La cochabambina Karen Tórrez logró una presea que parecía imposible para la natación boliviana, una medalla internacional en un torneo absoluto.
El pasado viernes 1 de abril la sirena valluna consiguió la presea de bronce en los 50 metros libre (25”67) en el Campeonato Sudamericano de Natación, que se desarrolló en Asunción, Paraguay.
Si bien para Bolivia no es la primera medalla sudamericana, las anteriores fueron logradas en torneos juveniles o categoría master, en los que las marcas están muy por debajo de las logradas en los campeonatos absolutos, donde compiten los mejores a nivel internacional.
Pero esta presea obtenida por Tórrez no cayó del cielo ni fue fruto de algunos meses de trabajo, sino es producto de años de entrenamiento y preparación.
“Si me quedaba en Cochabamba creo que hubiera sido casi imposible conquistar esta medalla sudamericana. Sino fuera por el apoyo que tengo con la beca no hubiera conseguido ni este logro ni la marca mínima para clasificar a los Juegos Olímpicos”, dijo Tórrez.
Desde febrero de 2014 Karen Tórrez está en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Sant Cugat de Vallés, en Barcelona, España, gracias a una beca entregada por Solidaridad Olímpica, a través del Comité Olímpico Boliviano (COB).
“En España trabajo entre 6 a 7 horas diarias, tengo doble sesión de agua, dependiendo la carga de metros, y 2 a 3 horas de gimnasio con cardio y trotes”, explicó Karen. Además, señaló que en el CAR cuenta con un entrenador casi personal (Óscar Domínguez), que ve todos los aspectos de su entrenamiento. “No sólo el tema de mi preparación en el agua, sino también el entrenamiento invisible, como le decimos, por ejemplo qué comemos, el porcentaje de grasa que puedes comer, cuánto descansas y todo ello. Cuento con un equipo multidisciplinario que ve todo, la fisioterapia, nutricionista, médico, psicólogo, etc.”.
Otro de los aspectos que ayudaron a conseguir la medalla de bronce sudamericana fue que el CAR cuenta con una piscina de 50 metros donde entrenar, mientras que en Cochabamba ningún nadador de élite puede trabajar en una piscina de 50 metros, porque no hay. Además, que todos deben pagar por entrenar.
“En los torneos oficiales competimos en piscinas de 50 metros, y trabajar en una de 25 es totalmente diferente, por el impulso en las vueltas, la partida muscular que logras y mucho más en las pruebas de velocidad, como en las que compito (50 y 100 metros), donde tienes que cuidar hasta el mínimo detalle, ese aspecto te puede llevar al podio, como salir en el octavo lugar, porque la diferencia ahí son centésimas”, dijo.
La nadadora además dijo que en España está en constante competencia, lo que le permite que poco a poco domine su prueba. “En Bolivia tenemos entre cuatro a cinco competencias nacionales, pero acá (España) tenemos una competición cada dos semanas, o en el peor de los casos una vez al mes, lo que te permite que estés constantemente en repetición del nado de la prueba, donde puedes mejorar las observaciones que te hicieron. En Bolivia, después de meses sin competencia, se te pueden olvidar los errores y volver a repetirlos”, explicó.
Karen cuando se fue a España se puso como meta conseguir la marca mínima para los Juegos Olímpicos Río 2016, lo logró porque cuenta con la mínima “B” (26”16) en los 50 libre. La consiguió en 2015 en un torneo en España, con un tiempo de 26”03, y la ratificó en varias oportunidades en los Juegos Panamericanos Toronto 2015, con 26”01, en el Open Primavera en España con 25”89, y en el Sudamericano en Asunción con 25”67, tiempo con el que se puso a 39 centésimas de la mínima A, que es de 25”24. “Estoy en busca de la mínima A, quien sabe, tal vez la pueda conseguir”, dijo.
La beca que tiene en España finalizará con los Juegos Olímpicos en agosto y aún no decidió cuál será su futuro después.
“Estoy en eso, no sé qué haré. Hace algunos meses pensé en dejar de competir después de los Juegos Olímpicos, pero ahora lo estoy pensando por los Juegos Suramericanos en Cochabamba. Acá estoy estudiando (Fisioterapia) pero no al ritmo que debiera, sólo una o dos materias y quisiera terminar mi carrera. Tal vez continúe si la beca sigue, porque pagarme acá la beca yo es imposible. O tal vez pueda trabajar en Cochabamba, aún no he decidido qué hacer”, finalizó.
Seis van a río 2016 junto a la nadadora Karen Tórrez, cinco marchistas consiguieron su boleto a los Juegos Olímpicos Río 2016. Cuatro en la prueba de los 20 km Ángela Castro, Marco Rodríguez, Wendy Cornejo y Claudia Balderrama; y uno en los 50 km Ronald Quispe. Hay varios otros que postularon a una carta de invitación.
LA PRIMERA EN MUCHAS COSAS
Karen Tórrez rompió muchos hitos históricos de la natación boliviana. Si bien no será la primera mujer boliviana en participar en unos Juegos Olímpicos, si será la primera en asistir con marca mínima y no con una carta de invitación.
También fue la primera mujer boliviana en ingresar a unas eliminatorias de un torneo Sudamericano absoluto, cuando logró el tercer puesto en las eliminatorias de los 50 metros estilo libre. Pero más tarde, ese mismo día, y en esa misma prueba, marcó un hito mayor, se convirtió en la primera nadadora en conquistar una medalla sudamericana (bronce) en un torneo de la categoría absoluta.
Además, la nadadora fue la primera mujer en romper la barrera del minuto en la prueba de los 100 metros estilo libre, tanto en piscina corta (25 metros) como en una olímpica (50 metros).
En julio de 2009, cuando todavía era categoría Juvenil B rompió la barrera del minuto en una piscina olímpica en el Campeonato Mundial en Roma con un tiempo de 59”42, registro que aún es el récord nacional de categoría. Mientras que en piscina corta lo hizo en agosto de ese mismo año con un tiempo de 59”05.
LAS MEDALLAS NO SON CASUALIDAD
Hace algunos meses el presidente del Estado Boliviano, Evo Morales, anunció que a los ganadores de medallas en los XI Juegos Suramericanos Cochabamba 2018 se les pagaría premios económicos, a la de oro $us 30.000, a la de plata $us 20.000 y a la de bronce $us 10.000. “Les estamos avisando con anticipación para que se preparen”, dijo en su momento.
A inicio de mes no sólo Karen Tórrez consiguió una medalla sudamericana, también lo hicieron las marchistas en el Sudamericano en Ecuador: Ángela Castro (oro), Wendy Cornejo (bronce), y el equipo Bolivia en los 20 km con Castro, Cornejo y Stefany Coronado; además de Pablo Rodríguez que logró oro en los 10 km.
Estas preseas son el fruto de casi una década de trabajo, que inició con el esfuerzo personal y familiar, con el apoyo de un entrenador (Marco Ramírez en el caso de Karen y Marta Marín de los marchistas).
Ni la nadadora ni los marchistas hubieran conseguido estos resultados si no tuvieran el apoyo de una beca, en el caso de los marchistas Tunkas de la CBN y Suma Anatiri de Herbalife (gracias al apoyo de la empresa privada), que les permite estar en constante competencia internacional.
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