24 agosto 2008

Entrenador denuncia abandono a deportistas



La Prensa





José Quintanilla, que entrena a Katerine Moreno, asegura que los deportistas fueron abandonados en Pekín por dirigentes y autoridades. Niega que él hubiera provocado división.

Los deportistas y entrenadores bolivianos que asistieron a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 se sintieron “abandonados” por dirigentes y autoridades nacionales, según una denuncia escrita por José Quintanilla Rosado, entrenador y esposo de la nadadora Katerine Moreno.

En el documento al cual Acción tuvo acceso, el entrenador también acusa al viceministro de Deportes, Miguel Aguilar, de haber sido uno de los que buscó por todos los medios que Moreno no participe en su cuarta cita olímpica.

Por si fuera poco, contó que una de las personas que asistió dentro de la comitiva oficial boliviana en condición de delegada, cometió actos de indisciplina al no ir a dormir una noche a su habitación de la Villa Olímpica.

Quintanilla escribió desde Pekín un correo electrónico dirigido a varias direcciones, después de ser acusado —según algunas publicaciones— de haber dividido al grupo de deportistas, lo que asegura que es falso.

El entrenador manifestó que si hubo dos bandos, uno fue integrado por deportistas y entrenadores “abandonados por sus dirigentes” y que en el “bando dos” estaban precisamente dirigentes, autoridades e invitados especiales, “entre ellos el periodista que les saca las noticias que ellos les piden y obviamente a su favor”.

A su regreso desde China, el viceministro de Deportes, Miguel Aguilar, declaró a un medio que Moreno y Katerine se alejaron del grupo boliviano y que ni siquiera quisieron asistir a algunos actos especiales en los que participó toda la delegación; de hecho ambos no posaron con el resto en la foto oficial tras la iza de la bandera boliviana en la Villa Olímpica.

Aguilar le dijo a La Prensa que él “nunca” habló de división entre oriente y occidente y que sobre el comportamiento que tuvieron Moreno y su entrenador esperará “un informe” del Jefe de Misión de la delegación nacional.

Quintanilla llama “historieta” a una publicación escrita por el periodista boliviano Fernando Nurnberg, quien asistió a Pekín, con el que tuvo un altercado. “Él pensó que al tener a su disposición un espacio me haría daño, sin saber que más bien es la mejor propaganda que le hace a mi Club y a mí también”.

El entrenador es propietario del Club Samix de natación en la capital oriental y entrena a Moreno como también a Miguel Ángel Navarro, los dos nadadores nacionales que asistieron a Pekín a competir.

Negó ser el “incordio” y haber propiciado “una división del grupo en dos bandos” de los deportistas.

“Mis amigos aquí (en Pekín) se ríen al leer esto. El paceño Policarpio Calisaya me pregunta ‘¿y a quiénes has dividido? Con ‘Poli’ compartíamos todas las noches horas de conversación mientras mirábamos televisión o utilizábamos la sala de internet. El cochabambino Fadrique Iglesias fue el primero que imprimió la nota (aparecida en Bolivia) y me la dejó en la puerta de mi cuarto. Con Fadrique somos amigos desde la anterior Olimpiada y con él compartimos horas y horas de risa y alegría en los Juegos Olímpicos. El chapaco Horacio Gallardo fue el encargado de hacernos reir cada vez que compartíamos la mesa en el comedor y también hicimos una buenísima amistad con él. Y obviamente con Miguel Navarro y María Teresa Monasterio compartimos muchísimo, ya que nos conocemos con Miguel desde hace más de 10 años y con María Teresa desde mi niñez. Entonces ¿a quién dividí? si compartía con el paceño, con el cochabambino, con el tarijeño y con los cruceños”.

Policarpio Calisaya, entrenador de su hermana Sonia, que participó en la maratón de los Juegos, declaró que no notó ninguna división entre los deportistas y confirmó que compartían varias horas con Quintanilla.

Al referirse al abandono de autoridades y dirigentes, el entrenador de natación dio a entender que éstos daban preferencia a “invitados especiales” que “eran personas acreditadas y muy ajenas al deporte, que gozaban de credenciales con acceso a las áreas VIP, mientras que los deportistas no pudimos ni asistir a apoyar a nuestros compatriotas en el momento de sus pruebas porque el jefe de misión no consiguió ni una entrada (él era el único que podía gestionarlas) porque sólo tenía tiempo para atender a sus invitados especiales”.

Según Quintanilla, “un día dije que no me parecía que el Viceministro del Deporte llegue a la Villa Olímpica y no sea capaz de saludar a siete deportistas, a sólo un pequeño grupo de bolivianos, cuando en cambio el presidente de Estados Unidos, George Busch, fue capaz de estar presente con sus deportistas durante tres días y los saludó uno por uno, se sacó fotos con cada uno y hasta se daba tiempo para unas cuantas palabritas y chistear. El presidente saludó a un equipo de 500 deportistas, mientras que el Viceministro de Deportes no fue capaz de darle la mano a siete”.

De acuerdo con el entrenador, hubo publicaciones en las que lo señalaron por haber sido descortés con Aguilar, a quien supuestamente ignoró y ni saludó cuando la autoridad se acercó a Moreno para felicitarla por su actuación. “¿Miguel Aguilar quería felicitar a Katerine? ¿No se acuerda que meses antes era uno de los principales gestores para el cambio de nombre en la tarjeta de invitación que había llegado a Bolivia desde la Federación Internacional de Natación con el nombre de Katerine Moreno? Gracias a Dios no tengo amnesia y recuerdo todo lo que el Viceministro dijo y ordenó hacer para que borren a Katerine de la lista de la Olimpiada”.

Sobre la acusación de Aguilar, de que los esposos Quintanilla Moreno no quisieron participar en los actos protocolares, respondió que “los deportistas vinieron aquí a competir, no a asistir a actos sociales”.

Un delegado no fue a dormir

Uno de los delegados bolivianos en Pekín 2008, que formó parte de la misión oficial, no asistió a dormir una noche a su habitación de la Villa Olímpica, según la denuncia de Quintanilla.

Acción habló con algunos deportistas del grupo y confirmó esa versión. En el correo electrónico enviado por el entrenador de natación está el nombre de la persona, que este medio se lo reserva.

De acuerdo con la denuncia, el sábado 9 de agosto hubo un delegado que no fue a dormir. “Los dirigentes tocaban las puertas desesperadamente el domingo a las seis de la mañana, despertaron a todos los deportistas preguntando” por el delegado.

Lo que considera “una falta de respeto hacia un equipo”, a la persona que tenía como acompañante de habitación y hacia los dirigentes, Quintanilla señala como “un acto de indisciplina que debería ser sancionado”.

Un periodista que estuvo en Pekín y sabe de lo ocurrido “no publicó una palabra sobre ese hecho” y “estas cosas sí las quieren mantener en secreto”, pues “los dirigentes pidieron a algunos deportistas que no se hable de este tema”.

Narró que “entre todos los deportistas y entrenadores que fuimos despertados estábamos Katerine y yo, fuimos a ver a su cuarto (de la persona desaparecida) para ver si estaba su cepillo de dientes y si había dejado algo escrito. Pero no fue así, ni siquiera había vuelto a dejar su bolsón. Los dirigentes y periodistas quisieron tapar un poco diciendo que había dejado un papelito chiquito en su velador. No había nada, sólo querían esconder lo ocurrido”.

Quintanilla también sugiere “sancionar a estos dirigentes que encubren estos hechos”.

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