Kayna Marina Patiño Cossío, nacida un 27 de abril de 1998, es actualmente la número uno del judo boliviano y es una atleta de exportación, no solamente porque tiene en su palmarés 34 medallas sino porque fundamentalmente ella ha descubierto su verdadera vocación en este deporte olímpico.
Es posible que Patiño en algún momento haya intentado imitar a su madre, Emma, quien también fue judoca y medallista, pero la potencia y la precisión de una atleta progresista hacen de Kayna única y con un presente y futuro prometedor para los Juegos Odesur 2018 en representación de Bolivia.
La judoca valluna, quien se declara admiradora de su entrenador Víctor Rodríguez, obtuvo a lo largo de su carrera 16 medallas de oro, 6 de plata y 3 de bronce a nivel nacional. En competiciones internacionales obtuvo 4 medallas de oro, 4 de plata y 1 de bronce.
“El judo me ha enseñado disciplina, responsabilidad y orden. Cuando despierto, lo primero en lo que pienso y lo que quiero hacer es ir a entrenar. Es mi mayor motivación”, comenta Kayna, quien en el último Sudamericano de Judo, disputado hace una semana en Perú, logró 2 medallas de plata en las categorías Sub 17 y Sub 18.
Su primera medalla de oro nacional consiguió en el Panamericano de Judo, desarrollado en 2010 en Tarija. En el plano internacional, obtuvo su primer metal en el Panamericano de Antofagasta, Chile en 2012. Rusia también vio a la judoca valluna en el Mundial disputado en 2014, con una buena actuación. Hoy, Kayna solo piensa en grande y asegura que hará todo para seguir triunfando.
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