Para la atleta, de 14 años, este “premio” es resultado del esfuerzo y disciplina que aplicó en los dos años que lleva como atleta de una disciplina emergente en Bolivia como lo es el squash.
“Este deporte es más que un hobby para mí. Es una disciplina que la considero parte de mi vida, porque es la que practico todos los días y durante varias horas”, indicó con mucha alegría al saber que estará en los Bolivarianos.
Añadió que, de aquí en adelante, el trabajo que le espera es “muy duro” porque debe estar “a la altura” de una competición como lo son dichos juegos de Colombia.
“En ese país están los mejores del squash, además de Argentina, pero eso no tiene que presionarnos. Más bien eso nos levanta el ánimo pues competiremos con los mejores del continente. Tengo el deseo de una medalla, pero para lograrlo hay que trabajar muchísimo y a conciencia”.
Vane, quien se convirtió en una de las referentes femeninas de esta disciplina, considera que es necesario preparase de buena manera porque en menos de un año se desarrollarán los Juegos Suramericanos en Cochabamba, torneo en el que su ambición le hace ver que puede conseguir “una medalla de oro”.
“Estaremos en casa y eso tenemos que hacerlo respetar. Conocemos nuestras capacidades y estoy segura de que nos irá muy bien”.
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