01 diciembre 2014

Guardia, una promesa que se hace realidad en la natación


Laura Guardia cuando inició con su participación en torneos nacionales hace dos años se convirtió en una promesa deportiva para Cochabamba, hoy en día con sus logros no sólo a nivel nacional sino internacional, pasó a ser una realidad del deporte nacional.

Guardia no nació nadando, pero quien la ve en el agua pensaría que si lo hizo. La pequeña sirena dio sus primeras brazadas a los cinco años; para cuanto tenía siete la natación ya era su vida.

Con tan sólo 10 años ya era parte de las delegaciones cochabambinas en los torneos nacionales promocionales.

A sus cortos 12 años pasó a formar parte de los mejores del deporte nacional, la categoría élite (para pasar a esa categoría los nadadores deben lograr tener un acercamiento de más de 87% a las marcas nacionales). Un año después empezó no solo a cosechar medallas, sino a romper marcas nacionales.

“La natación es ahora parte de mi vida. Aunque es algo muy difícil el repartir los tiempos para estudiar, entrenar, y estar con los amigos, la natación es algo que no podría dejar de hacer. No puedo imaginar mi vida sin la natación”, dijo.

Guardia tiene más de 250 medallas en cinco años de competencia, de las cuales 180 son de oro. Por si fuera poco, la pequeña sirena cochabambina es dueña del récord absoluto en los 400 metros combinado en piscina larga, con un tiempo de 5 minutos 27 segundos 53 centésimas. Pero además Guardia es dueña de seis récords de categoría, tres en Infantil (13 años) y tres en Juvenil “A”.

Este año consiguió su primera medalla internacional. Una presea de bronce en los 200 metros espalda, durante la Copa Pacífico disputado en Guayaquil, Ecuador, con un registro de 2’29”67, tiempo con el que mejoró su propio récord de categoría (2’31”36).

Guardia tiene 15 años y su carrera deportiva apenas inicia. El 2015 Laura pasará a la categoría Juvenil “B” y tiene varios objetivos en la mira.

Está claro que la meta de todos los deportistas es convertirse en un atleta olímpico. Laura es consciente de que sus marcas aún no la pueden llevar a los Juegos de Ríos 2016, por eso tiene la vista puesta en los Juegos Olímpicos de 2020. “Voy a entrenar duro, voy a dar lo mejor de mí y estoy segura que puedo llegar a una olimpiada”, dijo Guardia. “Yo miro más al 2020, porque para estos Juegos Karen Tórrez y María José Ribera tienen mejores tiempos, pero soy mucho menor que ellas y tengo todavía tiempo”.

Previo a ello, el 2015 tiene planificado competir en el Campeonato Suramericano en Santa Cruz, en los Juegos Panamericanos en Toronto y el Mundial Juvenil.

La marca que obtuvo en la Copa Pacífico en los 200 espalda la coloca a un segundo de la marca “B” exigida para los Juegos Panamericanos (2’28”60).

Otro objetivo antes de convertirse en una nadadora olímpica es estar en el podio de los undécimos Juegos Suramericanos Cochabamba 2018 .

DATO

Algunos números

Laura Guardia tiene 15 años, empezó a competir a los 10. Sumó 250 medallas nacionales, de las cuales 180 son de oro.

Tiene una medalla internacional en su historial, una de bronce. Es dueña de siete récords nacionales, uno de ellos es en la categoría absoluta, en los 400 combinado.



HOJA DE VIDA

Laura Guardía Ramírez

Fecha de nacimiento: 3 de abril de 1999
Lugar de nacimiento: Cochabamba
Deporte: Natación
Especialidad: Espalda, combinado y mariposa
Padres: Gustavo Guardia y Mónica Ramírez
Hermanos: Rodrigo Guardia (12 años)
Colegio: Loyola (4to secundaria)
Récord absoluto: 400 combinado
Récords de categoría: Seis (tres en infantil y tres en juvenil “A”)
Medallas internacionales: Bronce en la Copa Pacífico en Guayaquil, Ecuador
Medallas nacionales: 250 (180 de oro)
Medallas plurinacionales 2014: Dos de oro

“Cualquier sacrificio por mi sueño”

“Aunque me duela separarme de mi familia, estoy dispuesta a hacer cualquier sacrificio para conseguir mi sueño. Desde que soy niña mi sueño es llegar a los Juegos Olímpicos y voy a hacer todo lo posible para lograrlo”, señaló Laura Guardia, quien se erige como una de las deportistas más destacadas del país gracias al apoyo de sus padres, Gustavo Guardia y Mónica Ramírez.

Como casi todos los deportistas de élite de Bolivia, Laura puede desarrollarse deportivamente gracias al esfuerzo que hace la familia para pagar el alquiler de un escenario deportivo para entrenar (piscina, por lo menos Bs 200 al mes), sino también al entrenador, la indumentaria (mallas, mil dólares al año; gorras, 50 dólares) y este año se debe sumar a ello que los padres tuvieron que asumir todos los gastos que implican los viajes no sólo a torneos nacionales sino también internacionales.

“Es complicado poder ser un deportista de elite en este país”, dijo Guardia a tiempo de comentar que este año tuvo que escoger entre dos torneos internacionales a los que había clasificado: la Copa Pacífico y el Sudamericano absoluto en Mar del Plata. “Como no nos iban a pagar ninguno de los dos viajes, tuve que elegir, porque la economía no nos daba para cubrir los dos viajes, así que no fui al Sudamericano, donde tal vez pude hacer mejores marcas porque como no hay categorías el nivel es alto, pude haber competido con chicas de 20 de 25 años y ellas te jalan al momento de la competencia”.

La cruda realidad económica de los deportistas nacionales y la falta de apoyo de las autoridades obliga a los padres de familia a buscar el apoyo de la empresa privada. En esa tarea están ahora los padres de Laura, quienes esperan conseguir algún sponsor que colabore en el entrenamiento de su hija.

“Yo no podría decirles a mis papás que continúen pagando las cosas que necesito para la natación, por eso espero que alguien aparezca para que nos pueda ayudar un poco”, comentó Laura, a la espera de que se pueda hacer realidad la promesa que les hicieron en los V Juegos Plurinacionales, donde el Ministerio de Deportes adelantó que los medallistas de esos juegos serían la base del Equipo Bolivia para los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018. En los Plurinacionales Guardia consiguió dos medallas de oro.

Por todo esto, parece que el futuro de Laura Guardia está en Estados Unidos, a donde pretende ir mediante una beca deportiva, y así poder estudiar y continuar entrenando.

“Espero sacar alguna beca deportiva en el exterior, quisiera estudiar medicina. Aunque hay muchos que consiguieron una beca y les está yendo muy bien, la beca solo cubre una parte de los estudios, es muy difícil.

Quiero irme a otro país donde hay mucho más apoyo al deporte. En cambio acá no tienes esa opción, porque aquí o es el estudio o la natación. Las opciones que he podido ver es ir a Kentucky, Estados Unidos, pero todavía voy a ver”, finalizó.

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