Cuando terminó el partido donde consiguió la tercera medalla de oro en el tenis, Mauricio Estívariz estaba seguro de que al llegar a su casa en Cochabamba se encontraría con una gigantografía de su imagen que muestra una de las tres preseas doradas que ganó en los Juegos Bolivarianos. “Será el retrato que certificará lo que quiero ser en esta vida”, dijo el tenista de profesión.
“Siempre quise saber qué se sentía festejar en el podio con una medalla de oro” contó el cochabambino de 23 años, quien fue una de las figuras bolivianas en el evento bolivariano, al ganar el primer lugar en singles, dobles y en equipo.
“Teníamos un grupo muy fuerte, jugamos tres integrantes que estamos metidos en el profesionalismo. Nosotros dejamos el estudio para dedicarnos a esto, por eso no es raro que hayamos ganado cinco medallas de oro”, apuntó Estívariz, mientras firmaba autógrafos a los niños que se acercaron a él.
Los logros del cochabambino no son producto de la casualidad. “Salí del colegio y me dediqué a prepararme para vivir del tenis”, contó.
Para cumplir con ese objetivo y con el respaldo de sus padres, Estívariz se fue a radicar a Barcelona, España, donde se entrena diariamente entre seis y siete horas al día, con el técnico Miguel Obrador.
“Mis papás me ayudan porque por el momento no gano mucho dinero, sé que en algún momento podré sustentar todos mis gastos”, afirmó esperanzado el jugador ubicado en el puesto 757 del ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP).
Mientras tanto, el tenista boliviano aspira “a vivir del tenis”, pero ya transita por el camino del profesionalismo. Comenzó a competir en eventos internacionales en los cuales llegó a ganar entre 500 y 1.000 dólares. “Todo se va en pagar al entrenador, viajes y además tengo que pagar impuestos”, explicó el tenista.
En los Bolivarianos, Estívariz se reafirmó como el exponente más importante del tenis en el país el 2009. En esta temporada ascendió con el equipo boliviano en la Copa Davis al grupo dos de la zona americana y en los Juegos ayudó a conseguir tres de las cinco preseas que se colgó el deporte blanco de Bolivia en la cita internacional.
Si no hubiese sido tenista —el hincha de Aurora, que sigue a su equipo por internet— habría sido ingeniero. “Pero ahora no hay marcha atrás y quiero seguir en esto hasta el final. Momentos como los que viví en Sucre jamás se olvidan y mi madre se encargará de recordármelos con una gigantografía”, enfatizó el medallista bolivariano.
la cifra 3 preseas de oro sumó Estívariz en el equipo de tenis de Bolivia.
“Siempre quise saber qué se sentía festejar en el podio con una medalla de oro” contó el cochabambino de 23 años, quien fue una de las figuras bolivianas en el evento bolivariano, al ganar el primer lugar en singles, dobles y en equipo.
“Teníamos un grupo muy fuerte, jugamos tres integrantes que estamos metidos en el profesionalismo. Nosotros dejamos el estudio para dedicarnos a esto, por eso no es raro que hayamos ganado cinco medallas de oro”, apuntó Estívariz, mientras firmaba autógrafos a los niños que se acercaron a él.
Los logros del cochabambino no son producto de la casualidad. “Salí del colegio y me dediqué a prepararme para vivir del tenis”, contó.
Para cumplir con ese objetivo y con el respaldo de sus padres, Estívariz se fue a radicar a Barcelona, España, donde se entrena diariamente entre seis y siete horas al día, con el técnico Miguel Obrador.
“Mis papás me ayudan porque por el momento no gano mucho dinero, sé que en algún momento podré sustentar todos mis gastos”, afirmó esperanzado el jugador ubicado en el puesto 757 del ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP).
Mientras tanto, el tenista boliviano aspira “a vivir del tenis”, pero ya transita por el camino del profesionalismo. Comenzó a competir en eventos internacionales en los cuales llegó a ganar entre 500 y 1.000 dólares. “Todo se va en pagar al entrenador, viajes y además tengo que pagar impuestos”, explicó el tenista.
En los Bolivarianos, Estívariz se reafirmó como el exponente más importante del tenis en el país el 2009. En esta temporada ascendió con el equipo boliviano en la Copa Davis al grupo dos de la zona americana y en los Juegos ayudó a conseguir tres de las cinco preseas que se colgó el deporte blanco de Bolivia en la cita internacional.
Si no hubiese sido tenista —el hincha de Aurora, que sigue a su equipo por internet— habría sido ingeniero. “Pero ahora no hay marcha atrás y quiero seguir en esto hasta el final. Momentos como los que viví en Sucre jamás se olvidan y mi madre se encargará de recordármelos con una gigantografía”, enfatizó el medallista bolivariano.
la cifra 3 preseas de oro sumó Estívariz en el equipo de tenis de Bolivia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario