19 octubre 2009

La segunda Vuelta a Bolivia..., en el punto de partida


Dentro de 12 días, el próximo sábado 31, el segundo anillo (esquina avenida Cotoca) de la ciudad de Santa Cruz será escenario (20.00) del inicio de la segunda versión de la Vuelta a Bolivia de Ciclismo, la carrera que desde el año pasado reemplaza a la tradición Doble Copacabana.

Participarán 12 equipos, siete nacionales y cinco extranjeros, que recorrerán una distancia de 1.267,2 kilómetros (19,8 kilómetros menos que la primera versión), divididos en un Prólogo y ocho etapas (las dos últimas divididas en dos semietapas), que unirán cuatro departamentos del país: Santa Cruz, Cochabamba, Oruro y La Paz.

Será la competencia más larga en el territorio nacional, organizada por el Grupo Fides: nueve días de competencia, uno más que la primera versión, ganada —cabe recordarlo— por el colombiano Fernando Camargo, en la clasificación individual; y el Boyacá, también de Colombia, por equipos.

La segunda versión de la Vuelta a Bolivia tendrá, sin embargo, importantes diferencias respecto de la primera. Habrá ocho equipos menos que el año pasado, cuando habían intervenido 13 nacionales y siete extranjeros. Y se repartirán 33.250 dólares en premios, 17.750 menos que en la primera versión.

Además se han suprimido las metas volantes, mientras que serán ocho las metas montaña (una más que el año pasado).

El Grupo Fides no pudo escaparle a la crisis económica que afecta a gran parte del planeta, por eso se vio obligado a reducir el monto de los premios y por ende el número de los equipos participantes. Sin embargo y pese a los inconvenientes, la idea es mantener la calidad de la competencia, catalogada por la Unión Ciclista Internacional (UCI) con una puntuación de 2.5, lo que la convierte en una de las pruebas más importantes de Latinoamérica.

En el plano estrictamente deportivo, otra vez la competencia —como sucedió el año pasado— se iniciará desde menos de 500 metros sobre el nivel del mar, hasta llegar —en algunos tramos— a más de 4.000.

Las tres primeras etapas se correrán en un terreno plano, sin superar los 500 metros de altitud. Además los ciclistas tendrán que soportar altas temperaturas, propias del territorio en esa parte de la región.

En la cuarta, que se correrá entre Corani y Cochabamba, si bien la altitud superará los 3.500 metros sobre el nivel del mar, en varios tramos, será una etapa en bajada, en la que se alcanzarán las más altas velocidades.

En esta etapa, además, después de un recorrido de 22 kilómetros desde la partida en Corani habrá una neutralización de 3,55 kilómetros.

A partir de la quinta etapa —entre Bombeo y Oruro—, la geografía de la carrera sufrirá un giro brusco, pues empezarán las metas de montaña, en las que se superarán los 4.000 metros de altitud, y también disminuirán notablemente la temperaturas.

Durante la primera versión las primeras etapas fueron dominadas por ciclistas de Argentina y Chile, para luego dar paso a colombianos y bolivianos, quienes al final fueron los dominadores de la competencia.

Además de los 1.267,2 kilómetros de recorrido, la segunda versión de la Vuelta incluye 293 kilómetros de tramos de enlace. En la segunda etapa, entre Mineros y Buena Vista (80); en la cuarta, Villa Tunari-Corani (94); en la quinta, Cochabamba-Bombeo (64), y la sexta, Oruro-Vila Vila (55).

El Prólogo, que dará inicio a la competencia en la modalidad de contrarreloj, tendrá un aditamento aparte, pues por primera vez en las competencias que organiza el Grupo Fides una etapa se realizará en horario nocturno. El arranque, según se anunció, se ha programado para las 20.00. Uno a uno partirán los ciclistas, que inicialmente se estima que serán 72 (seis por cada equipo).

157,4 kilómetros será el promedio por día que se correrá en la segunda versión de la Vuelta a Bolivia, que tiene una distancia total de 1.267,2 kilómetros. La más larga será la tercera con 207; mientras que la más corta, la cuarta con 113,7.

Soliz busca su revancha

Óscar Soliz se quedó el año pasado a 39 segundos de ganar la primera versión de la Vuelta a Bolivia de Ciclismo. Antes de empezar la segunda semietapa de la octava etapa, el último tramo de la carrera entre San Pablo de Tiquina y La Paz, la diferencia con el colombiano Fernando Camargo, a la postre el ganador, era de 21 centésimas.

Hasta antes de ingresar a Obrajes (avenida Hernando Siles) habían rodado prácticamente juntos, con una ligera ventaja para Soliz, que el año pasado corrió para el equipo Villazón; pero en un acción fortuita perdió el control de su bicicleta y se cayó. En ese momento se esfumaron las ilusiones de ganar la primera versión de la competencia internacional, que desde el año pasado reemplaza a la recordada Doble Copacabana.

Soliz espera cumplir su sueño en este 2009. Reforzará el equipo colombiano Ebsa, con el que en 2007 ganó la decimotercera versión de la Doble Copacabana.

Ayer terminó de correr la Vuelta a Cochabamba —reforzó al equipo Energisol de Oruro— y en estos días iniciará la recta final de su preparación.

El año pasado te quedaste cerca de ganar la Vuelta a Bolivia, ¿esta segunda versión será tu revancha?

Ése es el sueño mío, personal. Ojalá que ahora con el equipo que tengo pueda conquistar algo. Tengo de compañeros a Libardo Niño y Freddy González, entre otros. Dios quiera que pueda ganar la segunda Vuelta y darle una alegría al padre (Eduardo Pérez), porque me tuvo mucha confianza el año pasado, cuando lastimosamente en los últimos kilómetros tuve una caída y quedé segundo.

¿Te queda un sentimiento de frustración desde entonces?

Toda la gente que me apoya, que me tiene cariño, confiaban mucho en lo que podía hacer; pero tal vez ha sido mucha emoción en la bajada, mucha… de parte del padre y de otra gente…

¿Presión?

Exactamente, ésa es la palabra, eso es lo que ha pasado. Yo me emocioné mucho, se me llenó la adrenalina en la bajada y se me fue la mano.

¿El Ebsa que viene es también competitivo, como cuando ganaste la Doble Copacabana?

Mucho mejor. Además de Víctor y Libardo Niño, viene su hermano Miguel; también, Freddy González, quien estaba corriendo el Giro de Italia, que ha sido campeón de la montaña, segundo en las volantes y entre los cinco primeros en el Giro de Italia, un ciclista de muchas condiciones; además, vamos a ser dos montañeros y los demás más planeros.

Cuando ganaste la Doble el equipo trabajó para ti, ¿ahora será lo mismo?

Hemos hablado, pero veremos las estrategias que se proponen y cómo se presenta la carrera. A mí me gustaría llegar a la contrarreloj (primera semietapa de la octava etapa) con todos los ciclistas de igual a igual, para definir en esa etapa. Me siento mucho mejor de Copacabana hasta Tiquina.

¿Crees que puedas sacar ventaja en una etapa así?

Sí, el año pasado, con el colombiano (Fernando Camargo) llegamos igual en la penúltima etapa antes de entrar a La Paz. Estábamos iguales y el que llegaba primero a la meta en La Paz iba a ganar la Vuelta. Sucedió lo que ya conocemos. Este año me siento mucho mejor, con más fuerza y con más confianza.

¿La Vuelta tiene la misma jerarquía pese a que se han reducido equipos y premios?

Pienso que sí, va a seguir siendo una de las carreras más importantes. Va a mantener su exigencia; aunque ahora es un poco diferente porque se ha aumentado un prólogo, pero las demás etapas se mantienen.

¿Conoces algo de los equipos del exterior?

Viene Tecos de México, está Argentina; de los equipos nacionales, Glass Casa Real, que seguramente va a ser de los más fuertes, porque anda muy bien Horacio Gallardo; siempre junto con él hemos sacado la cara por Bolivia.

De los extranjeros, ¿cuál crees que sea el equipo más complicado para Ebsa?

Seguramente serán los Tecos, porque vienen con ciclistas importantes, entre ellos (el boliviano) Juan Cotumba.

¿Qué significa que dos equipos extranjeros estén reforzados con ciclistas bolivianos?

Creo que muestra que los bolivianos están progresando bastante, eso gracias al padre Pérez, a la organización del Grupo Fides, porque si no habría estas carreras, creo que el ciclismo boliviano estaría muerto.

¿Entre los bolivianos destacas a algún equipo?

En este momento no, todavía no veo a ninguno. Repito, el equipo de Horacio, el único que está bien; pero entiendo que para esta carrera no cuenta como equipo nacional sino como extranjero.

¿Cómo analizas una carrera que empezará en el llano e irá subiendo?

Es muy complicada, porque los que van bien en el plano quieren sacar diferencia, entre ellos los de Argentina. Vienen con ciclistas importantes como (Edgardo) Simón, quien el año pasado ha ganado un par de etapas; también (Jorge) Giancinti y otros destacados que ya estuvieron en el país.

Para un escalador como vos, ¿cuándo empezará lo exigente?

Cuando la carrera entre en La Paz. Entre La Paz, Tiquina y Copacabana, la intención es cuidarme para la contrarreloj, donde me siento bien y voy a dar todo de mi parte. También en las etapas de montaña, después de Cochabamba, de Bombeo hacia Oruro.

La intención es que en los tramos planos no nos saquen mucha ventaja, que no nos saquen mucho tiempo, para después recuperar terreno.

¿Vas a llegar bien a la competencia?

Pienso que sí, pero además estoy contento por el apoyo que me brindan la gente y algunas empresas a las que quiero agradecer, a Casa de Cambios Indira, de Villazón; Chapare Exporta, Autoventa Ventanita, Casa de Cambios Burgos, y a la gente que me quiere mucho en Villazón, gracias a ellos estoy en el ciclismo y he progresado.

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