Todavía está dolida. Aún se pregunta por qué fue juzgada, por qué nadie la apoyó después de haber sido protagonista de tantas alegrías para el país. Su descalificación de la delegación que fue a los Juegos Olímpicos Pekín 2008 aún es un mal recuerdo.
Ese episodio hizo que se alejara de la competición. Casi opta por el retiro. No volvió a competir más en marcha. Decidió “extraditarse” y se fue a la Argentina, país donde trabajó como costurera y donde participó en competencias de largo aliento, con premios económicos, buscando ayudarse para sobrevivir.
Geovana Irusta Pinto está de regreso. No olvida lo ocurrido, pero al mal tiempo buena cara, dice, y ha optado por volver a la competición apuntando a los próximos Juegos Deportivos Bolivarianos Sucre 2009, donde su único objetivo es revalidar el título de campeona de los 20 kilómetros de la marcha y colgarse de nuevo la medalla de oro.
¿Está decidido, vuelves a las competiciones?
Claro que sí, estoy desde hace algún tiempo en constante preparación para lo que serán las competencias de esta temporada, en especial para los Bolivarianos.
Tengo previstas otras pruebas internacionales antes, pero son preparatorias, porque el objetivo principal son los Juegos.
¿Estos Juegos serán especiales por realizarse en tu ciudad natal?
Yo siento que tengo un poquito de cada departamento, siempre que he competido en otros departamentos he sentido el cariño de la gente. Por ejemplo, en Cochabamba, cuando se realizó el Sudamericano de Marcha, fue tan grande el cariño de la gente que yo misma me sorprendí; y ahora, en Sucre, que es la tierra donde he nacido, nuevamente volveré a competir, tengo recuerdos bastante lindos y me voy a sentir muy contenta y muy feliz.
¿Cómo está la persona y también la atleta, después de un paréntesis que tú misma decidiste abrir en tu carrera?
Me he dado un paréntesis, pero en sí me he seguido entrenando. Cuando uno lleva el deporte en la sangre, no lo puede dejar, a mí me gusta esto, es mi vida. El paréntesis que he hecho ha sido sólo en la caminata, pero he seguido preparándome. Estoy como programada para no descuidar mi estado físico, acostumbrada a eso, un día logras descansar, pero al segundo día ya no lo puedes hacer porque es una rutina de muchos años y ya no lo puedes dejar de la noche a la mañana. He prolongado más mi etapa de fuerza, he ido al gimnasio, he participado en varias carreras en Buenos Aires y no me descuidé.
Cuando anunciaste que hacías un alto estabas muy molesta con lo que sucedía en ese entonces en el deporte boliviano, sobre todo en el atletismo. ¿Qué opinas hoy de ese episodio?
En la vida hay decisiones que uno toma, de las que no se puede arrepentir. Llegué a un punto en que tenía que elegir entre el deporte y mis estudios, yo siempre pensé que hacer muchas cosas a la vez te convierte en mediocre y elegí hacer una sola cosa, ser profesional en el deporte, y soñaba con darle medallas a mi país. Esa decisión que tomé me ha pesado mucho, porque mientras yo le daba medallas a mi país, mis demás compañeros estaban sacando sus “cartones” de profesionales. Ese momento crítico me llegó el año pasado, cuando tuve un tropezón y nadie me perdonó, por el contrario, me han juzgado muy duro. No fue el pueblo, porque la gente sabe las cosas que he hecho, fueron algunos medios de comunicación, que junto con algunos dirigentes me quisieron sepultar, hablaron barbaridades de mí, me sentí sola porque nadie salió en mi defensa.
Ese momento crítico decidí afrontarlo castigándome yo misma, asumiendo la decisión que tomé (de apartarse de las competencias).
¿Por qué fue tu alejamiento?
Hubo en sí un todo. Te pongo un ejemplo: en Argentina a nadie le interesan las cosas malas que ha hecho Maradona, él es su dios, pese a que fue un mal ejemplo para los jóvenes, pero yo que he tenido un tropiezo nadie me quiso perdonar, ¿por qué?
¿A qué te refieres cuando hablas de un tropiezo?
Siempre accedí con marcas mínimas a todas las competencias, tenía la mejor aproximación para ir a los Juegos Olímpicos de Pekín, me acostumbré a ir siempre con marcas mínimas. Pero esta vez no me dieron los medios para que pueda alcanzar esas marcas, me mandaron a la deriva a las competencias, después de nueve meses recién me han devuelto el dinero que de mi bolsillo he gastado.
Aun así, me faltaba un segundo para obtener la marca, sin embargo me sacaron, pese a que tenía la mejor aproximación, igual me sacaron y yo renuncié al final, porque parecía que los dirigentes querían enfrentarnos entre los deportistas y yo jamás voy a hacer eso, preferí hacerme a un lado, y después dijeron que ya estaba acabada, que estaba vieja, ¿por qué?
¿Qué te anima a volver a la competencia?
Cuando estaba lejos, sentí y valoré las cosas que he alcanzado. Afuera de nuestras fronteras, donde yo esperaba ser una más del montón y alejarme de todo, cuando iba a las competencias en Buenos Aires todos me reconocían y me decían: “Tú eres Geovana”, y me di cuenta de que no se había quedado así nomás lo que hice.
Fui a un hospital a hacerme unas pruebas y el médico me dijo: “Tú eres Geovana, tú eres la deportista boliviana, ¿no? Yo también soy boliviano”. Eso me dio mucha más fuerza para volver y continuar.
Espero no ser soberbia y espero que la gente me siga recibiendo con ese amor y ese cariño, por ellos he vuelto con más ganas.
¿Cuánto has perdido, sobre todo en el ámbito internacional, estando lejos de la competición?
A nivel internacional no he perdido nada, me sigo manteniendo, si hacemos comparaciones en este receso, las marcas sudamericanas no me han superado.
¿Crees que después de todo lo que ha pasado volverás a ser la atleta número uno del país?
Actualmente lo sigo siendo. A ver si hay alguien que ha bajado mis marcas o ha bajado mis récords. En ese caso pensaría en retirarme, pero en mi especialidad no creo que haya otros atletas en este nivel. Me sigo considerando la número uno y voy a ir a los Bolivarianos a defender mi corona.
¿Qué has hecho en todo este tiempo alejada del atletismo?
He seguido entrenando, y tanto que he criticado que hay que dedicarse a una sola cosa, las circunstancias me han obligado a trabajar y entrenar, porque tenía que pagar una deuda. Además tenía que cubrir los gastos de mi preparación para mantener mi nivel, eso cuesta, porque la alimentación que tenemos (los atletas) no es de una persona normal y más aún siendo mujer con tendencia a engordar, una se tiene que cuidar con nutricionista para no aumentar de peso.
Hace poco dijiste que estabas trabajando en un taller de costurera, ¿cómo fue esa experiencia?, ¿qué le aportó a tu vida personal?
Las cosas no son tan dramáticas como las pintan, porque dicen que nos tratan mal, nos hacen cosas, pero eso es porque nuestra gente es muy callada, hay mucha gente humilde que se va a trabajar y esa timidez es confundida y se siente humillada.
Yo he podido, con mi experiencia, conocer muchas culturas y he sabido acomodarme, no ha sido nada desagradable. Cuando te haces respetar y te pones fuerte, las cosas son distintas, allá la gente es muy amable si la sabes tratar, y te trata con educación.
¿Te ha tocado pasar difíciles momentos, sobre todo económicos, en este tiempo?
Yo he trabajado para vivir, para mantenerme en el nivel al que estoy acostumbrada, para pagar la deuda que tenía. Como en todo, hay momentos de vacas gordas y de vacas flacas, hay que saber sobrellevar, hay que saber disfrutar de todo, hay que aprender de las cosas malas, porque te ayudan a madurar.
En algún momento dijiste que por darle dedicación plena al deporte descuidaste otros objetivos como persona. ¿Cuándo le darás tiempo a la Geovana mujer?, ¿piensas casarte y tener hijos pronto o todavía no?
Yo he analizado todas esas cosas, pero llega un momento en que te pones melancólica, yo he elegido esto, no puedo volver atrás. Sigue siendo importante el deporte para mí y voy a seguir los años que me restan de vida en el deporte, dejando a un lado esas etapas que decidí que estén en segundo plano. Es importante para algunas personas formar una familia, pero, para mí, lo más importante es el amor a mi país y quiero seguir dándole medallas.
Pero ¿tienes alguna pareja sentimental?
No, porque es muy difícil, es otra responsabilidad, tienes que dedicarle tiempo que yo lo puedo usar en descansar. A veces mis amigas me dicen que salgamos a bailar, y yo me animo, pero cuando llega el momento estoy cansada y me quedo dormida.
¿Cómo ves al deporte boliviano hoy?
Lastimosamente el deporte en nuestro país se está convirtiendo en un lujo. Hace nueve meses que nos han quitado nuestras becas (a los deportistas de élite) y tenemos que sacar de nuestro bolsillo para apoyarnos, en algunos casos las familias nos tienen que apoyar. Nos estamos olvidando en nuestro país que practicar deporte no sólo es construir escenarios deportivos. Va a llegar el momento en que tengamos en cada rincón del país canchas, pero van a estar desiertas, porque estamos descuidando lo más importante: al deportista.
Tú fuiste una de las que apoyaron a Evo Morales para que sea presidente, con la idea de que el deporte nacional iba a tener un ministerio y mejores condiciones. Nada de eso ha ocurrido, ¿qué opinas ahora?
Nosotros, los deportistas, hemos apoyado. Yo he presentado varios proyectos antes y después de que Evo sea presidente, pero parece que el Presidente está cerrando las puertas a otros deportes, parece que el deporte se está convirtiendo en sinónimo de fútbol y no es así, hay muchos otros que le han dado muchas satisfacciones al
país. Respeto mucho al fútbol porque es un deporte de masas, pero es un deporte profesional donde a los deportistas les pagan para jugar; en los demás deportes somos amateurs, a nosotros nadie nos paga, ahora mismo, para los Bolivarianos, nadie nos puede exigir nada, porque no tiene moral, porque nosotros nos estamos preparando con nuestros medios.
El Fondo de Inversión para el Deporte (FID) está dando becas para la preparación de algunos deportistas en función de los Juegos Bolivarianos ¿Qué opinas al respecto?
No sé en qué consisten, pero estas supuestas ayudas no van a llegar a los deportistas, todo es muy burocrático. Si antes se perdía en el camino el dinero, ahora será peor.
Inviertan lo que inviertan en este momento no sirve de nada, porque todo lo que no se ha hecho en nueve meses no se puede recuperar en cinco, no lo van a poder lograr.
¿Tú crees que nuestro deporte está peor?
Ha tenido sus momentos buenos, sobre todo en la etapa de Milton Melgar (cuando era viceministro de Deportes). Si analizas, en esa época eran 34 los deportistas becados, entonces el Estado podía exigir resultados a los atletas, ahora no puede. Por eso creo que cada medalla que los deportistas saquen en los Bolivarianos va a ser fruto de su propio esfuerzo y el de sus familias. Los que saquen medallas van a ser héroes.
Cambiando de tema, ¿hasta qué edad viviste en Sucre y cuándo te viniste a vivir a La Paz?
Hasta los cinco años, de ahí me vine porque mi papá tuvo que venir a trabajar a La Paz.
¿Y a qué edad empezó tu carrera como atleta?
A los cinco años también, en Sucre, cuando había carreras en mi kínder, a mí ya me gustaba, ahí me nació el ser deportista. Luego, en La Paz, a mis 15 años retomé porque tenía tiempo y mi papá me motivó para que practique deporte.
¿Por qué te dedicaste a la marcha atlética?
Yo hacía de todo y casi inmediatamente empecé a entrenar marcha porque decían que tenía más condiciones y talento para eso.
Si tuvieras que elegir el mejor momento de tu carrera, ¿cuál sería?
El Sudamericano que se llevó a cabo en Cochabamba, fue el más emocionante, los aplausos de la gente, había mucho público en El Prado, con sus banderas. Otro momento importante ha sido cuando logré el puesto 16 del mundo, entrar en el ránking de las 20 mejores del mundo fue emocionante.
Con su firma
Practicar deporte no sólo es construir escenarios deportivos. Va a llegar el momento en que tengamos en cada rincón del país canchas, pero van a estar desiertas porque estamos descuidando lo más importante: al deportista”
Cuando uno lleva el deporte en la sangre, no lo puede dejar, a mí me gusta esto, es mi vida. El paréntesis que he hecho ha sido sólo en la caminata, pero he seguido preparándome”
Yo he trabajo para vivir, para mantenerme en el nivel que estoy acontumbrada, para pagar la deuda que tenía. Como en todo, hay momentos de vacas gordas y de vacas flacas, hay que saber disfrutar de todo”
Su ficha
Nombre: Geovana Irusta Pinto
Fecha de Nacimiento: 26 de septiembre de 1975
Lugar: Sucre
Edad: 33 años
Padres: Rosendo Irusta y Dalia Pinto
Sus logros: Es ocho veces consecutivas campeona sudamericana, tres veces campeona bolivariana, obtuvo el puesto 16 del mundo, y también el cuarto lugar panamericano.
Ese episodio hizo que se alejara de la competición. Casi opta por el retiro. No volvió a competir más en marcha. Decidió “extraditarse” y se fue a la Argentina, país donde trabajó como costurera y donde participó en competencias de largo aliento, con premios económicos, buscando ayudarse para sobrevivir.
Geovana Irusta Pinto está de regreso. No olvida lo ocurrido, pero al mal tiempo buena cara, dice, y ha optado por volver a la competición apuntando a los próximos Juegos Deportivos Bolivarianos Sucre 2009, donde su único objetivo es revalidar el título de campeona de los 20 kilómetros de la marcha y colgarse de nuevo la medalla de oro.
¿Está decidido, vuelves a las competiciones?
Claro que sí, estoy desde hace algún tiempo en constante preparación para lo que serán las competencias de esta temporada, en especial para los Bolivarianos.
Tengo previstas otras pruebas internacionales antes, pero son preparatorias, porque el objetivo principal son los Juegos.
¿Estos Juegos serán especiales por realizarse en tu ciudad natal?
Yo siento que tengo un poquito de cada departamento, siempre que he competido en otros departamentos he sentido el cariño de la gente. Por ejemplo, en Cochabamba, cuando se realizó el Sudamericano de Marcha, fue tan grande el cariño de la gente que yo misma me sorprendí; y ahora, en Sucre, que es la tierra donde he nacido, nuevamente volveré a competir, tengo recuerdos bastante lindos y me voy a sentir muy contenta y muy feliz.
¿Cómo está la persona y también la atleta, después de un paréntesis que tú misma decidiste abrir en tu carrera?
Me he dado un paréntesis, pero en sí me he seguido entrenando. Cuando uno lleva el deporte en la sangre, no lo puede dejar, a mí me gusta esto, es mi vida. El paréntesis que he hecho ha sido sólo en la caminata, pero he seguido preparándome. Estoy como programada para no descuidar mi estado físico, acostumbrada a eso, un día logras descansar, pero al segundo día ya no lo puedes hacer porque es una rutina de muchos años y ya no lo puedes dejar de la noche a la mañana. He prolongado más mi etapa de fuerza, he ido al gimnasio, he participado en varias carreras en Buenos Aires y no me descuidé.
Cuando anunciaste que hacías un alto estabas muy molesta con lo que sucedía en ese entonces en el deporte boliviano, sobre todo en el atletismo. ¿Qué opinas hoy de ese episodio?
En la vida hay decisiones que uno toma, de las que no se puede arrepentir. Llegué a un punto en que tenía que elegir entre el deporte y mis estudios, yo siempre pensé que hacer muchas cosas a la vez te convierte en mediocre y elegí hacer una sola cosa, ser profesional en el deporte, y soñaba con darle medallas a mi país. Esa decisión que tomé me ha pesado mucho, porque mientras yo le daba medallas a mi país, mis demás compañeros estaban sacando sus “cartones” de profesionales. Ese momento crítico me llegó el año pasado, cuando tuve un tropezón y nadie me perdonó, por el contrario, me han juzgado muy duro. No fue el pueblo, porque la gente sabe las cosas que he hecho, fueron algunos medios de comunicación, que junto con algunos dirigentes me quisieron sepultar, hablaron barbaridades de mí, me sentí sola porque nadie salió en mi defensa.
Ese momento crítico decidí afrontarlo castigándome yo misma, asumiendo la decisión que tomé (de apartarse de las competencias).
¿Por qué fue tu alejamiento?
Hubo en sí un todo. Te pongo un ejemplo: en Argentina a nadie le interesan las cosas malas que ha hecho Maradona, él es su dios, pese a que fue un mal ejemplo para los jóvenes, pero yo que he tenido un tropiezo nadie me quiso perdonar, ¿por qué?
¿A qué te refieres cuando hablas de un tropiezo?
Siempre accedí con marcas mínimas a todas las competencias, tenía la mejor aproximación para ir a los Juegos Olímpicos de Pekín, me acostumbré a ir siempre con marcas mínimas. Pero esta vez no me dieron los medios para que pueda alcanzar esas marcas, me mandaron a la deriva a las competencias, después de nueve meses recién me han devuelto el dinero que de mi bolsillo he gastado.
Aun así, me faltaba un segundo para obtener la marca, sin embargo me sacaron, pese a que tenía la mejor aproximación, igual me sacaron y yo renuncié al final, porque parecía que los dirigentes querían enfrentarnos entre los deportistas y yo jamás voy a hacer eso, preferí hacerme a un lado, y después dijeron que ya estaba acabada, que estaba vieja, ¿por qué?
¿Qué te anima a volver a la competencia?
Cuando estaba lejos, sentí y valoré las cosas que he alcanzado. Afuera de nuestras fronteras, donde yo esperaba ser una más del montón y alejarme de todo, cuando iba a las competencias en Buenos Aires todos me reconocían y me decían: “Tú eres Geovana”, y me di cuenta de que no se había quedado así nomás lo que hice.
Fui a un hospital a hacerme unas pruebas y el médico me dijo: “Tú eres Geovana, tú eres la deportista boliviana, ¿no? Yo también soy boliviano”. Eso me dio mucha más fuerza para volver y continuar.
Espero no ser soberbia y espero que la gente me siga recibiendo con ese amor y ese cariño, por ellos he vuelto con más ganas.
¿Cuánto has perdido, sobre todo en el ámbito internacional, estando lejos de la competición?
A nivel internacional no he perdido nada, me sigo manteniendo, si hacemos comparaciones en este receso, las marcas sudamericanas no me han superado.
¿Crees que después de todo lo que ha pasado volverás a ser la atleta número uno del país?
Actualmente lo sigo siendo. A ver si hay alguien que ha bajado mis marcas o ha bajado mis récords. En ese caso pensaría en retirarme, pero en mi especialidad no creo que haya otros atletas en este nivel. Me sigo considerando la número uno y voy a ir a los Bolivarianos a defender mi corona.
¿Qué has hecho en todo este tiempo alejada del atletismo?
He seguido entrenando, y tanto que he criticado que hay que dedicarse a una sola cosa, las circunstancias me han obligado a trabajar y entrenar, porque tenía que pagar una deuda. Además tenía que cubrir los gastos de mi preparación para mantener mi nivel, eso cuesta, porque la alimentación que tenemos (los atletas) no es de una persona normal y más aún siendo mujer con tendencia a engordar, una se tiene que cuidar con nutricionista para no aumentar de peso.
Hace poco dijiste que estabas trabajando en un taller de costurera, ¿cómo fue esa experiencia?, ¿qué le aportó a tu vida personal?
Las cosas no son tan dramáticas como las pintan, porque dicen que nos tratan mal, nos hacen cosas, pero eso es porque nuestra gente es muy callada, hay mucha gente humilde que se va a trabajar y esa timidez es confundida y se siente humillada.
Yo he podido, con mi experiencia, conocer muchas culturas y he sabido acomodarme, no ha sido nada desagradable. Cuando te haces respetar y te pones fuerte, las cosas son distintas, allá la gente es muy amable si la sabes tratar, y te trata con educación.
¿Te ha tocado pasar difíciles momentos, sobre todo económicos, en este tiempo?
Yo he trabajado para vivir, para mantenerme en el nivel al que estoy acostumbrada, para pagar la deuda que tenía. Como en todo, hay momentos de vacas gordas y de vacas flacas, hay que saber sobrellevar, hay que saber disfrutar de todo, hay que aprender de las cosas malas, porque te ayudan a madurar.
En algún momento dijiste que por darle dedicación plena al deporte descuidaste otros objetivos como persona. ¿Cuándo le darás tiempo a la Geovana mujer?, ¿piensas casarte y tener hijos pronto o todavía no?
Yo he analizado todas esas cosas, pero llega un momento en que te pones melancólica, yo he elegido esto, no puedo volver atrás. Sigue siendo importante el deporte para mí y voy a seguir los años que me restan de vida en el deporte, dejando a un lado esas etapas que decidí que estén en segundo plano. Es importante para algunas personas formar una familia, pero, para mí, lo más importante es el amor a mi país y quiero seguir dándole medallas.
Pero ¿tienes alguna pareja sentimental?
No, porque es muy difícil, es otra responsabilidad, tienes que dedicarle tiempo que yo lo puedo usar en descansar. A veces mis amigas me dicen que salgamos a bailar, y yo me animo, pero cuando llega el momento estoy cansada y me quedo dormida.
¿Cómo ves al deporte boliviano hoy?
Lastimosamente el deporte en nuestro país se está convirtiendo en un lujo. Hace nueve meses que nos han quitado nuestras becas (a los deportistas de élite) y tenemos que sacar de nuestro bolsillo para apoyarnos, en algunos casos las familias nos tienen que apoyar. Nos estamos olvidando en nuestro país que practicar deporte no sólo es construir escenarios deportivos. Va a llegar el momento en que tengamos en cada rincón del país canchas, pero van a estar desiertas, porque estamos descuidando lo más importante: al deportista.
Tú fuiste una de las que apoyaron a Evo Morales para que sea presidente, con la idea de que el deporte nacional iba a tener un ministerio y mejores condiciones. Nada de eso ha ocurrido, ¿qué opinas ahora?
Nosotros, los deportistas, hemos apoyado. Yo he presentado varios proyectos antes y después de que Evo sea presidente, pero parece que el Presidente está cerrando las puertas a otros deportes, parece que el deporte se está convirtiendo en sinónimo de fútbol y no es así, hay muchos otros que le han dado muchas satisfacciones al
país. Respeto mucho al fútbol porque es un deporte de masas, pero es un deporte profesional donde a los deportistas les pagan para jugar; en los demás deportes somos amateurs, a nosotros nadie nos paga, ahora mismo, para los Bolivarianos, nadie nos puede exigir nada, porque no tiene moral, porque nosotros nos estamos preparando con nuestros medios.
El Fondo de Inversión para el Deporte (FID) está dando becas para la preparación de algunos deportistas en función de los Juegos Bolivarianos ¿Qué opinas al respecto?
No sé en qué consisten, pero estas supuestas ayudas no van a llegar a los deportistas, todo es muy burocrático. Si antes se perdía en el camino el dinero, ahora será peor.
Inviertan lo que inviertan en este momento no sirve de nada, porque todo lo que no se ha hecho en nueve meses no se puede recuperar en cinco, no lo van a poder lograr.
¿Tú crees que nuestro deporte está peor?
Ha tenido sus momentos buenos, sobre todo en la etapa de Milton Melgar (cuando era viceministro de Deportes). Si analizas, en esa época eran 34 los deportistas becados, entonces el Estado podía exigir resultados a los atletas, ahora no puede. Por eso creo que cada medalla que los deportistas saquen en los Bolivarianos va a ser fruto de su propio esfuerzo y el de sus familias. Los que saquen medallas van a ser héroes.
Cambiando de tema, ¿hasta qué edad viviste en Sucre y cuándo te viniste a vivir a La Paz?
Hasta los cinco años, de ahí me vine porque mi papá tuvo que venir a trabajar a La Paz.
¿Y a qué edad empezó tu carrera como atleta?
A los cinco años también, en Sucre, cuando había carreras en mi kínder, a mí ya me gustaba, ahí me nació el ser deportista. Luego, en La Paz, a mis 15 años retomé porque tenía tiempo y mi papá me motivó para que practique deporte.
¿Por qué te dedicaste a la marcha atlética?
Yo hacía de todo y casi inmediatamente empecé a entrenar marcha porque decían que tenía más condiciones y talento para eso.
Si tuvieras que elegir el mejor momento de tu carrera, ¿cuál sería?
El Sudamericano que se llevó a cabo en Cochabamba, fue el más emocionante, los aplausos de la gente, había mucho público en El Prado, con sus banderas. Otro momento importante ha sido cuando logré el puesto 16 del mundo, entrar en el ránking de las 20 mejores del mundo fue emocionante.
Con su firma
Practicar deporte no sólo es construir escenarios deportivos. Va a llegar el momento en que tengamos en cada rincón del país canchas, pero van a estar desiertas porque estamos descuidando lo más importante: al deportista”
Cuando uno lleva el deporte en la sangre, no lo puede dejar, a mí me gusta esto, es mi vida. El paréntesis que he hecho ha sido sólo en la caminata, pero he seguido preparándome”
Yo he trabajo para vivir, para mantenerme en el nivel que estoy acontumbrada, para pagar la deuda que tenía. Como en todo, hay momentos de vacas gordas y de vacas flacas, hay que saber disfrutar de todo”
Su ficha
Nombre: Geovana Irusta Pinto
Fecha de Nacimiento: 26 de septiembre de 1975
Lugar: Sucre
Edad: 33 años
Padres: Rosendo Irusta y Dalia Pinto
Sus logros: Es ocho veces consecutivas campeona sudamericana, tres veces campeona bolivariana, obtuvo el puesto 16 del mundo, y también el cuarto lugar panamericano.
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