Motivado porque el salar de Uyuni será el centro de atención dentro de poco con el paso del rally Dakar 2014, el doctor Carlos Robles Arias, especialista en ultramaratón, emprendió un reto personal: recorrer 62 km del salar a trote, enfrentándose a la altura del lugar, el viento en contra y los fuertes rayos de sol durante casi nueve horas de recorrido.
La idea surgió en 2011, cuando visitó el salar como turista. Cuando la Amaury Sport Organization (ASO) confirmó el paso de la prueba raid más importante del planeta por ese lugar, no dudó. Con su hermano emprendió viaje a Potosí y encaró el reto, previa preparación de casi cuatro horas diarias en las colinas del Urubó.
“En cada entrenamiento bajaba como cuatro kilos, pero ya me lo había propuesto y decidí hacerlo”, dijo. En Potosí, la largada fue a las 8:30 desde la isla Incahuasi, teniendo como meta el bosque de banderas que hay cerca del hotel de sal, donde los turistas que llegan colocan la bandera de su país en señal de presencia. El primer obstáculo fueron los 3.663 msnm de Uyuni. Empezó la prueba de short y cubriéndose la parte del cuello de los rayos del sol. Los primeros 21 km los hizo en 2h28’; sin embargo, desde el km 25 tuvo que reducir la marcha debido al fuerte viento en contra. “El desgaste fue mayor y tuvimos que reservar fuerzas”, añadió.
Mientras hacía el recorrido su equipo lo asistía con agua o rehidratante para que llegara a la meta. Su presencia en pleno desierto no dejó de llamar la atención de los turistas, incluido un francés cuya bicicleta se detuvo mientras Robles seguía su travesía. Cuando la noche empezó a caer la temperatura bajó obligando a cubrirse las piernas con un buzo y ponerse guantes hasta llegar a la meta. Al final, luego de 8h53’20”, Robles llegó hasta el bosque de banderas exhausto, pero con el objetivo cumplido de recorrer a trote un lugar considerado para él como paradisiaco. Además, ayudó con su esfuerzo a que el salar de Uyuni se siga mostrando como un atractivo para el mundo. No le fue fácil pero consiguió llegar hasta la meta
Los experimentos
Con su propio cuerpo
Carlos Robles es un médico deportólogo, especialista en nutrición y preparación física, que suele hacer experimentos con su propio cuerpo, sobre todo cuando se trata de resistencia. Ha participado en las pruebas más exigentes del país y también suele correr en países como Estados Unidos, Argentina y Brasil.
Pero además, prepara a atletas y aficionados que se alistan para correr pruebas de largo aliento. “La ultramaratón, que son pruebas que van desde los 50 km hacia adelante, no son frecuentes en el país, pero sí en lugares como Argentina; ojalá que pronto se pueda dar acá”, dijo. Lo destacado de Robles es que pese a ser un atleta del llano suele obtener un gran rendimiento cuando sube a lugares con más de 3.000 metros de altura.
En su preparación él planifica su rehidratación, la exigencia en cada entrenamiento y hasta las pulsaciones que obtiene en los momentos picos de la exigencia. Para asistir a Uyuni las prácticas fueron intensas, sobre todo los fines de semana, en el Urubó. “Experimento con mi cuerpo mis propias ideas”, añade. Admite sentirse satisfecho porque en cada prueba en la que participó siempre logró llegar tras un rendimiento óptimo
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