21 diciembre 2009

Los Bolivarianos develan diferencias a todo nivel

Los resultados de los XVI Juegos Deportivos Bolivarianos Sucre 2009 develaron las diferencias abismales entre los primeros países y los últimos. Detrás del medallero general, que dejó a Venezuela como primera con más de 200 preseas doradas, se esconde una serie de aspectos que develan la aplicación de políticas deportivas que en Bolivia son efímeras en respaldo económico a favor de sus deportistas.

Prácticamente, Bolivia y Panamá, en relación al resto de los países (Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú) son los que no otorgan subvención económica mensual a sus deportistas de élite.

Para dar solamente algunos ejemplos, recurrimos a los jefes de misión y miembros de los Comités Olímpicos para conocer el nivel de apoyo económico hacia sus atletas.

Venezuela, que marca la hegemonía de las últimas 13 versiones, otorga una mensualidad de 1.500 dólares a sus deportistas de élite, quienes acostumbran ganar medallas de oro en los diferentes eventos deportivos.

Dicha otorgación de recursos fluctúa de acuerdo al mérito deportivo; por ejemplo, aquellos atletas que están en proceso de formación, pero con gran potencial a mediano plazo, reciben $us 400 mensuales.

Asimismo, todo atleta venezolano de alto rendimiento tiene un seguro de vida nacional e internacional extensivo a su familia. También pueden estudiar lo que quiera con apoyo gubernamental; si necesita ser becado al exterior para seguir creciendo deportivamente, el Gobierno cubre el costo requerido.

2 MIL DÓLARES EN COLOMBIA

En el caso de Colombia, tienen un total de 180 deportistas de élite, focalizados en los deportes que se compiten en los Juegos Olímpicos. Tienen un rango de ingreso mensual que oscila entre 2.000 dólares, como máximo, y $us 150, como mínimo.

Sin embargo, según explicó el jefe de misión de Colombia, Héctor Vélez, un deportista puede recibir mucho más si goza del apoyo de sus gobernaciones y municipios.

A ello se suman los premios incentivo que se conceden cuando ganan medallas en eventos internacionales. Explicó que el premio por una medalla de oro en los Bolivarianos asciende a 1.000 dólares, para los Sudamericanos se duplica, para los Centroamericanos se triplica y para Juegos Panamericanos y Olímpicas suele multiplicarse hasta diez veces o más.

ECUADOR TAMBIÉN SUBVENCIONA

En Ecuador existe una tabla de becas, que está clasificada según el nivel de la competencia. Así, al deportista que consigue una medalla, se le asigna una subvención que oscila entre 150 y 400 dólares mensuales. Eso les permite entrenarse más y vivir dignamente.

El monto de la beca, depende de la medalla. Si ésta es de Juegos Olímpicos, se le asigna el monto máximo.

Además, el Gobierno ecuatoriano asigna un presupuesto anual al Comité Olímpico Ecuatoriano. Éste a su vez, distribuye ese dinero a todas las federaciones deportivas. Cada federación envía, bajo un cronograma anual, a sus deportistas para que participen cada de una de las competencias internacionales.

“Todos los años, nuestros deportistas van a Europa, a América Central, a Colombia, que es una potencia mundial en carambola (en el caso de la disciplina de billar), y tratamos que nuestros deportistas estén siempre en actividad”, declaró el presidente de la Federación Ecuatoriana de Billar, Fabián Serrano.

PERÚ NO SE QUEDA ATRÁS

En el caso de Perú, el Instituto Nacional del Deporte Peruano otorga entre 100 y 1.500 dólares mensuales a deportistas de primer nivel y élite.

En el país incaico existen 300 deportistas de nivel, empero, los considerados de elite apenas llegan a 40.

Esta entidad apoya constantemente a los deportistas con programas y becas a través de aportes económicos mensuales para su preparación, movilización y alimentación.

Según José Quiñones, presidente del Comité Olímpico Peruano y Jefe de Misión, hace poco tiempo se creó el sistema denominado “padrinazgo”, mediante el cual una persona o una institución privada puede aportar dinero al Instituto Nacional del Deporte destinado para algún deportista en específico.

El Gobierno peruano premia a los atletas ganadores de medallas de oro, con 3.300 dólares; a los que se cuelgan la presea de plata, con 1.500; y a los que alcanzaron el bronce, con 1.000 dólares.

EN BOLIVIA CASI NADA

Bolivia tiene una realidad patética. El propio presidente del Comité Olímpico Boliviano, Jorge España Ortiz, no quiso referirse al tema, pues se limitó a decir que “el Estado debe planificar un apoyo masivo al deporte”.

Fuera de él, ningún otro dirigente u otra autoridad pudo precisar cuántos deportistas de élite tiene Bolivia, tampoco se conoce cuántos reciben alguna remuneración económica mensual.

Por otros medios de prensa se conoció que la marchista Geovana Irusta recibió un respaldo especial para los Juegos Bolivarianos, pero se desconoce el monto y por cuánto tiempo. Sería la excepción entre todos los que alcanzaron alguna medalla de los Juegos.

Asimismo, el Equipo Bolivia comenzó a disputar los Juegos sin conocer los premios por medalla ganada. Hasta el momento, la sugerencia que propuso la Asamblea Nacional del Deporte (ANADE), de otorgar 3.000 dólares al medallista de oro, 2.000 al de plata y 1.000 al de bronce, terminó en saco roto.

Solamente algún reconocimiento económico menor a los medalleros por parte de entidades municipales y departamentales fue lo que recibieron los atletas.

Pese a ello, Bolivia alcanzó 20 medallas de oro, lo que hace notar el sobre esfuerzo de los atletas nacionales, que en su mayoría se preparan por cuenta propia y con recursos económicos de sus familiares.

Este contexto refleja el retrasadísimo proceso deportivo que Bolivia todavía no ha logrado consolidar, tal vez, se podría asegurar que ni ha comenzado a preparar. Todo esto obliga a reestructurar el deporte nacional mediante verdaderas políticas deportivas a mediano y largo plazo.

EL DATO

Los XVI Juegos Deportivos Bolivarianos de 2009 movieron en Sucre a 2.377 atletas de seis países en 21 disciplinas.

Se repartieron 1.169 medallas de oro, plata y bronce que acapararon Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Panamá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario