Syler, que vive y se entrena en EEUU desde 2011, logró un debut soñado, en la meca de la MMA mundial. Entró en el octágono del War Memorial Auditorium con una pequeña desventaja de estatura, pero seguro de ganar. “Él era boxeador de los buenos, por eso la estrategia era comenzar boxeando en corta distancia, para luego derribarlo y desarrollar la pelea en el piso”, dijo Syler, que no recibió golpes de consideración.
El combate
Tras la orden del juez, el primero en atacar fue el boliviano, con dos jabs de izquierda, pero recibió el contrataque del moreno Thomas, que lo hizo retroceder. Enseguida, se repitió la acción, pero esta vez el cruceño sorprendió a Thomas alzándolo y tirándolo al piso. El público ya tenía un favorito, al que apoyó desde esa acción.
El local forcejeó para liberarse, pero estaba envuelto en las piernas de Syler, que no paró de descargar golpes de puño y codo. “Lo golpeé sin parar, pero no lograba el nocaut. Cuando le produje un corte por su oreja y comenzó a sangrar, Patrick se desesperó y se puso de barriga al piso. Fue el momento de estrangularlo”, recordó el boliviano.
Envolvió su cuello con el brazo y concentró toda su fuerza allí, hasta que el moreno golpeó tres veces el piso, en señal de rendición (sumisión). A Bentley le bastaron 2 minutos y 54 segundos para ganar de la mejor forma y con espectacularidad.
El cruceño, con una victoria profesional, tiene planeado hacer otra pelea en abril y construir un récord atractivo para llegar a la UCF (Ultimate Fighting Championship), la liga de MMA más importante del planeta
EL DATO
Un deportista que va en ascenso
Syler actualmente pelea en la categoría 62 kg, pero está esperando el momento ideal para bajar a la de 58 kg.
Como todo debutante, Bentley ganó $us 1.000 por su pelea, aunque para él el dinero era lo de menos.
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