Con una participación ‘de película’ en el Mundial de Karate Kiokushin de Hungría, el cruceño Moisés Montero logró meter a Bolivia en el sexto lugar del ranking ecuménico de esta disciplina. En dicho torneo, el nacional sufrió una herida en la canilla, que por el momento lo mantiene fuera de los cuadriláteros.
Lo que hizo Montero fue una gran muestra de gallardía y técnica, que le permitió alcanzar los octavos de final de la categoría pesado, en la cita de Budapest, desarrollada hace un par de semanas. Él hizo el mejor papel entre los bolivianos, terminando décimo en su categoría entre más de 75 participantes, seguido por el también cruceño Renato Méndez, que acabó 45 en la misma categoría.
Moisés ganó su primer duelo al representante de Giorgia, Eduar Jeanoashuili, por decisión dividida de los jueces. “El segundo fue el más duro. Me entregué alma, vida y corazón para ganar y lo logré”, dijo el boliviano, que eliminó al japonés Fujji Masaki. Lo malo fue que, al dedicarse a debilitar las piernas de su rival con patadas le quedó sangre coagulada en la parte interna de su canilla derecha.
El tercer duelo fue ante el holandés Senol Cem, a quien estuvo cerca de ganar. “En el segundo alargue tenía todo a mi favor, pero cuando quedaban 10 segundos, el árbitro paró el combate y me indicó que mi pierna estaba sangrando. No se pudo continuar y quedé eliminado”, recordó.
Aunque le hicieron un vendaje, la hemorragia no paró. Llegando a Santa Cruz le hicieron seis puntos y ahora no entrena para recuperarse.
De esa forma, hace un par de días Bolivia apareció en el sexto lugar del ranking mundial de karate kiokushin, de la categoría pesado. “Esperamos que este éxito nos ayude a masificar este lindo deporte”, dijo Montero.
Lo que hizo Montero fue una gran muestra de gallardía y técnica, que le permitió alcanzar los octavos de final de la categoría pesado, en la cita de Budapest, desarrollada hace un par de semanas. Él hizo el mejor papel entre los bolivianos, terminando décimo en su categoría entre más de 75 participantes, seguido por el también cruceño Renato Méndez, que acabó 45 en la misma categoría.
Moisés ganó su primer duelo al representante de Giorgia, Eduar Jeanoashuili, por decisión dividida de los jueces. “El segundo fue el más duro. Me entregué alma, vida y corazón para ganar y lo logré”, dijo el boliviano, que eliminó al japonés Fujji Masaki. Lo malo fue que, al dedicarse a debilitar las piernas de su rival con patadas le quedó sangre coagulada en la parte interna de su canilla derecha.
El tercer duelo fue ante el holandés Senol Cem, a quien estuvo cerca de ganar. “En el segundo alargue tenía todo a mi favor, pero cuando quedaban 10 segundos, el árbitro paró el combate y me indicó que mi pierna estaba sangrando. No se pudo continuar y quedé eliminado”, recordó.
Aunque le hicieron un vendaje, la hemorragia no paró. Llegando a Santa Cruz le hicieron seis puntos y ahora no entrena para recuperarse.
De esa forma, hace un par de días Bolivia apareció en el sexto lugar del ranking mundial de karate kiokushin, de la categoría pesado. “Esperamos que este éxito nos ayude a masificar este lindo deporte”, dijo Montero.
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