04 agosto 2008

Bolivianos • Los atletas recibieron buzos inadecuados y tienen miedo al fracaso y a la crítica





Así están nuestros atletas. Avergonzados y venido a menos. Temores al fracaso, a la crítica de la prensa en caso de que no logren al menos sus marcas y esquivos con el único periodista boliviano que se presentó junto a ellos para conversar. De emisario lo tuvieron al dirigente de Tiro Deportivo Juan Tomás Justiniano, quien nos pidió una conversación privada para expresar esta situación.
A nuestro llamado insistente en la Villa Olímpica, comparecieron el tirador y abanderado boliviano César Menacho, la fondista Sonia Calizaya y la levantadora María Teresa Monasterio. Nuestro primer contacto fue cordial y amable, sorprendidos porque nos encontramos en un acceso de la bella Villa. Luego, una breve sesión fotográfica y la petición de Justiniano para conversar y justificar lo esquivo que se mostraron en los primeros dos días en que insistimos por obtener sus sensaciones al estar en esta gran fiesta que arranca el viernes.
El primer gran temor es que los medios de comunicación los crucifiquen -a decir de Justiniano- por sus respectivas actuaciones, cuando no han tenido ningún respaldo estatal para una competencia de la magnitud de los Juegos Olímpicos y por otro lado, la sensación de pobreza en relación con los atletas que han poblado la Villa, con lujosos uniformes, como los buzos y la ropa de vestir. “Recibieron dos juegos de uniformes y uno de los buzos es para el frío, cuando estamos con una temperatura cercana a los 40 grados. El otro, de color blanco, se deshace por su falta de calidad. Sonia y María Teresa tuvieron que desnudarse para ingresar al sauna, debido a que no tenían el uniforme o los trajes de baño adecuados”, nos dijo Justiniano visiblemente molesto.
Los nadadores Katerine Moreno y Miguel Navarro, junto al atleta Fadrique Iglesias, no estuvieron presentes debido a que por la elevada temperatura decidieron entrenarse en horario nocturno y descansar durante la tarde.
La queja es reiterada ante la falta de apoyo del Estado para estos deportistas, pese a que algunos han recibido dinero, que no alcanza para poder sustentar una preparación acorde al reto olímpico. Es el caso de Menacho, campeón bolivariano, cuya preparación ha costado cerca de treinta mil dólares en los últimos años y sólo ha recibido como apoyo nueve mil bolivianos, contra los cuatro mil de Monasterio u ocho mil de Moreno y Navarro.
Así está el ambiente en la concentración nacional. Con sensaciones de impotencia y de menoscabo. No basta con decir somos de una nación pobre, sino que parece que queremos enrostrarlo en todos los sentidos. No esperamos triunfos resonantes, pero al menos que se sientan dignos de su país, que les pide mucho y poco o nada les da.

Menacho, en aprietos
César Menacho está entre la espada y la pared. Deberá ser el abanderado de la delegación boliviana, honor que pocos deportistas tienen, pero al mismo tiempo debe lidiar con su participación en tiro deportivo pocas horas después. Es que el viernes alzará el pesado mástil y la bandera durante unas seis horas en la ceremonia de apertura, que será hasta la medianoche.
El representante boliviano deberá competir al día siguiente a las 8:00 de la mañana en el polígono, distante 25 kilómetros de la Villa Olímpica. Su adiestrador accidentado, el titular de Tiro Deportivo, Juan Tomás Justiniano, se mostró preocupado por este hecho porque debe estar distendido y descansado para la competencia, y el estar cargando la bandera en su mástil portable corre el riesgo de desgastarlo.
Otro inconveniente por el que está atravesando es la falta de dinero para pagar las municiones que está utilizando en los entrenamientos. “Ya van cerca de quinientos dólares que han salido de mi tarjeta de crédito y hasta el final el gasto será de mil trescientos”. El tirador espera que la llegada del viceministro de Deportes, Miguel Aguilar, pueda resolver, junto con el Comité Olímpico Boliviano, esta situación.

Olímpicas

- Alta temperatura
La de ayer fue la temperatura más elevada de lo que va en la semana. La humedad, cercana al 80 por ciento, y una sensación térmica que rondó los 40 grados, provocó que los bolivianos cambien su ritmo de entrenamiento. A esto se suma el cambio que siente el organismo por la diferencia horaria (12 horas más que Bolivia).

- Calizaya, afectada
Sonia Calizaya ayer corrió media maratón para probar su condición y sintió la inamistosa atmósfera de Pekín. “Fue extenuante y sentí fatiga. Corrí en el horario de la prueba (mañana) y como quedan casi quince días voy a adecuarme poco a poco”, sostuvo Sonia, que luego fue sometida a masajes y a una hidratación especial debido al esfuerzo.

- Instalaciones de lujo
Nadie se queja de las instalaciones que son de lejos las mejores de la historia. La Villa Olímpica es un lujo y los escenarios de primerísimo nivel. Así lo expresó César Menacho, que desde que llegó ha practicado tres días en el polígono de tiro deportivo y expresó su sorpresa por la calidad de esas instalaciones. “Esto no lo había visto en ningún lado", dijo.

Opinión

Que todo sea para bien
Fernando Nürnberg / Periodista
Hay buenos augurios para que los XXIX Juegos Olímpicos arranquen el viernes sin mayores contratiempos. Todos los detalles se están puliendo, amarrando y, en ese intento programado, se ve a una Pekín majestuosa y dispuesta a recibir a los visitantes del mundo, aunque éstos serán más chinos que extranjeros.
En las cercanías del estadio Nido de Pájaro y del Centro Acuático la gente no cesa de llegar, tomarse una foto y visitar lo que a partir de este 8 de agosto será, seguramente, un capítulo inigualable del olimpismo. Se respira fiesta. Los chinos saben que es la suya y así la viven. Si hasta varias de sus costumbres las han tenido que cambiar, luego de cuatro años de una concienciación para que no escupan o eructen sonoramente como lo hacen habitualmente (de hecho un taxista lo hizo delante nuestro y sin inmutarse), o que no se levanten la camiseta mostrando su barriga.
Los chinos son los verdaderos dueños de esta celebración, que el mundo occidental la vivirá en las transmisiones por la televisión, con una audiencia potencial de cerca de cuatro mil millones de espectadores, en su jornada de apertura y en el cierre.
Pekín es tan inmensa y alberga tanta historia milenaria que el turismo casero es el que impera en este mes de agosto. Al final, eso no importa, si vamos a ver rostros con ojos rasgados y de la raza amarilla, o anglosajones ávidos por disfrutar del exotismo de estos parajes tan lejanos de nuestras tierras. Lo que sí importa es que miles de deportistas buscarán la gloria o la satisfacción de haber estado presente en los Juegos más caros de la historia, con una inversión superior a los 40 mil millones de dólares (Atenas llegó a los 14.600 millones).
No importa que a cada ingreso, nos revisen con todo tipo de aparatos de seguridad sofisticado, si finalmente es por el bien de todos los que verdaderamente quieren que esto sea una celebración a la altura del evento. No importa que las temperaturas sobrepasen los treinta grados centígrados o las largas caminatas bajo el sol en procura de una nota de color o una entrevista con alguno de los personajes del deporte. Lo importante es que vivamos la magnificencia de algo que nunca se ha visto y compartido y por lo que nos hemos trasladado con tanto esfuerzo para llevárselo a ustedes.
La cuenta regresiva se aprieta más y el gran momento está a cuatro días. Sepamos disfrutarlo.

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