16 agosto 2016
Quintanilla: "Vamos a alcanzar el oro en Tokio"
José Alberto Quintanilla participó por primera vez en unos Juegos Olímpicos y lo hizo en Río 2016. El nadador boliviano compitió en la prueba de 50 metros libre, en la que quedó en el puesto 46, de entre 85 competidores, con un tiempo de 23"35. Sin embargo, lo más llamativo del cruceño es que al finalizar su prueba dijo que ahora apunta al oro en Pekín 2020.
¿Qué te deja tu participación en Río 2016?
Mi primer participación en unos Juegos Olímpicos me deja muy feliz, el resultado no es el que esperábamos, aunque es el tercer mejor tiempo de mi carrera deportiva. Tenía importantes objetivos en esta competencia y no se dio como esperaba, pero entramos entre los top 50 del mundo, y eso es muy bueno.
Terminar en el puesto 46, de entre 85 nadadores, no está nada mal...
La última participación que tuve en un mundial había quedado en el puesto 63 y luego en el 58, ahora estar entre los 50 mejores me deja más que satisfecho, porque es un pasó más hacia el objetivo más grande que queremos lograr.
¿Cuál es ese objetivo?
La medalla de oro en los Juegos de Tokio 2020. Creo que es posible porque si vemos mis marcas de hace un año estaba dentro de los 24 segundos y decíamos es muy difícil bajar tres segundos en casi cuatro años, es casi imposible, pero bajé, incluso en los últimos ocho meses mejoré mi marca en un segundo y medio, por eso ahora sí podemos decir que es casi un hecho que vamos a alcanzar el oro en Tokio 2020.
No siempre que se compite se bajan las marcas, en tu caso tu mejor registro es 22"98 y no pudiste mejorarla en Río 2016...
Imagínese si cada vez que nos vamos a lanzar a la piscina mejoramos nuestros tiempos, entonces el mejor tiempo sería cero. Al final de mi prueba se acercó Karen Tórrez, que nada la misma prueba que yo, me decía si bajáramos marcas cada vez que entramos al agua ¿qué sería?, me dio una palmada en el hombro y eso me dio ánimo.
¿En el momento de lanzarte al agua, ¿qué se te pasó por la mente?
Realmente nada. Cuando compito mi mente está puesta en llegar al otro lado y nada más. En mi prueba se necesita hacer la mínima cantidad de respiraciones y en los últimos 15 metros, cuando falta el aire, lo único que se hace es tratar de llegar lo más rápido posible.
Terminó el ciclo olímpico en Río de Janeiro...
Sí, ahora tenemos un descanso y volveremos a reiniciar los entrenamientos de aquí a dos semanas de cara a los próximos Juegos Olímpicos.
¿Es un reposo total o entrenás algo?
Será un reposo total. Más que descanso físico será mental porque venimos cargados de mucho trabajo físico y mental, entonces la cabeza necesita un poco de relajo.
¿Te percataste de que en tu prueba tenías apoyo de varios bolivianos en las graderías?
Cuando me puse a calentar escuché que me gritaban ‘Josal’, y hay pocas personas que me dicen así; yo dije que raro, no era ni mi madre ni mis hermanos, eran dos amigos de natación que ya no practican el deporte y fue lindo que hayan hecho flamear la bandera de Bolivia. Vinieron del Club Náutico de Beni, otro del Medley y varios del Samix.
¿Sentiste presión?
Realmente no. Vine aquí para disfrutar de los juegos y ganar experiencia, aparte la natación es un deporte exacto y sabíamos en qué puesto más o menos íbamos a quedar. Mi meta era estar entre los top 30, no se dio, pero no sentí presión. La presión tal vez estuvo en la clasificación, esta vez fue disfrute. Yo creo que fue motivación, además sentí el apoyo de un montón de bolivianos que de diversas formas me hicieron llegar su apoyo... una madre me decía que yo era una motivación para que su hijo practique natación y eso me llena de alegría.
¿Te emocionó ver la tricolor nacional en las graderías?
Realmente sí, es indescriptible ver nuestra bandera en otro país, uno se siente más boliviano cuando ve nuestros colores fuera de Bolivia, tal vez no debería ser así, pero es una alegría adicional ver la bandera nuestra en un escenario brasileño. Es una alegría inmensa.
¿Trabajaste mucho para estar aquí?
Sí, trabajé bastante, venía con buenas marcas hasta 2012, ese año llegué a los 24 segundos, yo tenía 15 años, y a partir de ahí no sé qué pasó, tal vez debido a una carga mental no podía bajar en 50 metros libre, en otras pruebas sí bajaba mis tiempos y hacía récords nacionales, entonces intenté cambiar. En 2013 era espaldista, en 2014 era mariposista, en 2015 probé con pecho, pero se acercaban las olimpiadas y otra vez la carga mental no me dejaba bajar la marca en pecho, así que volvimos a los 50 metros libre en la que estuve dentro de los 24 segundos entre 2012 y 2015, entonces dosificamos los entrenamientos hasta entrar entre los 22 segundos y logré 22"98.
¿Ahora se puede decir que te sentís un nadador maduro?
Sí, en las competencias ya me siento maduro. Puedo encarar cualquier evento de cualquier nivel con mucha seguridad, ahora el mayor potencial que tengo es el físico, mi estatura me alcanza para ser bueno en los 50 metros libre. Generalmente mi prueba la ganan deportistas de entre 23 y 28 años aproximadamente. Hay algunos finalistas con 35 años, o sea que me quedan varios Juegos Olímpicos todavía.
Si mantienes ese ascenso puedes llegar muy bien a Tokio 2020...
Sí, eso es lo que comentaba cuando vi a Michael Phelps lograr su medalla número 21 de oro en Juegos Olímpicos y el brillo de esa presea con los flashes de los fotógrafos. Yo me decía: “A ver qué tanto brilla la presea de oro en mi pecho en Tokio”.
¿Admirás a Phelps?
Antes no porque a todos los nadadores los veía iguales y solo los miraba para aprender, pero desde estos juegos, cuando Phelps ganó los 200 metros mariposa, hizo que lo admire, no por su forma de nadar, sino por la forma como encara sus competencias.
Hablemos de lo que pasó en la inauguración, tu llanto dio la vuelta al mundo y te hiciste el deportista más conocido de la delegación boliviana en Río...
Creo que todos los bolivianos se sintieron conmovidos. Para mí es una alegría que la gente lo haya entendido, me llegaron mensajes de bolivianos en el exterior que me decían gracias por representarnos y hacernos sentir orgullosos de nuestro país. Pero lo del llanto no vino en ese momento, ya venía con los ojos aguados y con un nudo en la garganta desde el túnel del estadio antes de salir al desfile, intenté calmarme en el túnel, pensé que lo había conseguido porque estuve feliz en ese momento, pero después, cuando entramos, traté de saludar al público y ya no pude contenerme, me desarmé cuando vi mi imagen en la pantalla.
¿De qué te acordaste?
Me hizo recuerdo de cuando miré por televisión los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y los Juegos de Pekín en los que participaron mis padres (su madre como nadadora y su padre como entrenador). Ahí fue cuando se me vino a la cabeza lo que me decían mis padres de la emoción que iba a sentir en el desfile cuando entre al túnel, vea las banderas y digan Bolivia es increíble. Y de verdad que lo es.
¿Para vos era como un sueño llegar a vivir eso en carne propia?
Sí. porque veía las inauguraciones desde niño, pero de las que más me acuerdo son las de Pekín 2008 y Londres 2012, que las vi por televisión en la sala de mi casa y esa noche de la inauguración de Río 2016, vi en una pantalla gigante en el estadio Maracaná, y yo estaba de protagonista en esa transmisión. Creo que sí... el sueño se me ha cumplido.
¿Estás comprobando que los sueños se pueden cumplir, quiere decir que la medalla a la que aspirás en Tokio 2020 también la podés lograr...
Estamos en una buena generación de deportistas bolivianos, la mejor de la historia, a mi parecer, porque tenemos el mayor número de clasificados a estos juegos con marcas. Creo que estamos mejorando porque ahora soñamos con cosas importantes.
¿Estos resultados los has logrado con el apoyo familiar, sin ayuda de otro lado?
Ahora no necesito nada, la natación por suerte es un deporte que no necesitás de mucha tecnología, necesita un entrenador y un nadador dispuesto a dar la vida en el agua, a romperse los huesos si es necesario y una piscina; y las tres cosas las tenemos, entonces no se necesita nada, más que el entrenador y el nadador comprometidos.
¿Cuántas horas entrenabas en un día de tu preparación?
Entrenaba en tres turnos: dos de natación y uno de gimnasio. Es lo que hacen todos los nadadores a escala mundial. En horas eso significa como cinco horas diarias y si se intensifica un poco más, se llega a seis.
Etiquetas:
Juegos Olimpicos,
Natacion
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario