11 julio 2016

Kevin Terceros con las artes marciales en la "sangre"

Desde niño, cada persona tiene una ambición y sueña con lograr un objetivo en la vida, así éste sea inalcanzable a temprana edad. Pero, la perseverancia, la disciplina y la decisión permiten consolidar las metas y ser lo que uno deber ser en la Tierra, un campeón.

Ese es el modelo de deportista que sigue Kevin Gary Terceros Morales. Nació en la ciudad de Oruro el 31 de diciembre de 1994, es bachiller del colegio San Francisco y en la actualidad estudia la carrera de Fisioterapia en la Universidad Privada Abierta Latinoamericana (UPAL).

Desde infante Kevin siguió sus ideales, pese a que sus papás intentaron incentivarlo en otros deportes. A él le gustaban las peleas y decidió en principio ingresar al kárate cuando tenía 16 años, pero su camino no tenía estacionamiento en esa disciplina, fue más allá del horizonte.

Comenzó a practicar kick boxing, jiu jitsu, pero era complicado en el medio entrenar esos deportes por la falta de gente que lo haga. Pero, Kevin no se quedó conforme, experimentó situaciones que sólo los deportistas apasionados lo pueden hacer.

Se enamoró de las artes marciales mixtas, porque implica mucha disciplina, no sólo para lograr un buen estado físico, sino también porque logró en él, formar su carácter, "una pelea es un reflejo de la vida, porque si te caes, tienes que volver a levantarte. No puedes rendirte porque si te quedas, la gente te va a pisotear".

Su vida deportiva cambiaría por completo el 2011, cuando por primera vez ingresó a una jaula para combatir, lo hizo a espaldas de sus papás, pero consiguió lo que quería, una motivación personal para seguir. Ganó a su contrincante, situación que permitió que se "case" en definitiva con las artes marciales mixtas.

Como es natural, antes de cada competición, cualquiera que fuere el deportista siempre siente nervios, en Kevin aquel aspecto no sería la excepción, pero al margen de ello, tenía un aditamento especial, saber qué le pasaría a su físico por los golpes que recibiría. "Mil cosas se me pasan por la cabeza, te imaginas con una nariz rota, la ceja abierta, te da nervios, pero una vez que enfrentas eso y al dar los dos primeros golpes, en la jaula te empiezas a soltar y haces lo que practicaste, por eso es importante el entrenamiento, porque hay que repetir y repetir para llegar a la jaula y no pensar tanto lo que vas a hacer, sino simplemente actuar", dijo.

Uno de los elementos fundamentales de las artes marciales mixtas es la concentración y nuestro deportista la practica a la perfección. Incluso un mes antes de cada pelea, vive su mundo, se encierra y solo habla lo necesario con las personas que supervisan su entrenamiento. En otras palabras es una "isla" humana.

Pero lo interesante del caso, es que en su recorrido del camerino a la jaula de combate, Kevin camina aislado del público, porque de por medio hay insultos, gritos y otros, pero su estrategia es llevar consigo unos audífonos en los cuales escucha música que lo motiva a ganar y solo se los saca una vez que llega a su destino.

"No tengo amigos, no tengo chicas. Estudio a mi rival, todas las noches veo sus videos, en qué parte fallan, la idea es hacer la pelea más sencilla", afirmó.

A la fecha, Kevin es campeón de kick boxing, título logrado el 2013 en Tarija y el 2014 en Sucre. Asimismo, se coronó en lo alto del podio al lograr la Copa Bravo en la disciplina de Jiu Jitsu brasilero en la categoría, cinta azul.

El 2015 fue campeón por sumisión grapling en jiu jitsu. En lo que respecta a las artes marciales mixtas, venció las tres peleas en las que participó, con ello se catapultó a practicar esta disciplina a nivel profesional. Dos de esas peleas las hizo en La Paz, donde salió victorioso. Una de ellas fue contra el campeón panamericano, Carlos García. También contra Marco Gonzales, un veterano de las artes marciales mixtas. Su tercera pelea fue contra Carlos Arias en Oruro, su victoria la logró en el primer round.

"Ahí lo único que hago es ver a mi rival y verlo como una presa, no quitarle la mirada hasta que termine la pelea", indicó.

Tomó tan enserio este deporte, que su disciplina no solo está en ir al gimnasio y seguir un cronograma estricto de preparación, sino también está en la alimentación. Pesa su comida para alimentarse y estar dentro del peso establecido para luchar.

El recuerdo más importante de Kevin es cuando luchó en su tierra, el público lo acogió como a un verdadero ídolo.

"Antes de la pelea recibía mensajes por Facebook incluso de gente que no conocía, ellos me alentaban y me di cuenta que ya había personas que estaban siguiendo mi carrera. Era una motivación más para seguir con la dieta y el entrenamiento", afirmó.

Pero se sintió más motivado al salir de la pelea, ya que era muy requerido no solo por los "flashes" sino también para dejar en sus fanes un recuerdo mediante la tinta del bolígrafo.

Por ello, Kevin se aproxima a uno de sus sueños, es el combate por el campeonato en agosto, aún sin fecha. Se disputará en Oruro frente a Renzo Mújica de La Paz, allí quiere ser el "as" de las artes marciales mixtas como primer "quirquincho" que logre ese título.

Ahora trabaja con la mira en ese objetivo y no sale de su mente que ese día levantará en alto el cinturón no solo del campeonato, sino también de la ilusión, del ensueño y del amor que le tiene a este deporte.

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