02 marzo 2015

María Luisa Doria Medina, extitular de la Federación Boliviana de Deportes Ecuestres “Abrimos muchas puertas del futuro”

Después de 20 años, María Luisa Doria Medina tomó una difícil decisión. Dejó la dirigencia del hipismo boliviano, al que le dedicó gran parte de su vida. Desde Estados Unidos, se animó a contar su experiencia de lo que ella llama "mi pasión”.
¿Cómo se inició?
Inicié mi carrera en la dirigencia deportiva como responsable de prensa en la Asociación de Deportes Ecuestres de La Paz y pude conocer a valiosos exponentes de los medios de comunicación escrita, oral y audiovisual, logrando la difusión a nivel nacional.
¿Cuál es su evaluación?
Como presidenta, primero de la Asociación de Deportes Ecuestres de La Paz (1997-2001) y luego de la Federación Boliviana de Deportes Ecuestres (2002-2014) he visto cómo ha crecido el deporte competitivo en nuestro país, incentivando su práctica desde las escuelas de equitación hasta las categorías de mayor altura (en el país 1,40 metros es la altura máxima).
La participación internacional ha crecido bastante, ahora los jinetes tienen una mayor visión de las metas que desean alcanzar, hay participación activa en concursos internacionales en distintos países.
Tenemos una excelente relación con la Federación Ecuestre Internacional y los países del Grupo VI al que pertenecemos, gracias a mi participación activa en reuniones y asambleas.
¿Cómo está el hipismo en Bolivia?
Actualmente el deporte ha crecido bastante en cantidad de deportistas que cada año se suman a la familia ecuestre; las tres ciudades principales en la práctica del hipismo son La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Hay un crecimiento importante en las categorías de formación. Tenemos un grupo destacado de jinetes infantiles con muchas posibilidades de obtener grandes logros.
Los jinetes de alta competencia también mejoraron su visión del deporte; ahora muchos de ellos buscan los medios para obtener experiencia internacional que les permita crecer.
Aún tenemos problemas con la renovación de caballos deportivos, pero poco a poco se está mejorando ese aspecto.
¿Cómo deja el deporte ecuestre en el país?
Ahora, el deporte ecuestre tiene una gran puerta abierta, puesto que en los últimos tres años se ejecutó un proyecto de crecimiento apoyado por la Federación Ecuestre Internacional, constituyéndonos en el primer país afiliado a esa institución en lograr este apoyo.
Este año se tiene prevista la llegada de importantes exponentes de la Federación Ecuestre Internacional (FEI) que vienen para asesorar a los nuevos directores.
¿Dejó algo pendiente?
La administración y el manejo económico han sido siempre transparentes y documentados. Cumplí con mi objetivo, confío en que los nuevos directores lograrán continuar con el trabajo que realicé, en beneficio de este deporte.
¿Cuáles fueron sus logros?
La integración del deporte a nivel nacional. La excelente relación con la prensa deportiva. El haber logrado la organización de los Juegos Deportivos Bolivarianos en las disciplinas de salto y adiestramiento, obteniendo el reconocimiento del mejor de los últimos años, según las manifestaciones recibidas de los países participantes. La relación con la Federación Ecuestre Internacional, logrando abrir muchas puertas para el futuro de nuestro deporte.
¿A qué jinetes y amazonas destaca?
Es difícil dar nombres por temor a olvidarme de alguien. Puedo nombrar a algunos deportistas de alto rendimiento que llegaron a representar al país en eventos como los Juegos Bolivarianos o Campeonato Americano: Federico Zuazo, Eduardo Bedoya, Nino Daza, Daniel Bedoya, Carlos Peña, Hernán Ramírez, Jorge Galindo, Oliver Parra, Moshe Meza, Hernán Aguirre del Castillo, entre otros.
Los jinetes infanto-juveniles que representaron a nuestro país en el último campeonato americano son: Gonzalo Bedoya Aguilar, Valentina Salinas, Montzerrat Hernández, Lucas y Mathías Céspedes, Nicolle Mingorance, Samuel Salaues, Valeria Soto; sin embargo, hay varios jinetes en las tres ciudades que tienen mucho talento.
¿Qué es el hipismo para usted?
Es un deporte muy completo, porque no sólo se trata del deportista, sino de la convivencia con un ser vivo al que le transmites conocimiento y sentimientos, por lo que además de una actividad física, es una excelente manera de formar el carácter de las personas, principalmente el sentido de responsabilidad por tener a tu cargo un animal muy noble… el caballo. Es mi pasión, pues es el deporte que practicaron mis hijos y que espero practiquen mis nietos.

¿Fue amazona?
No, monté un tiempo muy corto; mis hijos me impulsaron a trabajar para lograr el crecimiento del deporte.
¿A qué caballos recuerda?
Mis hijos tuvieron muchos caballos, podría destacar a Cola Blanca, Gioconda, Premier, Valentina, Pundek, caballos que nos dieron muchas satisfacciones y formaron parte muy importante de la familia.
¿Cuál es su mensaje para los niños y jóvenes?
El deporte ecuestre es muy especial por la relación jinete-caballo. Al poco tiempo se convierte en parte de la vida de cada uno, se tienen alegrías al participar en concursos y ganar las pruebas, se tienen decepciones cuando no se logra conseguir buenos resultados, se derrumba el mundo cuando perdemos a nuestros queridos caballos porque son parte de nuestra familia… pero es un deporte en el que vivirán siempre apasionados por el amor que inspira un caballo. Constancia y disciplina son importantes para alcanzar cualquier meta que se tracen.

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