La cabeza del viceministro de Deportes, Víctor Barrientos, pende de un hilo. Fuentes del Ministerio de Salud revelaron ayer que hay una marcada molestia en el Gobierno contra la autoridad, por haber enviado una carta al Presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) con términos que no son compartidos en las altas esferas.
Acción trató anoche de contactar al ministro de Salud y Deportes, Ramiro Tapia, pero su teléfono celular estaba apagado.
En la carta en cuestión, Barrientos asume la representación de las “autoridades bolivianas” y dice que éstas no se habían dado cuenta “de que sólo existíamos cuando se nos pedía exención de impuestos, premios a los jugadores de la Selección, pago al Tribunal de Resolución de Disputas o la liberación del impuesto al viajero para dirigentes que salen del país ‘invitados’ a presenciar partidos en el extranjero”.
“Qué grande fue nuestra equivocación —agrega— al pensar que la defensa (en alusión a la altura) es cuestión de todos, qué error cometió el Presidente del Estado Plurinacional (Evo Morales) cuando se tomó la atribución de viajar a Zúrich y decirle a Joseph Blatter que Bolivia juega donde quiera, y más aún cuando gritó a los cuatro vientos que el fútbol es universal y el deporte un derecho humano”.
Da a entender que el Órgano Ejecutivo es el que pone las soluciones que deberían ser obra de los dirigentes del fútbol.
Según trascendió, ni Tapia ni otras autoridades gubernamentales avalan los términos de la misiva, y ésta le puede costar el cargo a Barrientos en el curso de las próximas horas.
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