La jornada de ayer concentró su atención en los duelos de semifinales, pero sobre todo en el que debía jugar la boliviana María Inés Deheza contra la chilena Koch-Benvenuto. La cruceña, que se convirtió en la revelación del torneo al alcanzar las semifinales, cuando ingresó al cuadro principal jugando el cuadro de clasificación, intentaría hacer historia. La única boliviana que accedió a la final de este torneo fue María Fernanda Álvarez, el año pasado. Mientras que la chilena, de 26 años (Inés tiene 17), pintaba como favorita, por su amplia experiencia y el buen nivel de juego que viene demostrando.
Al principio fue un duelo parejo, con una interesante agresividad de Deheza y buena respuesta de la extranjera, que quebró el saque a su rival en el cuarto y octavo games. En el segundo set, la dosis fue parecida, pues Andrea quebró el saque de la anfitriona en los games cuatro y seis, para cerrar el duelo con un marcador de 6-2 y 6-1.
En la cancha 2, la argentina María Irigoyen, que fue sembrada como la favorita número uno para ganar el torneo, venció a su coterránea Carla Lucero por un doble 6-2. De esa forma, la final de hoy será entre la argentina y la chilena. Ambas son bastante experimentadas y ya saben de jugar finales en el torneo profesional femenino de Bolivia. Koch-Benvenuto, por ejemplo, perdió la final de la segunda versión de este Future en 2004, cuando se jugaba en La Paz. Fue ante la brasileña Jenifer Widjaja. Irigoyen, por su parte, se coronó en 2007, cuando ya se jugaba en Santa Cruz, venciendo a la argentina Verónica Spiegel.
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