Uno de los principales motivos de orgullo nacional en las competencias internacionales es, sin duda, el cruceño Rudolf Knijnemburg. El tirador, de 31 años de edad, se convirtió en la cara de Bolivia en los pasados Juegos Odesur de Santiago 2013 donde la delegación nacional sumó únicamente tres medallas de bronce, en una de las más bajas actuaciones internacionales.
En Santiago, Knijnemburg conquistó dos medallas de bronce. Una en la especialidad de 50 metros Pistola Libre y otra en Pistola de Aire 10 metros únicamente el lanzador de bala Aldo Gonzales lo acompañó en el podio con otra medalla de bronce, al igual que el boxeador Rodrigo Carvajal.
El tirador cruceño se consolidó así como la cara boliviana en torneos internacionales de importancia y mereció el reconocimiento de la comunidad deportiva nacional.
En 2013, Rudolf alcanzó una de sus mejores participaciones durante los Juegos Bolivarianos de Trujillo. Allí consiguió cinco medallas en total: una de oro, dos de plata y dos de bronce.
Actualmente el tirador se ha convertido en la referencia de su especialidad y es una de las seguras presencias en próximas citas internacionales, así como en los Juegos Odesur de 2018, que tendrán lugar en Cochabamba.
Tras la participación de Bolivia en los Juegos de Santiago, el país entero reflexionó sobre la pobre campaña nacional en el deporte amateur. El presidente Evo Morales destinó parte de un discurso en un acto protocolar al fracaso nacional. “Los resultados en Odesur son esos: cuatro medallas de bronce, deberíamos tener mucho más y eso es con preparación y disciplina de los atletas”, reclamó Morales tras los Juegos de marzo pasado.
Las autoridades comenzaron una campaña por conseguir la sede de los Juegos Odesur de 2018 y lo lograron. Entonces llegó el anuncio de invertir más de 500 millones de dólares para construir infraestructura y crear nuevas disciplinas.
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