14 septiembre 2012

Lesión de rodilla: común en los deportistas

La imagen del “Diablo” Etcheverry, vestido con la camiseta del Colo Colo, soportando el peso de su ad­versario en la rodilla, un año antes del Mundial de Los Estados Unidos, se quedó en la memoria de los hin­chas del fútbol nacional. Después de esa lesión, el cruceño jamás volvió a ser el mismo. Fernando Salinas, el delantero de Bolívar de los años ochenta, se vio obligado a dejar el fútbol debido a una lesión crónica en la rodilla y cada vez que se produce un choque, o un trabajo inadecuado en el fútbol, lo que pri­mero sufre es esa región, que en la mayoría de los casos es un an­ti­cipado adiós al deporte de alta competición.

Uno de los aspectos que llama, o debería llamar la atención de los deportistas con relación al futuro, es la probable aparición de las le­sio­nes crónicas como secuelas fí­si­cas con las que pueden quedar como consecuencia directa o in­di­rec­ta de dicha actividad, sobre todo si no se consideran los cuidados y riesgos de la misma. No solamente en deportes como el boxeo u otros de contacto directo, en los cuales son conocidas las lesiones neurológicas a las que están ex­pues­tos los que lo practican, sino también en deportes de menor ries­go y con práctica ampliamente ex­ten­dida en nuestro medio, como el voleibol, el fútbol de salón, la gim­na­sia aeróbica, etc.

Este artículo presentará un en­fo­que breve acerca de una de las pa­to­lo­gías más frecuentes del apa­rato locomotor como es la lesión del cartílago articular de la rodilla, men­cionando además, factores que de­bería tener en mente el deportista para disminuir el riesgo de lesiones sobre dicho cartílago y que además puede predisponer la presencia de artrosis (desgaste crónico del car­tíla­go articular) precoz en la misma.

Las lesiones mecánicas del car­tíla­go articular de la rodilla, ocurren cuando fuerzas que sobrecargan la articulación en forma repetitiva y prolongada o en forma súbita cau­san tensiones que provocan le­sio­nes en el cartílago, como en el caso de los fisicoculturistas, que van des­de pequeñas fisuras en el mismo hasta fracturas que pueden com­pro­meter el tejido óseo subyacente. El cartílago articular lesionado no al­can­za en su cicatrización la es­truc­tura ni funciona como un cartílago articular normal. Esto significa que dichas lesiones pueden ser li­mi­tan­tes para la actividad física futura del deportista.

En un estudio que realizamos re­cien­temente en nuestra ciudad, de 304 personas que presentaban ar­trosis en las rodillas, el 20 % co­rres­pondían a adultos jóvenes (menos de 45 años de edad) de los cuales el 80% practican o habían prac­ti­ca­do en forma continua alguna ac­ti­vi­dad deportiva tanto en forma pro­fe­sional como aficionada, mujeres y varones, entre dichas actividades en primer lugar se encontraba el voleibol, luego el fútbol de salón, y en tercer lugar el básquetbol.

Entre algunos de los factores que podrían tomarse en cuenta en la aparición de estas lesiones están: el sobrepeso de los deportistas, la utilización de calzados inadecuados para la práctica deportiva, la su­per­ficie de los campos deportivos, la intensidad de los entrenamientos con relación a las condiciones fí­si­cas del deportista, muchas veces se subestiman los dolores de rodilla posteriores a los entrenamientos.

La actividad deportiva es importante para el desarrollo tanto físico como mental de las personas y por lo tanto debe realizarse en las con­di­ciones más optimas posibles para la satisfacción presente, pero tam­bién futura de los deportistas.

¿QUÉ ES UNA LESIÓN DEL CARTÍLAGO ARTICULAR?

El cartílago articular es la cubierta que desarrolla el hueso en la zona vecina a otro, y sirve de protección para evitar que ambos huesos se rocen al moverse entre sí. Esta cu­bierta puede alterarse por causas mecánicas, es decir, por golpes, giros bruscos o sobrecargas con­ti­nuas en casos de deportistas.

El cartílago entonces sufre diversos tipos de lesiones: se puede re­blan­decer o se puede romper formando desflecamientos, grietas y hasta úlceras, que pueden afectar al hue­so que se halla por debajo; o bien liberar fragmentos de cartílago al espacio articular (cuerpos libres).

Estas lesiones son típicas de la vida de deportistas y trabajadores que usan la fuerza física. El re­blan­de­ci­miento suele ser más frecuente en mujeres que en varones.

Cuanto más profunda y extensa sea la lesión, existe más riesgo de evo­lucionar a una artrosis y también con más rapidez. La artrosis es el desgaste que sufre el cartílago por envejecimiento y básicamente tiene dos causas:

La alteración en la composición del cartílago: por edad avanzada del paciente o por otros fenómenos poco conocidos.

La alteración en la forma del car­tíla­go: cuando su superficie en vez de lisa se hace irregular (fisuras, cráte­res) aumenta el desgaste por ro­za­miento al utilizar esa articulación.

Para dar otro ejemplo el caso del juvenil Chumacero, de los registros de The Strongest, resulta oportuno: Le hicieron trabajar, a la edad de 16 años, con un peso para una per­sona de 25 años,el resultado fue una lesión en las rodillas del fut­bo­lista, que lo mantuvo al margen de las canchas por meses.

PARA ENTENDER MEJOR

Cartílago Tejido conjuntivo elás­tico de los ver­te­bra­dos y algunos in­ver­te­bra­dos, par­te constituyente de ­las articulaciones que re­cu­bren las superficies óseas con ca­rac­terís­ticas blandas, ade­más­ ­cons­ti­tu­yen el es­que­leto de la nariz, oreja, la­rin­ge,etc.

Articular Unir o enlazar dos o más piezas de modo que puedan realizar algún mo­vi­mien­to rotatorio o deslizante.

Crónico (Del lat. chronicus) Dicho de una enfermedad larga.o una dolencia habitual.

Desflecamiento Estar sacando flecos, des­te­jiendo las orillas o extremos de una te­la.

Artrosis Alteración patológica de las ar­ti­cu­laciones, de carácter crónica, degenerativa y no inflamatorio. Pro­du­ce de­for­ma­cio­nes muy visibles.

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