Cerrar la temporada 2016 entre los 500 mejores del mundo es uno de los objetivos que se fijó el boliviano Sebastián MacLean en su carrera de golfista, pero esta planificación va mucho más lejos. Tiene un proyecto muy ambicioso, pelear los primeros lugares y llegar al Top-10 en los próximos cinco años.
Comentó que estuvo en dos oportunidades cerca de jugar con Tiger Woods, uno de los máximos exponentes del deporte, esto en la Copa América que primero se celebró en Argentina y luego en México, pero el estadounidense se lesionó, "creo que me tiene miedo”, bromeó el boliviano.
Espera medirse con él a finales de la temporada, ya que el campeonato se disputará en México y está en su agenda de presentaciones para está gestión, en la que se incluye 24 certámenes internacionales.
El cruceño está convencido de que " se puede” y que para lograr esas metas tiene que rodearse de las mejores personas, de gente que estuvo y conoce el lugar de privilegio.
"La inversión es grande. Como en todo proyecto hay que invertir para salir adelante, es un ámbito deportivo ultra competitivo, por eso se tiene que contratar a lo mejor, rodearse de gente que estuvo donde uno quiere llegar”, señaló.
Para llegar a su meta, MacLean tiene cuatro entrenadores, todos de primer nivel, quienes trabajan en diferentes aspectos para pulir el diamante. El colombiano Elvis Ardila es uno de ellos. El cafetalero se ocupa del estudio de la biomecánica deportiva del movimiento del cuerpo, prepara nadadores y golfistas.
"Gastón Córdova es hijo de un médico boliviano que vive en Chicago, Estados Unidos. Es un científico investigador del rendimiento humano, es mi coach de rendimiento. Estudia por qué uno es bueno y cómo puede ser bueno”, aseveró el golfista boliviano.
Mike Mandakas es quien se encarga de la parte técnica, el swing de golf, los movimientos buenos y malos del deportista.
Finalmente, el estadounidense Pen Mutz, quien trabaja en el juego corto, "para la zona donde está el hoyo, hay que aprender cómo leer los terrenos, se especializa en ello”.
MacLean es un profesional del golf, es uno de los pocos bolivianos que vive del deporte y es por ello que le dedica el 100% de su tiempo a su preparación. "A diario le dedico seis a ocho horas, es como ir a trabajar.
Tenemos responsabilidades con los patrocinadores, el entrenamiento, gimnasio, hay que leer mucho, también está la labor mental, hay que combinar para estar preparado”, señaló el deportista nacional.
Contó que se levanta a las 7:00 y comienza con su trabajo en gimnasio, luego del desayuno va al campo de golf a trabajar en algún aspecto técnico. En la tarde cumple un trabajo más específico y cierra con otra sesión en el gimnasio.
Sobre su trayectoria, aseguró que hasta sus 12 años ganaba los torneos en el país con "15 y hasta 19 golpes de diferencia” y le tocó jugar en el exterior, en los Estados Unidos en un certamen junior, en el que le dieron "una paliza”. Esa fue la detonante para que tome la decisión de dedicarse de lleno a la actividad, "le dije a mi mamá que quería jugar al máximo nivel y dedicarme a ello, porque en el exterior era mayor la competencia. Fue un momento importante y mi familia apostó por mí”.
"De ahí comencé a jugar y ahora estamos en el máximo nivel, ascendiendo vamos para estar en primeros lugares, por el momento soy sexto a nivel Latinoamérica”, comentó.
"En Estados Unidos gané cinco torneos de la división universitario, el máximo nivel aficionado, poca gente logró ello y estuve entre los 60 de mundo entre los aficionados. Fui campeón del Bolivia Open, que es el máximo en el país, y somos campeones sudamericanos por equipos, gane en cada nivel al que llegué”, remarcó.
En cuanto al ranking mundial, indicó que por una lesión perdió todos sus puntos. A fines de 2014 sufrió una descompensación muscular en el hombro izquierdo, que afectó al sistema nervioso, dañó el nervio radial, por eso dejó de jugar, no le dejaba hacer el swing.
HOJA DE VIDA
Nombre Sebastián MacLean Velásquez.
Lugar y fecha de nacimiento Santa Cruz, el 15 julio 1989.
Familia Percy MacLean y Victoria Velásquez (padres); Andrés y Santiago (hermanos).
Estatura y peso 1,70 metros y 77 kilogramos.
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