23 noviembre 2009

Los Bolivarianos también hacen reír a los aficionados

Trajes que caducan como una cédula de identidad y escenarios llenos hasta el punto de no tener espacio ni para las autoridades, son algunas de las anécdotas que forman parte de la XVI versión de los Juegos Bolivarianos de Sucre.

En medio de la vorágine deportiva, los datos curiosos no están exentos. Uno de ellos surgió en una competencia de esgrima, cuando un juez impidió que un representante nacional ingrese a competir porque “su traje caducó”. En el muslo izquierdo del traje blanco del boliviano había una etiqueta que mostraba como fecha de vencimiento el 2006.

“La vestimenta debe renovarse cada cuatro años, según reglamento, por seguridad de los atletas, porque con el tiempo la fibra que cubre el traje se desgasta y esto es peligroso”, contó un experto esgrimista.

Hasta el momento, la disciplina donde se registraron más situaciones divertidas fue en la lucha grecorromana. Para evitar ser golpeado, un luchador boliviano hizo todo lo contrario a lo que se necesita para ganar. Según las reglas, los luchadores evitan salir del círculo de competencia, pero ante el imponente físico de su rival venezolano, el nacional optó por salir para evitar ser lastimado. El llanero muchas veces tuvo que meter cargado a su contrincante, al área de lucha.

Otra situación que causó gracia entre los asistentes a la lucha fue la ocurrida cuando uno de los entrenadores nacionales no se cansaba de dar indicaciones a su pupila, antes de que ésta ingrese a la pelea. “Vamos, vamos, tú eres la mejor”, le decía, mientras ella se dirigía al área de lucha.

Ni siquiera habían transcurrido 10 segundos desde que el árbitro dio su visto bueno para el inicio y cuando el DT se aprestaba a motivarla, la boliviana fue eliminada. Roxana Pomier, enviada a Sucre

Desde Sucre

La anécdota del ex

Una situación poco frecuente le ocurrió al ex viceministro de Deportes, Víctor Barrientos. Durante la disputa de la tercera jornada del boxeo no pudo ingresar al Coliseo Universitario.

“Déjenme entrar”

La cantidad de gente que asistió al coliseo era tal que la ex autoridad se quedó en una de las puertas pidiendo que le dejen entrar “por favor”.

La gente respira Juegos

Toda la ciudad de Sucre está empapelada con leyendas alusivas a los Bolivarianos.

En carrera

Enojo

Durante la disputa de la final por equipos de la disciplina de espada femenina, la panameña Eileen Grench no ocultó su molestia por lo que ella consideró “decisiones erradas de los jueces” y tras perder el encuentro contra la venezolana Alejandra Benítez se negó a darle la mano a su rival. La esgrimista le hizo el desaire y luego se desquitó pateando los implementos deportivos de sus compañeros. Roxana Pomier, enviada a Sucre

Inexperiencia

Las canoas para la disputa de las pruebas de canotaje, también llegaron sobre la hora a Tarija, lo que dificultó a los deportistas bolivianos en esta disciplina. Los nacionales eran tan inexpertos que apenas ingresaron a la nave, ésta se volcó y los tripulantes tuvieron que ser rescatados, según contaron allegados a los atletas. El hecho provocó la risa de los colaboradores y de las personas que se encontraban en el lugar.

Expectativa

La expectativa del público llega a tal punto que en las calles hay carteles con la programación de las disciplinas que competirán en el día. La gente se aglomera para intentar leer los afiches, colgados en la calle; muchos graban el rol con sus celulares y toman nota con papel y lápiz. El jueves se pidió que no vayan al estadio, pues estaba lleno.

Billar

Horas antes del inicio del torneo de billar, los obreros trabajaron hasta la madrugada para instalar las seis mesas de competencia. Debido al percance, el evento billarista fue retrasado. “Este es un problema que ocurre siempre en todos los eventos que organizamos los latinos. Es un mal de la región, todo se hace a último momento, el billar no podía estar al margen”, comentó un periodista colombiano a MARCAS.

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