La Organización Deportiva Suramericana (Odesur) dio su visto bueno a las obras que realiza Bolivia para albergar los Juegos-2018, tras una inspección in situ, aunque persiste el reclamo de empresas constructoras locales por retrasos en los pagos, se informó este jueves.
Una comisión técnica de Odesur realizó una nueva inspección, la cuarta en el último año, a las obras que se realizan en el departamento de Cochabamba (centro), en los valles de Bolivia, y dio su visto bueno al avance de las instalaciones, tras preocupaciones pasadas por la lentitud en los labores.
"Nuestra intención en ningún momento fue remover de Cochabamba la sede de los Juegos Sudamericanos, nosotros tenemos que velar para que las cosas se realicen dentro de los plazos establecidos y acorde con las obligaciones de las entidades involucradas", afirmó el argentino Mario Moccia, vicepresidente de Odesur.
Acotó que "cada vez que venimos nos sorprendemos con una nueva obra. Estamos muy bien impresionados".
Bolivia prometió en 2013, para asegurarse como sede de los juegos Odesur, destinar unos 500 millones de dólares para la construcción de todas las instalaciones necesarias en Cochabamba.
Tras la inspección rutinaria del dirigente deportivo, acompañado del ministro de Deportes, Tito Montaño, se reveló la queja de tres empresas constructoras privadas por la falta de pagos por parte del gobierno.
"Hemos empezado el 30 de septiembre y hasta la fecha no recibimos el pago por el avance de obras, estamos a punto de parar", afirmó Eliseo Ferrufino, en representación de la constructora Migema.
La ciudad boliviana de La Paz fue la primera que albergó los juegos en 1978. Desde esa fecha el torneo olímpico de América del Sur se realiza cada cuatro años, la última edición en Santiago de Chile, en 2014.
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