boliviano osado que se animaba a restregar la victoria en la cara de los colombianos, varados entre el asombro y la bronca de saberse disminuidos en su casa.
Quedó intacto aquel recuerdo en la memoria de la familia Mercado, que luego de la proeza de Mario en 2014 actualizó ayer la misma imagen, aunque hubo una pequeña diferencia: la victoria se dio en Cochabamba, donde nació, creció y se formó el campeón del ráquet.
Ante la propuesta arrasadora del boliviano-colombiano, el oriental Keller tuvo que doblegarse. No porque sus condiciones fueran menores, sino porque quizás las cosas estaban dadas para que se alzara el “visitante”.
En la categoría femenina, la vencedora fue la paceña Adriana Riveros, quien se impuso ante la cochabambina Masiel Rivera mediante un 3-1.
El Fórmulaflow no contó con colaboración por parte del Ministerio de Deportes ni de ninguna institución estatal.
El evento mundial se desarrolló gracias a las gestiones que hizo el raquetbolista boliviano Mauricio el Momo Zelada (quien reside en los Estados Unidos) y la Asociación Departamental, comandada por Federico Gutiérrez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario