El entrenador Miguel Víctor Barrientos Gonzales a sus 57 años cursa el último año de masterado de Gestión y Administración Deportiva y espera que esas enseñanzas le sirvan en su nuevo reto: mejorar el deporte boliviano, en todas sus ramas, desde el viceministerio.
¿Qué tareas cumplió en su primer día de trabajo?
Tuve el primer contacto con los directores de las áreas y con los funcionarios. Escuché su criterio para sacar conclusiones y luego proyectar y ejecutar los objetivos a corto, mediano y largo plazo.
¿Cuál será la prioridad?
Los Juegos Bolivarianos, a los que se tiene que dar apoyo enorme y para ello viajaré a Sucre donde me interiorizaré de los avances de las obras. Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma. La imagen internacional del país se verá en los Juegos y por eso es muy importante hablar un mismo idioma con autoridades, dirigentes y atletas. Espero que sean los mejores Bolivarianos.
Como primera autoridad del deporte nacional, ¿usted asumirá la presidencia del Comité Organizador de Sucre 2009?
Ese tema será dialogado con el ministro de Salud y Deportes, Ramiro Tapia, pero es posible que sí, aunque se necesita concertar.
Al margen del fútbol, ¿cómo ve al deporte boliviano?
Está igual que el fútbol, porque el deporte boliviano ya tocó fondo y para recuperar se realizará un diagnóstico total, y para ello me sentaré con las autoridades nacionales y locales, dirigentes y el Comité Olímpico Boliviano para tener políticas de reestructuración y desarrollo. Todo es posible, porque el presidente Evo Morales es apreciado en el mundo y nosotros presentaremos un macroproyecto de desarrollo deportivo para que él toque las puertas para recibir ayuda.
¿Sabe Ud. que Sucre pide equipamiento de los escenarios y las federaciones dinero para la preparación del Equipo Bolivia?
Primero hablaremos de un plan de emergencia, porque estamos a seis meses de la realización y es complicado trabajar a un atleta para que logre récords sudamericanos. Pediré estadísticas sobre cómo estamos en los deportes y qué posibilidades tenemos de acceder al podio. La idea no es hacer sólo los juegos, sino también sacar medallas y para eso necesitamos trabajo estructurado. Los Juegos del Alba del próximo mes serán un parámetro.
Tras los Bolivarianos, ¿cuáles son sus metas en su gestión?
Mi sueño es estructurar diversos polos de desarrollo deportivo en el país, centros de preparación en La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Sucre. Incluso para que el deportista escoja el lugar del Centro de Alto Rendimiento para mejorar sus condiciones de alimentación, preparación y evaluación científica. Ahí, con ese tipo de centros hacen la diferencia los otros países y esa idea tenemos que captarla. En el exterior se prioriza el deporte, la educación y la salud.
¿Cuáles serán los cimientos para el deporte en general?
Son tres: los recursos humanos que son los atletas y atacaremos su preparación con los educadores o entrenadores, luego la competición y a todo eso se sumará el más importante como es la infraestructura, donde trabajarán los deportistas. Entonces, el Viceministerio de Deportes trabajará sobre estos tres pilares con la ayuda del Estado, de entidades privadas y de gobiernos extranjeros.
¿Su gestión dará importancia al deporte competitivo, formativo o recreativo?
Para llegar al deporte competitivo tenemos que atacar el deporte de masas. Con las federaciones concertaré para trabajar en preformación y luego la formación integral del deportista. Si no hacemos este trabajo seguiremos gastando dinero. El trabajo será arduo, pero no imposible.
¿Qué análisis efectuaría del fútbol profesional boliviano?
Me van a decir loco, pero no existe un comienzo y no se queman etapas. Para ser competitivo el hombre tiene que ser formado para se capaz, fuerte, inteligente, educado, responsable y saber manejar el civismo. Estamos hablando de un proceso gradual de formación, que comienza a los 13 años hasta los 16, y luego de alto nivel de preparación. En Bolivia no trabajamos en las inferiores. El fútbol está con cáncer que esperamos no sea terminal. El fútbol tiene que empezar con la formación, luego la competición, jugar decenas de partidos y salir al exterior.
¿Qué tareas cumplió en su primer día de trabajo?
Tuve el primer contacto con los directores de las áreas y con los funcionarios. Escuché su criterio para sacar conclusiones y luego proyectar y ejecutar los objetivos a corto, mediano y largo plazo.
¿Cuál será la prioridad?
Los Juegos Bolivarianos, a los que se tiene que dar apoyo enorme y para ello viajaré a Sucre donde me interiorizaré de los avances de las obras. Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma. La imagen internacional del país se verá en los Juegos y por eso es muy importante hablar un mismo idioma con autoridades, dirigentes y atletas. Espero que sean los mejores Bolivarianos.
Como primera autoridad del deporte nacional, ¿usted asumirá la presidencia del Comité Organizador de Sucre 2009?
Ese tema será dialogado con el ministro de Salud y Deportes, Ramiro Tapia, pero es posible que sí, aunque se necesita concertar.
Al margen del fútbol, ¿cómo ve al deporte boliviano?
Está igual que el fútbol, porque el deporte boliviano ya tocó fondo y para recuperar se realizará un diagnóstico total, y para ello me sentaré con las autoridades nacionales y locales, dirigentes y el Comité Olímpico Boliviano para tener políticas de reestructuración y desarrollo. Todo es posible, porque el presidente Evo Morales es apreciado en el mundo y nosotros presentaremos un macroproyecto de desarrollo deportivo para que él toque las puertas para recibir ayuda.
¿Sabe Ud. que Sucre pide equipamiento de los escenarios y las federaciones dinero para la preparación del Equipo Bolivia?
Primero hablaremos de un plan de emergencia, porque estamos a seis meses de la realización y es complicado trabajar a un atleta para que logre récords sudamericanos. Pediré estadísticas sobre cómo estamos en los deportes y qué posibilidades tenemos de acceder al podio. La idea no es hacer sólo los juegos, sino también sacar medallas y para eso necesitamos trabajo estructurado. Los Juegos del Alba del próximo mes serán un parámetro.
Tras los Bolivarianos, ¿cuáles son sus metas en su gestión?
Mi sueño es estructurar diversos polos de desarrollo deportivo en el país, centros de preparación en La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Sucre. Incluso para que el deportista escoja el lugar del Centro de Alto Rendimiento para mejorar sus condiciones de alimentación, preparación y evaluación científica. Ahí, con ese tipo de centros hacen la diferencia los otros países y esa idea tenemos que captarla. En el exterior se prioriza el deporte, la educación y la salud.
¿Cuáles serán los cimientos para el deporte en general?
Son tres: los recursos humanos que son los atletas y atacaremos su preparación con los educadores o entrenadores, luego la competición y a todo eso se sumará el más importante como es la infraestructura, donde trabajarán los deportistas. Entonces, el Viceministerio de Deportes trabajará sobre estos tres pilares con la ayuda del Estado, de entidades privadas y de gobiernos extranjeros.
¿Su gestión dará importancia al deporte competitivo, formativo o recreativo?
Para llegar al deporte competitivo tenemos que atacar el deporte de masas. Con las federaciones concertaré para trabajar en preformación y luego la formación integral del deportista. Si no hacemos este trabajo seguiremos gastando dinero. El trabajo será arduo, pero no imposible.
¿Qué análisis efectuaría del fútbol profesional boliviano?
Me van a decir loco, pero no existe un comienzo y no se queman etapas. Para ser competitivo el hombre tiene que ser formado para se capaz, fuerte, inteligente, educado, responsable y saber manejar el civismo. Estamos hablando de un proceso gradual de formación, que comienza a los 13 años hasta los 16, y luego de alto nivel de preparación. En Bolivia no trabajamos en las inferiores. El fútbol está con cáncer que esperamos no sea terminal. El fútbol tiene que empezar con la formación, luego la competición, jugar decenas de partidos y salir al exterior.
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