16 abril 2013

Crisis moral, económica y ética en el Comité Olímpico Boliviano

Para el Comité Olímpico Internacional (COI) el caso está cerrado, referido a denuncias de corrupción y mal manejo económico en el Comité Olímpico Boliviano (COB), aparentemente también para algunos colegas y autoridades gubernamentales; sin embargo, en el contexto nacional deportivo aún queda un manto de dudas por la actitud de algunos dirigentes federativos, aún peor en el caso de las asociaciones y ni que decir entre los deportistas y la población en general.

La verdad siempre surge y la demora de esta publicación se debió a que tuvo que seguirse de manera rigurosa un proceso investigativo sobre el tema. Esta versión no está basada en declaraciones interesadas.

Todavía queda la impresión en el ambiente de haber pasado un proceso electoral a nivel político, donde los dirigentes se acusaron de corrupción y una serie de delitos sin que nadie demuestre objetivamente nada. Los que fueron acusados, los que vieron mellada su imagen, los que fueron defenestrados civilmente no tomaron ninguna medida legal para aclarar y demostrar que fueron víctimas de las ambiciones de otros. Ahora nos preguntamos porque asumieron esa actitud pasiva.

Para no caer en la repetición de los hechos, partiremos de aquella denuncia que “había malos manejos en el COB”, esta declaración fue hecha por la tesorera de esa entidad, que virtualmente es quien manejó las cuentas y que actualmente sigue en esa labor y que en su momento acudió a los medios de comunicación con mentiras y medias verdades, ante una prensa deportiva que no investiga y se cree lo que declaran algunos dirigentes, entre ellos algunos expertos en mentir por mantenerse en un cargo y tapar los malos manejos, porque ser dirigente de una federación significa dinero, aunque no será en todos los casos, pero sí en gran parte y esto no es de ahora sino de años atrás. Más si está dentro el directorio del Comité Olímpico Boliviano, porque se tiene dinero casi de “libre disponibilidad” y que posteriormente justifican de cualquier forma los descargos contables.

Es importante dejar en claro que en el COB cualquier erogación o desembolso sólo puede ser efectuada con las firmas del Presidente y Tesorero (a) de manera conjunta y no indistintamente (necesarias las dos firmas). Este procedimiento nos ayuda de manera sencilla inferir que los hechos denunciados tienen dos responsables (Presidente y Tesorero) y como se conoce algunos dirigentes aún siguen en el actual directorio del COB y manejando la cuentas de esta entidad. Mientras que el presidente del Comité vive en Santa Cruz y no ejerce ningún control en la administración.

Ahora se trata de saber de qué gente está manejando esta entidad y si verdaderamente merece ser representante en la asamblea del COB y estar dentro del directorio, aunque para llegar a esta instancia se debió “comprar conciencias” de algunos dirigentes, pues para la última elección de esta entidad, la “plancha” y “elección” estuvo “cocinada”. La fórmula estuvo armada entre algunos comprometidos en malos manejos económicos de la anterior gestión.

En muchos casos se solicita dinero para organizar cursos ostentosos ante el COI, pero en la práctica los dirigentes de federaciones gastan lo mínimo en capacitación o ayudas técnicas y el resto es beneficio para el presidente y la justificación de los gastos lo hacen como pueden y, en muchos casos, sobregirando los precios. Sucede lo mismo con algunos deportistas que pretenden ser tratados como profesionales, cuando son simplemente amateur y aprovechan la oportunidad de sacar dinero al COI, cuando esa función es del Estado Boliviano.

No se trata de poner en duda la labor del Comité Olímpico Internacional, que sin duda alguna hace un gran trabajo en todo el mundo, con un voluntariado que dinamiza y desarrolla el deporte de cada país.

El voluntariado en el deporte boliviano significa eternizarse en los cargos de federaciones en consecuencia en el COB, porque le sacan tajada a la situación y no es tan voluntariado la labor de los dirigentes, frente a la pobreza de apoyo al deporte por parte del Estado. Solamente para comparar el Estado designó el pasado año aproximadamente 8 millones de bolivianos para el deporte nacional como gran cosa. Mientras que el COI destina casi el mismo monto o más para diferentes actividades que se realizan en el país. Recursos que son manejados y destinados a las federaciones y al mantenimiento de la oficina del Comité Olímpico Boliviano.

Es cierto que el mayor porcentaje de dinero que ingresa al COB está destinado al apoyo técnico, cursos de capacitación y eventos de las federaciones, que en muchos casos no presentan sus descargos y otro buen monto es manejado por el directorio del Comité.

Esos dineros deberían aprovecharse para mejorar el nivel técnico de las disciplinas deportivas amateur y que los dirigentes disfruten de las facilidades económicas que les brindan como: viajes, viáticos, alimentación, estadía y otros, pero que los montos que reciben sean invertidos en los propósitos requeridos y no sean desviados.

Con este panorama queda la duda de ¿qué tipo de dirigentes tenemos en el país?, ¿en qué manos está el Movimiento Olímpico?, porque durante los últimos años el manejo del COB ha sido cuestionado, debido a que según sus normas no se puede intervenir y menos ser fiscalizados, pues efectivamente tienen sus mecanismos de control, pero que no son efectivos y fácil de vulnerar. Esto conocen los dirigentes de federaciones como del directorio, es por eso que pretenden llegar al directorio como sea, porque existe dinero de libre disponibilidad.

En tanto, el Comité Olímpico Boliviano sigue con la misma infraestructura de hace años, las oficinas de la calle México con goteras en los techos, fachada en mal estado, la Casa de las Federaciones en franco deterioro y a propósito del tema hace tres o cuatro años se pidió dinero al COI para refaccionar el techo, enviaron 10.000 dólares y el monto desapareció.

DESPRESTIGIO DE LOS BOLIVIANOS

Por unos cuantos dirigentes deportivos y algunos que ya no están en el COB y otros siguen en el actual directorio, hemos sido desprestigiados los bolivianos y está claro que aún el COI tiene dudas sobre el manejo económico del COB y peor de enviar dinero de apoyo al deporte nacional, ya que comprobaron que en las partidas económicas que envían muchos dirigentes “hacen mal uso de estos”, pues no son destinados al cometido.

Aclarar que ni el COI, menos el COB, preparan y menos entrenan atletas, tampoco entregan uniformes, simplemente los capacitan con cursos, becas e incluso puede apoyar con expertos a las distintas disciplinas deportivas.

PRESIDENTE DEL COMITÉ OLÍMPICO BOLIVIANO

Sobre el tema el presidente del Comité Olímpico Boliviano, Álvaro Guzmán, dijo que evidentemente las federaciones y personas tienen pendientes sus descargos por dineros desembolsados por el COI (no justificaron y menos presentaron sus descargos). “Aclarar que algunos descargos pueden ser justificados y otros pueden ser cubiertos por informes donde se debe expresar del por qué se gastaron”.

“Hubo mucho desorden y nuestro interés es clarificar, ordenar y por ello estamos realizando relevamiento de las cuentas, porque si no justificamos no nos envían dinero los del COI, nos cortan. El informe de deudas de las federaciones, según el dirigente primero se presentará a la Asamblea del COB, que está conformada por los mismos deudores y que ellos mismos tomarán una decisión de sus deudas. Lo que implica que es un círculo vicioso.

“Proporcionaremos información a la opinión pública, luego de que la asamblea conozca y tomar las acciones necesarias y en algunos casos flagrantes hemos suspendido la ayuda económica. Obviamente que si hay alguna Federación con un monto importante no se le puede dar más recursos”, afirmó el titular.

“No quiero hablar de nombres y menos federaciones, con las disculpas del caso, porque prefiero que la asamblea tome una decisión sobre el tema”, finalizó sobre el punto de las deudas de la Federaciones.

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