El colombiano Gregorio Ladino, del equipo Tecos Trek de México, es el nuevo rey de la Vuelta a Bolivia de Ciclismo, tras ganar ayer la segunda edición, reemplazando en lo más alto del podio histórico a su compatriota Fernando Camargo, vencedor en 2008 con el equipo Boyacá y ausente en esta ocasión.
La tradición colombiana, iniciada en la aún recordada Doble Copacabana, se repitió una vez más con un ciclista “cafetalero” como el máximo “héroe” de la carretera, demostrando la supremacía del ciclismo de ese país en las pruebas organizadas por el Grupo Fides.
Sólo en 2007, en la última edición de la “Doble…”, el boliviano Óscar Soliz había conseguido romper la hegemonía de Colombia; pero ahora no pudo y tuvo que conformarse —como el año pasado— con el segundo lugar en la clasificación individual, que ayer en la última semietapa se lo arrebató al también boliviano Juan Cotumba.
Para cosechar su primer triunfo en Bolivia no fue necesario que Ladino subiera constantemente a los podios. En realidad, en los nueve días de competencia, contando con el Prólogo en Santa Cruz —no computable para la general—, el colombiano sólo estuvo tres veces entre los primeros, y ayer fue la cuarta, la más importante, en Irpavi, donde fue proclamado vencedor absoluto y con buena ventaja sobre el resto.
El ciclismo suele tener estas cosas: Ladino sólo cruzó la meta en primer lugar en una ocasión, fue el sábado, al cumplirse la primera semietapa de la séptima etapa entre La Paz y Tiquina, y fue para “rematar” a los que le perseguían y de alguna manera hacían peligrar su victoria.
Hasta ese día, el colombiano le había sacado sólo 13 segundos de ventaja a su compañero de equipo el boliviano Juan Cotumba, pero en los 115 kilómetros de recorrido matinal se le escapó hasta superarlo por más de cuatro minutos, de manera que cuando cruzó la meta en San Pablo de Tiquina empezó a celebrar y a considerarse campeón de la segunda edición por anticipado.
Antes de eso, Ladino había actuado en equipo y con suma inteligencia; se despreocupó de aparecer en los podios por etapas, pero nunca perdió de vista su tiempo acumulado con respecto a los demás. Así, mientras otros ciclistas se turnaban en los primeros puestos por día, él no abandonaba su estrategia.
El argentino Edgardo Simon fue el primer líder de la competencia y llevó la camiseta amarilla cuatro etapas consecutivas, pero al cabo de la quinta se la arrebató Ladino y no la soltó más.
El colombiano llegó como favorito número uno a esta competencia, sin embargo de entrada sus actuaciones no lo refrendaban: trigésimo segundo en el Prólogo y décimo en la primera etapa eran para no creer que estuviera listo para dar el golpe.
En todo caso, jamás quedó muy lejos en cuanto a tiempo de los primeros, y lo máximo que perdió fueron algo más de tres minutos en la tercera etapa, entre Bella Vista y Villa Tunari, cuando fue octavo.
En la cuarta, aunque apareció en el decimoquinto lugar, en realidad no perdió casi nada porque sólo se le computaron seis segundos más que al ganador de ese día; y en la quinta, al día siguiente, si bien fue tercero y subió por primera vez a un podio, lo hizo con el mismo tiempo que el vencedor.
Perdiendo otros seis segundos llegó quinto a El Alto el viernes, confirmando que, sin recibir muchos premios por etapas, su regularidad
—como la de ningún otro— lo estaba transportando hacia la victoria final.
Para que no quedaran dudas de que es el número uno de esta edición, el sábado hizo un gran papel en la primera semietapa de la séptima, y se subió a lo más alto del podio en Tiquina; en cambio, aflojó en la subida a Copacabana (puesto 19) perdiendo algo más de un minuto con respecto a Soliz, quien fue el ganador en el Santuario, aunque sin que Cotumba o alguno de los hermanos Niño hicieran peligrar su clasificación en la general.
Ladino cerró ayer la carrera con la inteligencia que le caracterizó en los más de mil kilómetros de recorrido, dando espectáculo en la primera semietapa, en la que fue segundo detrás de Soliz, y pedaleando a paso seguro en la segunda semietapa y final, que hizo que bajara desde El Alto hasta Irpavi como todo un ganador y recibiera su trofeo de vidrio —su lámpara de Ladino— reconociéndolo como al mejor de este año.
39 kilómetros 860 metros por hora fue el promedio de velocidad que empleó el vencedor, el colombiano Ladino, durante los 1.100 kilómetros de la Vuelta a Bolivia que terminó ayer.
4.999 dólares se embolsilló el colombiano Ladino, sumando todos los cheques que recibió en el transcurso de la carrera. El monto más fuerte, de $us 3.000, se lo entregaron ayer por ser el ganador absoluto de la Vuelta a Bolivia.
Por equipos, Ebsa le ganó el duelo a Tecos
El duelo entre Ebsa y Tecos finalmente lo ganó el colombiano, que se consagró campeón por equipos de la segunda Vuelta a Bolivia de Ciclismo, dejando el segundo peldaño para el mexicano y el tercero para el equipo boliviano Pío Rico.
Antes de iniciar la carrera ya se sabía que el primer lugar iba a estar entre los dos, y los pronósticos no fallaron, porque ambos se alternaron en el primer lugar hasta la sexta etapa, y fue en la séptima que Ebsa amazó la ventaja necesaria para hacerse inalcanzable.
El mérito tanto de Ebsa como de Tecos es que cada uno participó sólo con cinco ciclistas, y no con seis como la mayoría del resto de los representantes.
El colombiano sufrió la baja a último momento de su principal figura, Freddy González, por lesión, mientras que el mexicano perdió a Antonio Aldate, quien enfermó antes de venir.
Tecos fue líder por equipos al cabo de la primera etapa; en las tres siguientes fue Ebsa el que pasó a la punta; pero el cuadro mexicano recuperó ese sitial en la quinta y se mantuvo en la sexta.
El “remate” de los colombianos a partir de la séptima etapa liquidó el pleito. Al final, Ebsa le sacó más de 20 minutos a Tecos para apoderarse del primer lugar por equipos.
El tercer lugar fue para el boliviano Pío Rico, que apareció en ese sitial al cabo de la quinta etapa, desbancando del podio a la Selección argentina, que aguantó hasta la cuarta gracias a sus veloces sprinters y que anduvieron bien en terreno plano.
La otra mirada
LAS DIFERENCIAS
El primero en la clasificación general individual, el colombiano Ladino, le sacó siete minutos y 33 segundos al boliviano Óscar Soliz, quien se clasificó en el segundo lugar final.
En la clasificación por equipos, 24 minutos con 17 segundos son los que le sacó Ebsa a Tecos para apoderarse del primer lugar.
ENTRE LOS DIEZ
Los bolivianos Soliz (segundo) y Cotumba (tercero) rompieron una hegemonía casi total de los colombianos en los primeros diez lugares de la clasificación final. Los “cafetaleros”, aparte de Ladino —que fue primero—, se ubicaron del cuarto al octavo lugar. En el noveno estuvo un boliviano, Horacio Gallardo, y en el décimo, un mexicano, Bernardo Colex.
MENOS UNO
En total fueron 11 los equipos que comenzaron la disputa de la Vuelta a Bolivia, tras la ausencia, a último momento, del representante peruano. La clasificación terminó con diez, a raíz de la exclusión de Gobierno Municipal de Oruro, que sólo terminó con dos ciclistas cruzando la meta.
EN LA META, 50
Fueron 50 los ciclistas que terminaron la carrera y cruzaron la meta en Irpavi. Dos quedaron al margen, en cumplimiento del reglamento mediante el cual fueron forzados a subirse al “bus escoba” por no entrar en el tiempo límite con respecto al pelotón.
En Santa Cruz, el primer día, habían partido 56 de los 61 registrados. Es decir, sólo seis de los que comenzaron no terminaron.
SIMON, PUESTO 24
El argentino Edgardo Simon (foto) fue ganador del Prólogo e hizo gala de su buen rendimiento en las etapas planas, pues ganó también la primera y la segunda. A partir de ahí se fue retrasando hasta que en la clasificación general final de ubicó vigésimo cuarto.
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