Sonia tuvo miedo de no acabar el maratón

La mañana de ayer amaneció con el cielo cubierto y una garúa que sólo refrescó la jornada. Desde las 7.30, 84 atletas iniciaron el recorrido de los 42 kilómetros de la carrera. La estadounidense Deena Kastor, favorita para el oro, debió abandonar, apenas habían transcurrido 40 minutos.
La boliviana Sonia Calizaya partió al medio del pelotón principal. El número 1196, la remera de Bolivia y una gorrita amarilla la identificaban rápidamente.
Transcurridos 80 minutos, la rumana Constantina Tomescu tomó el primer lugar y no lo abandonó más. Sin mayores contratiempos lograba el oro olímpico con una marca de 2 horas 26 minutos y 44 segundos, muy lejos del récord mundial de Paula Radcliffe, de Gran Bretaña, que es de 2 horas 15 minutos y 25 segundos, logrado en abril de 2003.
Tampoco se batió el récord olímpico, que es de 2 horas 23 minutos y 14 segundos, logrado por Naoko Takahashi, de Japón, en el año 2000.
Sonia Calizaya tuvo una salida precaria, aunque logró reponerse a mitad de la carrera, pero no se animó a atacar en el momento oportuno y, presa del temor, se mantuvo con la idea de terminar y no abandonar...
”Tuve miedo de quedarme sin piernas, por eso traté de no apurarme y no cometer errores. Después me di cuenta de que podía mejorar mi marca y llegar en un mejor lugar”, así resumía su participación.
”Me siento feliz de haber terminado, pese a que llegué 19 segundos más tarde de mi marca, dejando en el camino a varias atletas, como a una española, una colombiana y a una mexicana, quienes habían llegado con un registro mejor”, explicaba la atleta paceña.
Acompañada de Policarpio Calizaya, la fondista nacional repetía que podía haber tenido un mejor desempeño, pero a veces la falta de experiencia internacional influye en estas pruebas de alto nivel.
Sonia terminó en el puesto 59 de un total de 84 inscritas, de las que llegaron a la meta 69. La rumana Constantina Tomescu fue la vencedora del maratón en una ciudad con duras condiciones.
La competencia fue dura y complicada. Con gran esfuerzo las atletas culminaron su intervención; para Sonia Calizaya fue algo especial, terminó bien y pudo haber acabado mejor.