Una pausa es elemental para bajar la marcha de una gestión llena de logros (más de 30 preseas de oro acumuladas en 2015).
“Era muy inquieto. Agradezco a mis papás por el apoyo que me dan siempre”, expresa el pechista de la categoría Promocional que estudia en el colegio AISB.
Iván, padre y seguidor de las hazañas de Miklos, relata que continuará apostando por el talento de su hijo y lo enviará a entrenar a EEUU. Ya recibió invitaciones para participar en campeonatos internacionales. El objetivo es que Miklos acumule roce competitivo y plasme las cualidades que identifican su esencia: disciplina, responsabilidad y entrega.
Hace algunos días, el pechista ganó 11 medallas de oro, 1 de plata y 2 de bronce, registro que fue esencial para el primer lugar que conquistó la delegación valluna. En la ocasión superó tres records nacionales: 50 metros pecho (35 segundos con 38 centésimas), 400 combinado (5 minutos con 45 segundos y 21 centésimas) y 200 metros espalda (2 minutos con 36 segundos y 40 centésimas). Miklos advierte un 2016 sin concesiones para sus rivales.
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