Con la mirada puesta en la diana, el deportista levanta su arco, tira de la cuerda con la flecha apuntada al objetivo, la concentración se apodera de todo su cuerpo, el tiempo se detiene mientras contiene el aliento y dispara. Esta es una disciplina en la que el contendiente más fuerte es uno mismo.
El tiro con arco es considerado el deporte más antiguo registrado por el hombre, según el libro de Recórd Guinness, aunque es un tema de debate. Su práctica en Bolivia no tiene más de cinco años. Hoy existen alrededor de 17 clubes en todo el país que cada vez ganan más adeptos.
Uno de ellos es el Club Escuela Mérida, que todas las semanas entrena en el Club Litoral en la zona de Següencoma, en La Paz. El inicio de su historia está ligado a la búsqueda de una quinceañera por encontrar un personaje para caracterizarlo en su fiesta.
Wara Mérida, hace poco más de tres años, encontró a una princesa que casualmente compartía el nombre con ella, era la princesa Mérida de la película Brave, en español Valiente, de Disney, una impetuosa joven cuya habilidad era el tiro con arco.
El interés por la arquería se contagió a toda la familia Mérida. "No había quién nos diga algo sobre el deporte aquí. Nos fuimos a Buenos Aires, Argentina, en busca de un arco para que Wara practique el deporte, y ahí conocimos la Escuela de Tiro con Arco de Raúl Vildoza”, cuenta la directora del Club Mérida y mamá de Wara, Aida Mansilla.
La hija inició su aprendizaje en el tiro con arco y la madre se capacitó como entrenadora. Al regresar a La Paz empezaron la promoción del deporte con el apoyo de la Federación de Tiro Deportivo.
En 2012 se graduaron los 28 arqueros en el Club Mérida, a partir de éste surgió el club Illimani, y se conformó la primera Asociación Municipal de Tiro con Arco en 2013. En la actualidad existe otra asociación en El Alto que incluye a tres clubes con 100 arqueros. La misma cantidad existe en La Paz, distribuida en varios otros clubes.
Una meta, una flecha
Ellos han representado a Bolivia en varios torneos en Perú. Y también organizaron el primer Torneo de Los Andes en La Paz, que se realizó el pasado enero con la participación de Perú, Chile, Colombia, Bolivia y Dinamarca. En el mismo, sus miembros ganaron varias medallas, la mayoría fueron mujeres.
El objetivo es que la flecha llegue al centro del círculo dibujado en la diana, esta lleva anillos concéntricos en donde se puntúa del uno al 10, el centro vale 10 puntos. La distancia oficial de competencia es el lanzamiento de flechas de 70 metros.
Existen varios tipos de arcos para las diferentes etapas del aprendizaje y competición. En Bolivia se encuentran a partir de 250 bolivianos, y pueden llegar a valer varios miles de dólares.
"Para practicar este deporte se necesita técnica, desde cómo levantas el arco hasta como disparas la flecha”, dice Mancilla.
Pasión por la puntería
Robin Hood o Katniss Everdeen, de la película Juegos del Hambre, tendrían mucho de qué hablar con los 50 arqueros del Club Mérida, que son unos apasionados por este deporte.
La familia Gosálvez Calabi, al conocer que se practicaba este deporte en La Paz, se apasionó por aprenderlo.
"Me llegó un mail sobre el inicio de los entrenamientos en La Paz. Mi cuñada estaba interesada hace mucho tiempo en este deporte. Ahora estamos mi esposo, mis tres hijos y mis dos cuñadas. A todos nos encanta”, comenta Lizzy Calabi.
Luis Ibarnegaray, de 13 años, practica hace pocas semanas el tiro con arco y para él la responsabilidad de cada lanzamiento recae única y exclusivamente en sí mismo. "Cada vez que acierto, me siento feliz”, dice.
Para el joven Franco Gosálvez se trata de disciplina y de desafiar las propias limitaciones. "Nunca pensé que iba a ser tan emocionante”, asegura. Su padre, Daniel, considera que es un arte y que requiere de una condición física muy específica, donde "hasta la respiración es un factor importante”.
Para el arquero Javier Peñaloza el tiro con arco es cuestión de nostalgia. "Mi abuelo tenía un arco, y cuando falleció me lo heredó y decidí practicarlo”, cuenta.
Para los arqueros del Club Mérida este deporte no discrimina, ya que personas desde los 12 años en adelante pueden practicarlo, ya que existen arcos para cualquier estatura y peso.
"Es emocionante lanzar una flecha, todo se resume a la concentración. Es mágico”, añade Camila Gosalvez, de 12 años.
Franz Terrazas practica hace un mes y considera que es un deporte "íntimo” que soñaba practicar desde que jugaba a los vaqueros cuando era niño.
"Sólo al soltar la flecha y verla llegar a la diana te das cuenta del resultado de todo tu esfuerzo, un esfuerzo íntimo y personal”.
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