19 mayo 2016

El Krav Maga o el arte de neutralizar sin miramientos, la última moda desde Israel



Nació en secreto en el seno del ejército israelí, y ahora, décadas después hace furor en los gimnasios y en las películas de Hollywood. Es el Krav Maga, el método de autodefensa que promete neutralizar al contrincante sin miramientos.

"La idea es alcanzar muy rápidamente los puntos débiles del agresor (nariz, cuello, ojos y partes íntimas) y utilizar para defenderse cualquier cosa al alcance de la mano, ya sea una botella de cerveza, un palo o un fusil, en lugar del cuerpo, porque el cuerpo se rompe y hace daño" explica a la AFP Elad Nimni, oficial instructor del ejército israelí.

El Krav Maga (Krav por combate, Maga por contacto, en hebreo) utiliza indistintamente las técnicas del boxeo, la lucha o el jiu-jitsu, pero se distingue por una regla: no hay reglas. Con el Krav Maga uno aprende a escapar con vida, y para ello todo está permitido.

En el gimnasio de la base militar del norte de Israel, donde Elad Nimni da clases, los soldados de la unidad Golani simulan situaciones de combate ultrarrealistas, con todo su equipo a cuestas.

Los instructores les gritan y los hacen correr en todas direcciones para hacer subir su ritmo cardiaco y su nivel de estrés, con fondo de música tecno y el olor acre a sudor.

La idea, explica Nimni, es enseñarle al soldado a defenderse cuando no tiene tiempo, la posibilidad o el derecho a disparar.

"Un soldado es diferente antes y después del primer entrenamiento de Krav Maga. Gana confianza, está menos aferrado a su arma, ha entendido que depende menos de ella", explica el oficial instructor, equipado con botas, uniforme de camuflaje y un paquete de músculos bajo su camiseta negra.

'Tesoro' exportable

Las sesiones de entrenamiento de Krav Maga (veinte a lo largo de seis meses para los combatientes y una simple iniciación para los no-combatientes) son un pasaje ineludible del servicio militar, que en Israel es obligatorio.

El inventor del Krav Maga es Imi Lichtenfeld, un judío que nació en Hungría. En la Europa de los años 1930, en pleno auge del nazismo y el fascismo, creó un grupo de entrenamiento con jóvenes judíos para enseñarles autodefensa.

Cuando se unió al ejército israelí en 1948, Lichtenfeld se marcó como objetivo transmitir un método simple, eficaz y rápido. Así nació el Krav Maga, que fue evolucionando a partir de las experiencias de los soldados.

En los años 1980, Imi Lichtenfeld autorizó a su discípulo israelí Eli Avikzar a internacionalizar el Krav Maga.

Varios ejércitos extranjeros empezaron a familiarizarse con esta técnica, utilizando para ello los servicios de ex instructores militares israelíes.

"En pocos años el Krav Maga se ha vuelto una gran moda. Es nuestro tesoro, estamos orgullosos de ello, lo protegemos" asegura Nimni.

Juegos video, cine y familias

Espectacular por su violencia, el Krav Maga se ha impuesto en los juegos de video o en los platós de cine (Taken, la serie de films de Jason Bourne, X-Men).

Para Chris Couch, veterano de los Marines estadounidenses, instructor y cinturón negro de Krav Maga en 2014, "cinematográficamente es perfecto, da un efecto realista, ultrarrápido, ultraviolento y eficaz".

Angelina Jolie se aficionó a la técnica israelí en "Tomb Raider" y ella y su marido Brad Pitt se hicieron adictos a un deporte "ideal para quemar las calorías".

Chris Couch asegura que en su escuela en Los Angeles cada vez se apuntan más padres de familia, incluso niños y mujeres.

El Krav Maga atrae en particular un público que busca técnicas eficaces para defenderse y protegerse.

En Canadá una israelí que fue agredida sexualmente cuando era adolescente ha desarrollado incluso una versión del Krav Maga para las mujeres con zapatos de tacón, según el New York Times. En Francia, después de los atentados del 13 de noviembre de 2015 los clubes locales de Krav Maga registraron récords de inscripción.

Durante sus clases en Los Angeles, Chris Couch insiste sobre la necesidad del autocontrol: "siempre les digo a mis alumnos que hagan todo lo necesario para defenderse, pero solo lo necesario. El objetivo no es detener a un malo sino escapar a un agresor y regresar a casa sano y salvo", explica.

Alan García, vigilante de un club musical en Los Angeles, se pasó al Krav Maga hace cuatro años, para poder "neutralizar (al adversario) antes incluso de empezar la pelea". Pero ahora también le encanta "la subida de adrenalina" durante los entrenamientos.

"Para mí es una adicción. Me entreno al menos dos veces por semana", explica Alex Jackson, un profesor estadounidense de 38 años que reconoce que hasta ahora no ha necesitado utilizar su aprendizaje.

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