La fiesta que suponía ser los Juegos Estudiantiles, difieren mucho con lo que arroja la realidad en el certamen deportivo que reúne a los mejores atletas juveniles del país. La organización de Oruro demostró que no tiene ni la infraestructura, ni la capacidad organizacional para llevar adelante una competencia.
No dan abasto. Más de 6.000 atletas tiene esta competición que reúne a los mejores juveniles del país en Oruro. La cita que finalizará el viernes, ya exhibió sus primeras falencias desde el inicio cuando se produjo el desmayo de más de una decena de atletas por la exigencia de los 3.745 metros de altura que tiene la ciudad y que dejó a varios deportistas fuera de competencia, exhibiendo también la falta de asistencia médica inmediata para este tipo de problemas.
Sin embargo, lo peor fue ver cómo conviven los atletas en la Ciudadela Universitaria, durmiendo en colchones en el suelo de un lado, y del otro una gran cantidad de pupitres amontonados. Una verdadera imagen de la mala organización de la competencia.
Las autoridades se presentan. Las autoridades nacionales de Educación encabezadas por el viceministro de Educación Regular, Juan José Quiroz, atendieron las quejas y reclamos de los deportistas y maestros.
Una reunión de la autoridad junto a los nueve directores departamentales de Educación permitió recibir las observaciones que fueron subsanadas.
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