Circuitos naturales con rutas precolombinas que atraviesan por diversas ecoregiones del Parque Nacional y Área de Manejo Integrado (ANMI) Cotapata servirán para la competencia y formación de atletas con un mayor rendimiento en una modalidad de deporte extremo en el mundo, pero nuevo en el país y en Sudamérica.
La afirmación corresponde a la campeona de atletismo, Giovanna Morejón quien organizó la carrera a campo traviesa “Pioneros del chasquimaratón” entre las localidades de El Chairo y Sandillani en los Yungas de La Paz con la participación de cerca de 50 competidores y una treintena de visitantes. “El espacio se da para esta clase de pruebas, ya que los senderos ofrecen ese grado de dificultad que buscan los corredores cuando compiten”, dice la atleta.
La carrera que se dividió en una corta de 12 kilómetros y otra larga de 42, es una prueba del proyecto integral: “Conservación del Parque Nacional Cotapata promocionando el Chasquimaratón en una Ruta Precolombina del Área en Bolivia”, que entre sus acciones prioriza la promoción del turismo de naturaleza incluyendo el componente educativo por la importancia de conservar el lugar.
El proyecto está a cargo de la Fundación para el Desarrollo de la Ecología (FUND-ECO) con el apoyo de la Fundación para el Desarrollo del Sistema de las Áreas Protegidas (FUNDESNAP) y el auspicio del Fondo de Alianzas para Ecosistemas Críticos (CEPF).
Respecto a la carrera de 16 kilómetros, la entrenadora, detalla que se tuvo un ascenso y descenso entre ocho a nueve kilómetros de 45 grados de inclinación que exigió una buena preparación física de los corredores y sin paradas de descanso, que se logró cumplir aproximadamente en una hora y 25 minutos.
Mientras que los competidores en la prueba de 42 kilómetros –detalla Morejón– de los que sólo se recorrieron 39, tuvieron que retornar antes de llegar al río El Carmen, por la dificultad que presentó el camino rocoso que se volvió resbaloso por una precipitación pluvial. Esta segunda prueba con dos paradas se completó en casi 2 horas y 50 minutos.
El proyecto prevé también a aplicación de medidas de protección al medio ambiente, la naturaleza y los restos arqueológicos de los senderos recorridos con el fin de promover un turismo responsable, como por ejemplo la prohibición del uso de plásticos durante la competencia de 2017, además de la separación de la basura orgánica e inorgánica para evitar cualquier impacto ambiental.
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