"Todo se maneja de ahora en adelante con tiempos y con plazos, en cuanto a los compromisos adquiridos. Pese a ello, nos vamos contentos porque el objetivo del viaje a Lima fue altamente beneficioso", expresó Marco Arze, presidente del Comité Olímpico Boliviano (COB).
Si bien la asamblea de la Odesur le levantó el pulgar a Cochabamba 2018, lo hizo bajo una serie de condiciones que debe cumplir al pie de la letra, caso contrario se convocaría a otra asamblea extraordinaria para tratar exclusivamente el tema de los Juegos Suramericanos, y en ese caso lo más seguro es que Cochabamba pierda la sede.
No obstante, la Odesur aplaudió los avances que se tienen hasta ahora en la organización de los Juegos, pero también hay varios temas que no convencieron y les preocupa. Uno de esos fue que hasta la fecha no hay un proyecto a diseño final de la Villa Suramericana, y los miembros de la Odesur son escépticos en cuanto a los tiempos que restan para los Juegos (9 al 20 de mayo de 2018).
"Sin Villa Suramericana no hay Juegos", dijo Arze, porque los atletas no tendrán donde llegar.
Otro aspecto que se observó es que a Cochabamba deben llegar los miembros de las confederaciones, no sólo para revisar los escenarios que se construyen o se construirán en cada disciplina para que éstas puedan ser homologadas sin problemas.
Asimismo, es preciso analizar el sistema de campeonato que se empleará en cada deporte.
Si bien se presentó un presupuesto general de 274 millones de dólares, no se especificó la cuota de cada institución en ese presupuesto, aspecto que también inquieta a Odesur. La primera visita de la comisión de seguimiento será a fines de enero y la de las confederaciones para fines de marzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario