07 agosto 2016

Un día después llega el poema de José

“Despierta el alma y lloran los sueños. Y a los sueños no les gusta llorar solos, por eso siempre hay unos ojos para acompañarlos”. Así, con la nostalgia que solo la poesía es capaz de sintetizar en pocas palabras, el nadador boliviano José Quintanilla resumió lo que experimentó el viernes en la noche, cuando junto a sus nueve compañeros de la delegación nacional desfiló en el histórico estadio Maracaná.

Aquellas lágrimas que no intentó disimular en la velada quedaron explicadas en un texto cargado de sentimiento mediante el que dejó ver su destreza en la literatura. Y es que José, ese muchacho de solo 19 años que conmovió a un país entero cuando lloró de emoción en la apertura de los Juegos Río 2016, es el mismo que clasificó a los Juegos con la marca B en los 50 metros libre de la natación.

Este es el verso introductorio de lo que escribió José en su cuenta de Facebook: “Y era verdad lo que decían de ese túnel con banderas en lugar de luces. Y algo de cierto tenían esas palabras que contaban historias de helicópteros sobre estadios. Y no mentían esos labios apretados y esa garganta rota. Contaban de focos iluminando diez mil atletas”.

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